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Comienza el declive de la gaviota

Los chicos del coro del PP

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Hoy he decidido no escribir nada sobre Catalunya. He llegado a la conclusión que el tema del

“procés” es utilizado por el Partido Popular, la “Brunete Mediática”, la “Brigada Aranzadi” y todos sus corifeos para llevar la atención de los españoles lejos de la mayor y más grande estafa de esta democracia secuestrada que se vive en España. Todos ellos hablan, muchas veces, la mayoría, por boca de ganso, de los temas catalanes para con el tupido manto del nacionalismo catalán taparse las vergüenzas que les debía producir el asalto y saqueo de las arcas públicas españolas que, desde hace más de una década, lleva a cabo la insaciable muchachada de la gaviota carroñera. Desde hace algún tiempo vengo observando que cada vez que comienza un paseíllo por sede judicial de algunos políticos del PP es, precisamente, cuando el mal llamado “problema catalán” adquiere más auge en los medios de comunicación españoles, la mayoría de ellos al servicio de M. Rajoy, sus conmilitones y el Ibex 35.

Por eso, y porque desde hace muchos años, y en mi condición de valenciano militante, vengo denunciando las trapisondas, trampas, cambalaches y estafas a la ciudadanía por parte del Partido Popular en general, y del Partido Popular valenciano en particular, hoy me apetece escribir algunas líneas sobre esta banda de delincuentes que durante dos largas décadas estuvo al frente de las principales instituciones valencianas: la Presidencia de la Generalitat y los Ayuntamientos, entre otros, de València, Castelló y Alacant. Fueron insaciables, robaron, afanaron, esquilmaron y estafaron a los valencianos con una sonrisa en la boca amparándose en el populismo, la mentira, la ignorancia de los votantes y el anti catalanismo rampante que la derechona valenciana siempre ha utilizado a modo de espantajo para muñir votos de una clientela sumisa y desconocedora de la historia de su País. Y los valencianos les fueron votando y dando mayorías absolutas elección tras elección, no lo olvidemos. En el País Valencià la izquierda dimitió llena de miedo ante los embates populacheros del PP y al grito de “som els millors” y “els catalans ens volen furtar la paella, el Micalet i el virgo de Visanteta” fueron ganando elecciones.

Ahora comienza la época del “llanto y el crujir de dientes” bíblico y ante el inicio del llamado juicio de “la Gürtel valenciana” los acusados al llegar a las puertas de la Audiencia Nacional creían leer las palabras de Dante en el Canto Tercero del Infierno en la Divina Comedia, al atravesar el arco detector de metales de la sede judicial atemorizados creían leer en el frontispicio “Oh, vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza”. Y ante tal panorama la mayoría de ellos han decidido “cantar” formando un magnifico coro carcelario acusando de todos sus males a quien sus mayores, quiero decir “emepunto Rajoy” calificó como el “hombre más honrado de España”, este paradigma de honradez española no es otro que Francisco Camps, “el de los trajes”.

Seguramente este individuo, vergüenza de las instituciones políticas valencianas, no irá a prisión, pese a ser, según sus colaboradores, el cabecilla de una trama mafiosa dedicada a extorsionar empresarios a cambio de otorgarles obra pública. Seguramente ni siquiera será juzgado ya que la justicia española es tan lenta, salvo para los independentistas catalanes, que ha dado tiempo a que los robos de este individuo hayan prescrito. Pero lo que ha quedado demostrado con las declaraciones ante los jueces y fiscales de Correa, Crespo, “El bigotes” y Ricardo Costa es que el “capo” supremo en Valencia de esta organización delictiva es un fulano llamado Francisco Camps, que cuando estoy escribiendo este artículo todavía cobra una sustanciosa cantidad de euros del erario público valenciano.

Francisco Camps para M. Rajoy ha pasado de ser aquel al que en 2009 decía “Paco, siempre estaré detrás de ti, o delante, o al lado, me es igual” a ser “esa persona de la que me habla”. Hoy mismo en rueda de prensa Rajoy ya no sabía si Camps era militante del PP. Recuerdo que en mayo del 2011, pocos meses antes de que Camps tuviera que dimitir por el asunto de los “trajes” Rajoy delante de miles de valencianos le decía “Paco eres un gran Presidente, tienes mi apoyo, el de tu partido y el de los valencianos”.

Hoy Paco Camps, “el beatet” como le llaman algunos valencianos de los que no le han votado nunca, ha caído en desgracia, será el chivo expiatorio que cargará, sin ser nunca juzgado, con todo lo que el PP ha robado a los valencianos. En la calle Génova de Madrid no quieren saber nada de él, es un apestado, alguien que será borrado de la memoria del PP igual que en su día borraron a martillazos los discos duros del ordenador de Bárcenas. Tan apestado que ni tan sólo tendrá el consuelo de recibir un SMS de “emepunto Rajoy” dándole ánimos.

Y mientras todo esto sucede el PP continuará gobernando una España que va camino de la ruina, una España donde los pensionistas ven, año a año, como el Gobierno se les mea encima y les dice que llueve, una España donde se sigue salvando a los bancos en lugar de a las personas, una España donde las grandes empresas son los niños mimados del Partido Popular, el PSOE y Ciudadanos, una España donde las libertades cada día están más proscritas, una España donde las grandes empresas de servicios siempre tienen reservado un sillón en su Consejo de Administración para los políticos cesantes y así pagarles los servicios prestados, una España donde, todavía hoy, siguen habiendo presos políticos, una España donde el verbo dimitir está proscrito entre la clase política, una España donde el fascismo está tolerado, por no decir alentado, por el partido en el Gobierno, una España, en fin, donde la democracia es, simplemente, una democracia secuestrada por los poderes económicos que, al fin y al cabo, son los que dirigen el país mediante personas interpuestas.

Los chicos del coro del PP

Comienza el declive de la gaviota
Rafa Esteve-Casanova
jueves, 25 de enero de 2018, 07:01 h (CET)

Hoy he decidido no escribir nada sobre Catalunya. He llegado a la conclusión que el tema del

“procés” es utilizado por el Partido Popular, la “Brunete Mediática”, la “Brigada Aranzadi” y todos sus corifeos para llevar la atención de los españoles lejos de la mayor y más grande estafa de esta democracia secuestrada que se vive en España. Todos ellos hablan, muchas veces, la mayoría, por boca de ganso, de los temas catalanes para con el tupido manto del nacionalismo catalán taparse las vergüenzas que les debía producir el asalto y saqueo de las arcas públicas españolas que, desde hace más de una década, lleva a cabo la insaciable muchachada de la gaviota carroñera. Desde hace algún tiempo vengo observando que cada vez que comienza un paseíllo por sede judicial de algunos políticos del PP es, precisamente, cuando el mal llamado “problema catalán” adquiere más auge en los medios de comunicación españoles, la mayoría de ellos al servicio de M. Rajoy, sus conmilitones y el Ibex 35.

Por eso, y porque desde hace muchos años, y en mi condición de valenciano militante, vengo denunciando las trapisondas, trampas, cambalaches y estafas a la ciudadanía por parte del Partido Popular en general, y del Partido Popular valenciano en particular, hoy me apetece escribir algunas líneas sobre esta banda de delincuentes que durante dos largas décadas estuvo al frente de las principales instituciones valencianas: la Presidencia de la Generalitat y los Ayuntamientos, entre otros, de València, Castelló y Alacant. Fueron insaciables, robaron, afanaron, esquilmaron y estafaron a los valencianos con una sonrisa en la boca amparándose en el populismo, la mentira, la ignorancia de los votantes y el anti catalanismo rampante que la derechona valenciana siempre ha utilizado a modo de espantajo para muñir votos de una clientela sumisa y desconocedora de la historia de su País. Y los valencianos les fueron votando y dando mayorías absolutas elección tras elección, no lo olvidemos. En el País Valencià la izquierda dimitió llena de miedo ante los embates populacheros del PP y al grito de “som els millors” y “els catalans ens volen furtar la paella, el Micalet i el virgo de Visanteta” fueron ganando elecciones.

Ahora comienza la época del “llanto y el crujir de dientes” bíblico y ante el inicio del llamado juicio de “la Gürtel valenciana” los acusados al llegar a las puertas de la Audiencia Nacional creían leer las palabras de Dante en el Canto Tercero del Infierno en la Divina Comedia, al atravesar el arco detector de metales de la sede judicial atemorizados creían leer en el frontispicio “Oh, vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza”. Y ante tal panorama la mayoría de ellos han decidido “cantar” formando un magnifico coro carcelario acusando de todos sus males a quien sus mayores, quiero decir “emepunto Rajoy” calificó como el “hombre más honrado de España”, este paradigma de honradez española no es otro que Francisco Camps, “el de los trajes”.

Seguramente este individuo, vergüenza de las instituciones políticas valencianas, no irá a prisión, pese a ser, según sus colaboradores, el cabecilla de una trama mafiosa dedicada a extorsionar empresarios a cambio de otorgarles obra pública. Seguramente ni siquiera será juzgado ya que la justicia española es tan lenta, salvo para los independentistas catalanes, que ha dado tiempo a que los robos de este individuo hayan prescrito. Pero lo que ha quedado demostrado con las declaraciones ante los jueces y fiscales de Correa, Crespo, “El bigotes” y Ricardo Costa es que el “capo” supremo en Valencia de esta organización delictiva es un fulano llamado Francisco Camps, que cuando estoy escribiendo este artículo todavía cobra una sustanciosa cantidad de euros del erario público valenciano.

Francisco Camps para M. Rajoy ha pasado de ser aquel al que en 2009 decía “Paco, siempre estaré detrás de ti, o delante, o al lado, me es igual” a ser “esa persona de la que me habla”. Hoy mismo en rueda de prensa Rajoy ya no sabía si Camps era militante del PP. Recuerdo que en mayo del 2011, pocos meses antes de que Camps tuviera que dimitir por el asunto de los “trajes” Rajoy delante de miles de valencianos le decía “Paco eres un gran Presidente, tienes mi apoyo, el de tu partido y el de los valencianos”.

Hoy Paco Camps, “el beatet” como le llaman algunos valencianos de los que no le han votado nunca, ha caído en desgracia, será el chivo expiatorio que cargará, sin ser nunca juzgado, con todo lo que el PP ha robado a los valencianos. En la calle Génova de Madrid no quieren saber nada de él, es un apestado, alguien que será borrado de la memoria del PP igual que en su día borraron a martillazos los discos duros del ordenador de Bárcenas. Tan apestado que ni tan sólo tendrá el consuelo de recibir un SMS de “emepunto Rajoy” dándole ánimos.

Y mientras todo esto sucede el PP continuará gobernando una España que va camino de la ruina, una España donde los pensionistas ven, año a año, como el Gobierno se les mea encima y les dice que llueve, una España donde se sigue salvando a los bancos en lugar de a las personas, una España donde las grandes empresas son los niños mimados del Partido Popular, el PSOE y Ciudadanos, una España donde las libertades cada día están más proscritas, una España donde las grandes empresas de servicios siempre tienen reservado un sillón en su Consejo de Administración para los políticos cesantes y así pagarles los servicios prestados, una España donde, todavía hoy, siguen habiendo presos políticos, una España donde el verbo dimitir está proscrito entre la clase política, una España donde el fascismo está tolerado, por no decir alentado, por el partido en el Gobierno, una España, en fin, donde la democracia es, simplemente, una democracia secuestrada por los poderes económicos que, al fin y al cabo, son los que dirigen el país mediante personas interpuestas.

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