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Error de las Policías políticas

No tienen lugar en un Estado moderno y, mucho menos de cara al futuro, ya que solo fomentan la desigualdad, la irracionalidad…
Jesús  Salamanca
jueves, 4 de enero de 2018, 09:37 h (CET)

Resulta que los Mossos d’Esquadra fueron creados como un Cuerpo operativo de una comunidad autónoma: Cataluña. Pero han resultado ser un colectivo “mafioso” y descontrolado para el Gobierno nacional y manipulado por el ‘Govern’ regional catalán. Actuaron a su aire cuando los atentados yihadistas en Barcelona; se demostró su descontrol en el ilegal referéndum del 1-O y se volvió a demostrar la irracionalidad de este sospechoso colectivo al enfrentarse a la Guardia Civil y a la Policía Nacional durante el ominoso referéndum al que acabo de aludir.


También se demostró que el colectivo policial catalán se empleó sin piedad y a lo bestia, en todo momento, en numerosos enfrentamientos contra grupos de manifestantes. No hay más que revisar las imágenes: esas mismas imágenes que se han utilizado en los medios extranjeros para contaminar la situación escandalosa por la que atraviesa Cataluña. ¿Acaso no recuerdan los lectores las grabaciones en las que los Mossos pegaban con saña y se intentaron  reinterpretar diciendo que eran miembros de los insignes y excelsos Cuerpos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional?


Desde mi punto de vista, continuar con las Policías autonómicas no es viable: la solución pasa por ampliar el número de efectivos de los actuales Cuerpos y Fuerzas de la verdadera Seguridad del Estado, dando un tiempo prudencial para la reconversión de esas Policías afines solo a su Gobierno regional. Actualmente es un gasto innecesario; tan innecesario como las propias comunidades autónomas. Es una duplicación de funciones, como lo son tantos y tantos aspectos existentes en las mismas.


No se pusieron en marcha las autonomías para remedar a los ministerios sino para hacer viable la Constitución y doy fe de que no lo han conseguido. El caso es crear por crear algo innecesario para decir que se ha hecho algo. Ya lo decía Noel Clarasó: “Hay mucha gente que cuando ha de hacer algo, hace algo; aunque no sea exactamente lo que ha de hacer”. Las comunidades autónomas, tal y como están concebidas, no son parte de la solución pero sí lo son del problema creado.


Siempre se ha considerado un error ese tipo de colectivos, mafias o pseudopolicía autonómica. Da igual que sea en Cataluña o en cualquier otra comunidad autónoma. Toda Policía debe ser Cuerpo y Fuerza de Seguridad del Estado, controlada y dirigida desde el Ministerio del Interior. Para la ciudadanía, esas Policías autonómicas no son consideradas FF y CC de Seguridad Estatal. No tienen lugar en un Estado moderno y, mucho menos de cara al futuro, ya que solo fomentan la desigualdad, la irracionalidad, la desinformación interesada y el aprovechamiento del gobierno autonómico que siempre acaba por convertirla en Policía demencial o, lo que es lo mismo, Policía política. Con mirar a Cataluña es suficiente.


Ahí tienen el caso resuelto por la Guardia Civil en el caso del asesinato de Diana Quer. ¿Alguien cree que las Policías autonómicas pueden actuar con ese grado de limpieza, ética, paciencia, preparación, dignidad y elegancia a la hora de resolver un caso complicado? Se lo puedo responder yo: en muchos casos, NO. Y no lo digo desde el desconocimiento ni desde la afirmación pasajera y gratuita. Decía Einstein que “la vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal sino por las que se sientan a ver lo que pasa”.


Con esos colectivos políticos, en forma de policía descentralizada, se ha querido llegar muy lejos, pero sin reparar en los contratiempos y ya se sabe que lo peor que se puede hacer es cruzar un precipicio en dos saltos. A veces se intenta tener dos yernos con una hija y eso es imposible, al menos a la vez.

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