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El genio espacial y el inalcanzable 'estilete' | |||
| Andrey Kisliakov | |||
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Todo indica que el Congreso de EE.UU. podría aprobar en un futuro próximo las mociones legislativas que permitirían a este país examinar el eventual despliegue de sistemas de armamentos en el espacio circunterrestre. Los motivos para pensar así sobran, empezando con los comentarios prolijos publicados a este respecto en los mayores diarios norteamericanos y terminando con el discurso que pronunció en el Senado, a finales de mayo pasado, el general Henry Obering, jefe de la Agencia Misilística de Defensa en el Ejército de Aire de EE.UU. El ministerio de Exteriores ruso reaccionó a la noticia el 25 de mayo, mediante una declaración difundida por su portavoz Alexander Yakovenko: "El armamento en el espacio extraterrestre es un genio que no debería escapar de la botella. Moscú siente especial preocupación ante las noticias de que Estados Unidos planea desplegar en el espacio las armas estratégicas, y en particular, los componentes de defensa antimisil en la órbita circunterrestre". Es obvio que la idea de un sistema DAM global está en el centro del futuro programa norteamericano de armamentos espaciales. La envergadura de tal sistema implica tareas que conllevan de forma casi inevitable el uso del espacio extraterrestre, y no importa que el programa de ensayos con los interceptores basados en la tierra no haya aportado grandes éxitos hasta la fecha. Independientemente del cómo terminen tales experimentos, el sistema DAM significa la inminente militarización del espacio. Pero centrémonos en la reacción rusa. Siguiendo a los diplomáticos, se pronunciaron sobre el mismo tema los militares. "En caso de que algún Estado planee o empiece a desplegar los armamentos en el espacio, vamos a tomar contramedidas adecuadas sin lugar a dudas" - advirtió el ministro de Defensa ruso, Serguei Ivanov, al intervenir ante la prensa el pasado 26 de mayo, en el cosmódromo de Baikonur. Desde hace décadas, Rusia mantiene invariable su postura de rechazo categórico a la militarización del espacio, recordó él. Al margen de las declaraciones ¿qué clase de represalias podría adoptar Moscú en esta materia? Un prestigioso experto ruso en problemas de las fuerzas estratégicas nucleares, quien prefiere mantener el anonimato, considera que la respuesta óptima a la emergente amenaza desde el espacio no se limitaría a la instalación de ojivas múltiples en los misiles estratégicos rusos. Rusia también continúa perfeccionando las prestaciones tácticas y técnicas de los vectores, así como las características de las ojivas en sí, precisa él. A diferencia del sistema DAM estadounidense, que de momento permanece más bien al nivel de declaraciones, los avances de Rusia en materia de las ojivas de misiles balísticos intercontinentales son bastante concretos. Se trata de los misiles RS-18 "El Estilete", o SS-19 según la clasificación de la OTAN. Es precisamente a este misil al que se refirió Vladímir Putin durante su reunión del año pasado con los altos mandos del Ejército ruso. "Rusia dispone de una cantidad considerable de misiles estratégicos basados en la tierra -afirmó el presidente-. Son decenas de misiles, así que se trata de un potencial bastante serio. Dichos misiles no han estado en régimen de guardia un solo día, se guardan en seco, y aunque no han sido fabricados hoy ni tampoco ayer, siguen siendo un artículo nuevo en cierto sentido y tienen un plazo de vida muy considerable. Y en cuanto a sus capacidades combativas, entre ellas, la de superar los sistemas de defensa antimisil, están fuera de competencia". El lanzamiento de un RS-18 en el marco de los ejercicios militares realizados en 2004 fue toda una sensación. El misil llevaba cierto dispositivo piloto que, una vez separado del vector, se adentraba en el espacio pero luego volvía hacia la atmósfera terrestre. Una maniobra, al parecer, absolutamente inconcebible para los equipos disponibles a día de hoy. A la hora de entrar en las capas densas de la atmósfera, una ojiva nuclear suele desarrollar la velocidad de hasta 5.000 metros por segundo pero está protegida contra la sobrecarga y el sobrecalentamiento. Aquel dispositivo debía tener una velocidad equiparable pero cambiaba de rumbo fácilmente y no se desintegraba. "El dispositivo es capaz de esquivar los sistemas regionales de defensa antimisil, burlar ciertos medios de control y, a la larga, superar los sistemas DAM, incluidos los prospectivos - declaró al término de las pruebas el coronel general Yuri Baluevski, jefe del Estado Mayor General del Ejército ruso -. A diferencia de las ojivas balísticas convencionales, este dispositivo puede cambiar la trayectoria del vuelo a última hora tanto de forma autónoma, obedeciendo un programa preinstalado, como por una orden, cuando ya está sobrevolando el territorio enemigo". Eso quiere decir que el RS-18 no llevaba una ojiva tradicional, que sigue una trayectoria inalterable y en principio puede ser interceptada por un antimisil, sino un dispositivo capaz de cambiar la dirección y la altura del vuelo. O sea, una ojiva desarrollada a partir de este prototipo podría burlar cualquier sistema DAM. ¿Entonces, qué sentido tiene el programa DAM? ____________________ Andrey Kisliakov es comentarista político de la Agencia Rusa de Información 'Novosti', www.rian.ru |
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