Cualquiera que se asome con objetividad a la historia paraguaya podrá constatar que el único intento de realizar una reforma agraria, luego de la devastación moral y material del país perpetrada por la Triple Alianza inspirada y sufragada por Inglaterra en 1870, fue el de la revolución del 17 de febrero de 1936. El gobierno caería en agosto de 1937, evento saludado con euforia por el representante diplomático norteamericano en Paraguay Findley Howard, quien condenaba las posiciones de los “hombres con tendencias claramente radicales” que acompañaban al presidente depuesto, Rafael Franco.

A pesar de este conocido episodio de la historia, cuya efeméride se conmemora por estas fechas, y de encontrarse el movimiento heredero de aquella revolución hoy acompañando al gobierno del cura presidente Fernando Lugo, desde la página web de la secretaría Nacional de Cultura de la Presidencia se denosta con virulencia aquella experiencia histórica, y se la acusa de manera malintencionada y reduccionista de haber iniciado la dictadura militar en Paraguay, que se mantuvo vigente hasta 1989. Ver:

http://www.cultura.gov.py/lang/es-es/2011/05/la-revolucion-febrerista-de-1936/

Este artículo difamatorio firmado por Victor Jacinto Flecha, personaje conocido por sus vinculaciones pecuniarias con embajadas extranjeras y por sus posiciones historiográficas coloniales, es una clara muestra del desprecio que profesa el actual gobierno paraguayo por la causa de la reforma agraria.

Tierras Malhabidas

Es conocido a través de publicaciones documentadas por la periodista Mabel Rehnfeldt el hecho de que tierras malhabidas adjudicadas en tiempos de la dictadura neo nazi de Stroessner al jerarca estronista Hugo De Jesús Araujo, hoy se encuentran en poder del abogado del cura presidente Fernando Lugo, Marcos Fariña. El lugar a disposición de los carperos, para mayor información, se encuentra en el kilómetro 63, distrito de Benjamín Aceval, Chaco Paraguayo.

Debemos reconocer que no sólo la ministra Gloria Rubin y su marido Humberto fueron beneficiados con tierras malhabidas en tiempos de la dictadura, también otros ministros del cura presidente Fernando Lugo, que eran conocidos privilegiados de la dictadura.

De acuerdo a la publicación de la radio Ñanduti, vinculada al gobierno a través de su propietaria la ministra Gloria Rubin, “tres ministros del gobierno de Fernando Lugo están vinculados a entregas irregulares de tierras en el "marco de la reforma agraria" según se desprende de un informe de la Comisión Verdad y Justicia sobre el destino del 19% del territorio nacional que fue entregado a personeros y cercanos a los gobiernos surgidos entre 1954 y el 2003.

El Ministro de Industria y Comercio, Francisco José Rivas figura como beneficiario de la reforma agraria entre los años 1972 y 1973, donde recibió un total de 1307 hectáreas en el departamento de Alto Paraná, una propiedad de 307 hectáreas en Hernandarias y otra de 1000 hectáreas en General Morínigo, las fincas tienen la siguiente numeración: 2435 y 2975 respectivamente, así como el título 74852 y 77487. Esto figura en la página 70 del Tomo 2 del informe de Tierras Mal Habidas de la Comisión Verdad y Justicia.

Otro de los ministros de Fernando Lugo, ligados a las entregas irregulares en épocas del dictador Alfredo Stroessner es el Ministro de Deportes Paulo Reichardt quien durante el último año de la dictadura, en 1988 recibió 4000 hectáreas en Alto Paraguay, localidad de Bahía Negra, finca 14179, título 145574. El ministro figura en la página 70 de la segunda parte del informe del TOMO IV "Tierras Mal Habidas" de la Comisión Verdad y Justicia.

El Ministro del Interior del cura Fernando Lugo, Carlos Filizzola, también heredó una importante fracción de tierras malhabidas.  Don Francisco Filizzola recibió en la época de la dictadura stronista durante el año 1980, 4000 hectáreas en Mayor Pablo Lagerenza, finca 7852, con título Nº 101372, esta información consta en la página 54 de la primera parte del tomo IV del informe de la comisión citada ya anteriormente.

Recordamos, que unas 23.000 hectáreas fueron entregadas en forma totalmente irregular en épocas de la dictadura en la conflictiva zona de Ñacunday”.

Radio Ñanduti olvidó mencionar en su crónica que entre aquellos privilegiados también se encontraba uno de sus propietarios, el animador de los cumpleaños de Stroessner, Humberto Rubin, hoy estrecho colaborador del régimen luguista, Conforme al expediente Rubín / Irala 1973, que contiene documentos sobre adjudicación de tierra, obrantes en el Instituto de Bienestar Rural, Rubín fue beneficiado con 2.000 hectáreas de tierra en la localidad de Domingo Martínez de Irala, contrariando expresas disposiciones del Estatuto Agrario, Ley No 864/63. Rubín ciertamente no era ni fue nunca sujeto de la reforma agraria, pero para un privilegiado animador de los cumpleaños del dictador poco importaba ser sujeto de la reforma agraria. Por sus servicios a la dictadura, Humberto Rubín figuró en la lista de beneficiarios del dictador hasta bien entrada la década del '80. De las tierras adjudicadas a Rubín quedan constancia en la Resolución No 862 del Instituto de Bienestar Rural, de fecha 25 de mayo de 1977.

Revolución, pero solo de palabra

Las políticas del gobierno del cura Fernando Lugo en materia de reforma agraria, pues, pecan de poco coherentes y falta de realismo, así como de consecuencia. Los defectos citados se manifiestan en otros aspectos del gobierno, por supuesto, como en las adjudicaciones de negocios que producen grandes ganancias. El empresario Reinaldo Domínguez Dibb enumeró, al mismo ministro consorte Humberto Rubin, la serie de irregularidades cometidas por la empresa Mepshow S.A., a quien de manera poco transparente el gobierno del cura agració con la quiniela arzobispal.

El espectáculo que ofreció la primera cabeza visible de esta empresa, Jorge Escobar, fue tan deprimente como el ofrecido por otros personajes del gobierno como Camilo Soares, López Perito o Marcial Congo.
El caso de los carperos prebendarios a sueldo del luguismo que hoy participan de un montaje para presentar como “progresista” al gobierno arzobispal son apenas un poco más de lo mismo.

Ya el Che Guevara advertía que una revolución no se lleva en los labios para vivir de ella, como hacen la mayoría de los personajes del gobierno arzobispal, sino que se lleva en el corazón para morir por ella.  La definición explica porqué hasta ahora la revolución que pretende vender a incautos el luguismo es solo de palabra.