En estos días, el famoso “Tramabús” de Podemos ha causado un gran estupor entre los
ciudadanos madrileños, especialmente entre aquellos dirigentes políticos, empresarios
e incluso periodistas (como Eduardo Inda) que han aparecido representados en dicho
vehículo como integrantes y coautores de “la trama”. Desde entonces, no han parado
de llover las críticas tanto por el Partido Popular como por el Partido Socialista a causa
de que Felipe González, al que consideran uno de los mejores presidentes de España,
también ha aparecido representado en él. Es inaudito ver como muchos de ellos
consideran que esto es un atentado a su imagen, cuando hace aproximadamente un
mes determinadas personas fueron partícipes de la aparición del bus tránsfobo de
HAZTE OIR “Los niños tienen pene, las niñas vagina, que no te engañen”.
¿Acaso hay que recordar a los señores/as del PP sobre quién ayudó a la creación y al
impulso de HAZTE OÍR? Si, el señor Aznar y el señor David Pérez (según el diario local
“Ágora Alcorcón”); el mismo que hace dos años catalogaba en un congreso a las
mujeres feministas como “frustradas, amargadas, rabiosas y fracasadas como
personas”.
Al igual que el señor Juancho Dumall (escritor en “El Periódico”) , desconozco con qué
fin ha sacado el señor Iglesias el “Tramabús” a la calle; si para denunciar la corrupción
política de nuestro país o para lustrar su imagen y la de su partido. Lo que sí sé es que
el mensaje del bus tránsfobo es una acometida hacia las personas transexuales de
nuestro país; personas, que no han hecho nada malo a nadie ni han sido acusadas de
corruptela política ni por difamar a través de la prensa.
Me resulta indiferente la razón por la que hayan salido ambos vehículos a la calle, es
más lo denuncio; pero al menos no sean tan hipócritas y no tengan la osadía de
promulgar la libertad de expresión y de decir que defienden la dignidad y libertad
humana.