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Animadversión, resentimientos y por qués

¡Levantémonos y movámonos antes de que sea demasiado tarde!
Carmen Muñoz
sábado, 18 de marzo de 2017, 11:27 h (CET)
Considerando que una democracia es la forma más representativa de gobierno, lo que tenemos en España no goza precisamente de una vida saludable, pues debido a la idiosincrasia española cuyo pecado capital es la envidia, nos lleva al revanchismo, de forma casi genética, de manera cotidiana.

El hecho que tengan de consensuar los distintos grupos políticos para poder gobernar, cosa que por otro lado sería lo normal en una democracia sólida y madura, aquí no resulta posible. Nos queda preguntar,¿ por qué? Porque los políticos que tenemos hoy día no piensan en el bien ciudadano sino en el sillón de turno. El desentendimiento entre los partidos políticos hacen la gobernabilidad difícil cuando no imposible.

¿Hasta cuando tenemos que soportar la ineptitud de nuestros políticos, la incongruencia de los mismos, la animadversión y revanchismo, la pléyade de privilegios, el pensar solo en ellos en vez de los ciudadanos mientras nos observan desde su atalaya de poder?

¿Por qué los grupos feministas en vez de esconderse no saltan a la calle siempre que haya una discriminación de la mujer en asuntos laborales, como por ejemplo ahora con los estibas? ¿Solo cuando creen favorecer al grupo político al que pertenezcan?

¿Por qué hemos de soportar las clases menos favorecidas económicamente los desmanes y despilfarros económicos de los políticos a costa de nuestro propio esfuerzo, diezmado hasta la saciedad?¿Por qué tenemos que admitir que a fuerza de repetir una y otra vez la mentira lleguen a considerar que es una verdad? Siendo lo peor del caso, que muchos ciudadanos lo creen verosímil a pies juntillas.

¿Por qué tenemos que tragar la ley del embudo con los políticos, lo ancho para ellos y lo estrecho para los demás? Llámese sueldos vitalicios, desgravaciones fiscales del 30% del sueldo, más de un pensión con un techo más elevado del común de los mortales, pagada por el estado, etc., etc.. ¿Y qué decir de las injusticias que soportan los viudos?

¿Por qué no alzamos la voz para cambiar todo esto, en vez de aguantar calladitos que nos abofeteen una y otra vez? ¿Que pongan y quiten a su antojo la libertad individual según convenga, a criterio del grupo político que lo promueva, las tradiciones, signos, símbolos religiosos, patrios, familiares, sociales …… por una ambición desmesurada de alcanzar los privilegios existentes en la actualidad en los sillones del poder?

Si tenemos en cuenta que los representantes políticos son elegidos para representarnos y servirnos, que somos nosotros quien les pagamos el sueldo para que construyan una sociedad más justa y equilibrada, no para que se enriquezcan a nuestra costa, si estuvieran considerados como todos los demás, es decir, sin aforismos, sin privilegios durante, pero sobre todo, después de su mandato, accediendo al cargo por conocimientos y méritos propios, no a dedo, por vocación y responsabilidad de servicio a los demás, por consiguiente a la nación etc., etc., entonces sí que habríamos hecho y gozaríamos de una sociedad moderna, equilibrada, pero sobre todo más justa.

Somos nosotros los que debeos unirnos para dejar a nuestros hijos una sociedad mejor de la que soportamos. Debemos considerar que la unión hace la fuerza y que nadie va a venir de afuera a resolver los problemas internos. Somos muchos millones los que unidos en una sola voz podríamos dar la vuelta a tantos desmanes y corrupción de todo tipo que nos están asfixiando lentamente, para que una vez sin aliento puedan seguir mangoneándonos a su gusto. ¡Levantémonos y movámonos antes de que sea demasiado tarde!

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Desde este pequeño atril de papel digital y con el permiso de los lectores presento una columna que puede producir dudas, pero también certezas. Siempre escribo con ilusión, como hace décadas se escribía con un lápiz mordido ahora convertido en lápiz digital y que intenta subrayar los ojos de los dispositivos para reflexionar.

El 25 de abril escribí y publiqué un artículo sobre el fallecimiento del papa Francisco, otro tanto hice el 2 de Mayo sobre la preparación del cónclave para la elección del nuevo papa que se celebró el 7 de mayo, y concluyó con la elección de León XIV. Por lo tanto era obligado cerrar esta trilogía, con quien ahora le corresponde gobernar la Barca de Pedro.

El nuevo papa forma parte de la congregación de los agustinos, una orden muy antigua de la iglesia católica que se inspira en la filosofía y la ética de San Agustín de Hipona, un religioso africano, seguramente berebere y casi con seguridad portador de rasgos físicos muy diferentes de aquellos con los que lo ha inmortalizado con el curso del tiempo la institucionalidad de Roma.

 
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