Otra oportunidad de oro para colocarse en la zona del playoff y otra jornada que el Girona la deja pasar. Pocos equipos habían conseguido sacar puntos de Montilivi, pero el Las Palmas hizo lo justo para frustrar a los rojiblancos, que acabaron jugando con diez.
Una semana más, el Girona sigue a las puertas del playoff de ascenso. Contra un rival teóricamente inferior, los de Agné no supieron aprovechar el 1-0 tempranero de Peragón para meterse el partido en el bolsillo ya desde el inicio.
El penalti innecesario cometido por Baustista poco después restableció las tablas iniciales y golpeaba fuerte a los gerundenses, que últimamente no parecen ese equipo que gozaba del balón y hacía gozar con su fútbol ofensivo. Ahora es un conjunto mucho más susceptible, los golpes le duelen más y cuesta rehacerse.
No es que el equipo juegue mal, son las sensaciones que transmite. Las ocasiones claras que hace dos meses entraban, ahora se topan con los palos o los porteros. Las cosas no salen tan bien como antes. La expulsión por protestar de Moha, una señal de la frustración de ver como el equipo parece que pierda gas en el momento decisivo.
La persistencia de Peragón
Una de las notas positivas del encuentro fue el gol de Roberto Peragón. El madrileño volvió a hacer bueno el dicho de “quien la sigue, la consigue”. Definido por su propio entrenador como un jugador “muy pesado” para las defensas rivales, el “24” rojiblanco hizo gala de esa virtud ante el Las Palmas.
Siempre atento en la presión, muchas veces una causa perdida, convirtió un mal control de Barbosa en el gol que adelantaba a los suyos. No es la primera vez que ocurre, ya que contra el Granada también abrió la lata tras recuperar el balón en una mala cesión al portero. Una virtud que es sin duda de gran valor para Raúl Agné.
Pese al empuje que podría haber dado un tanto de estas características, durante el resto del partido el Girona volvió a hacer gala de su falta de puntería. Despotovic, que la semana pasada se autoculpó del empate en Ponferrada tras fallar un mano a mano en el descuento, tampoco estuvo acertado ante el Las Palmas.
Sin duda, Raúl Agné necesita recuperar al serbio para poder aspirar al playoff. También debe encontrar la fórmula para devolver esa alegría que muchas veces ayuda a empujar el balón hacia dentro de la portería contraria.
El objetivo sigue a la misma distancia que la semana pasada, pero ya queda una jornada menos. Este fin de semana, los rojiblancos vuelven a jugar en Montilivi. Ante un rival directo, el Elche, el Girona podría decidir este sábado gran parte de su futuro.