La encuesta semanal de intención de voto que realiza la revista Stern ha arrojado unas cifras realmente desoladoras para el Partido Liberal, que perdería incluso su representación en el Parlamento Federal si se celebrasen elecciones hoy, puesto que le votarían menos de un 5% de los electores.

El FDP, que cuenta con una vicepresidencia y cinco ministerios clave en el Gobierno de Merkel (Economía, Sanidad, Justicia, Desarrollo y Exteriores), se ha visto gravemente afectado por los contenidos de los cables filtrados por WikiLeaks, que han sacado a la luz la existencia de un informante para la Embajada estadounidense en las altas esferas de los liberales. Se trata nada menos de Helmut Metzner, el jefe de la oficina de Westerwelle, que ya ha sido apartado del partido.

Según los despachos revelados por WikiLeaks, Metzner facilitó a Estados Unidos informaciones detalladas sobre las negociaciones para la formación del nuevo gobierno conservador-liberal en octubre de 2009. El contenido del cable está disponible en la web de WikiLeaks.

A la vista de estas informaciones y teniendo en cuenta la opinión, no muy positiva, que tienen de Westerwelle los diplomáticos estadounidenses, los votantes del FDP se han sentido “molestos” con su partido, según afirma el sociólogo Manfred Güllner, quien añade que el mensaje que está llegando a la opinión pública es que el Partido Liberal “no puede salir de su anquilosamiento”. El vicepresidente Westerwelle tiene ante sí una difícil papeleta, puesto que en poco más de un año ha perdido casi un 10% de apoyo entre el electorado. No sucede lo mismo con el partido de Merkel, que se mantiene en un 34% en intención de voto.

Del lado de la oposición, los socialdemócratas del SPD siguen marcando mínimos históricos con un 23%, el mismo porcentaje que obtuvieron en las elecciones de 2009, cuando firmaron su peor resultado, con diferencia, desde el final de la II Guerra Mundial. En el polo opuesto al SPD se encuentran sus antiguos socios y más que probables aliados futuros: los Verdes alcanzarían cotas ni siquiera imaginadas para ellos hace pocos meses, sobrepasando el 20% de los votos, si hoy se celebrasen los comicios federales. Hay que recordar que los ecologistas obtuvieron apenas un 10,7% de los votos en las últimas elecciones, lo cual de todos modos significó su mejor resultado de siempre.

Así las cosas, una posible coalición rojo-verde sumaría el 44% de los sufragios, mientras que la segunda coalición de Merkel con los liberales no llegaría al 40%. Los comunistas de La Izquierda, por otra parte, se mantienen en torno al 10%, dos puntos menos que los obtenidos en las elecciones de 2009.