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Alfredo Hernández

Parecía imposible

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Quien podía suponer que el amar era transferible a los bienes materiales. Pues se transfirió , y en los años setenta o aún antes, lo que tienes ya delante, para amar, te lo han cambiado y el amante será el coche, el turrón…o quién sabe si unos guantes. Es decir, el deseo en consumir ahora se ama..y a este amor no hay quien lo aguante.

Este modo de vivir, y el hedonismo imperante hacen ahora del amar, algo poco edificante. Ya no existe, ni es moda lo elegante, ya son formas trasnochadas el comportarse elegante. El amor sólo es viandante, no es aquel que vibrante hacía del detalle un mundo. Ya el mundo es algo cambiante, y el andar es el reflejo de luna al cuarto menguante, que de miel lo era antes.

La pareja requería, en el mundo de un aislante, mantenerse embelesada, que embobado era el amante. Ahora ya se aíslan, quien lo aguante,, en el ocio¡ qué importante!, dime tú si te emociona, si resulta emocionante. Y si en el ocio hay barullo, un barullo atosigante que quita la intimidad, tú seguirás adelante, pero es tirar el amor aunque digas que es flamante.

Pero volviendo al amor, que resulta que es tu coche y, claro tendrá volante, que tenga funda de cuero, o mejor, que sea de ante. Más, si en amor no te guía, te tragarás un rasante. No merece que le quieras, el coche ¿qué va a donarte?, sólo quiere que le cuides, que le pongas carburante, buen aceite que engrasante, le mantenga primoroso.

¿No te asusta , que en amar se ame lo circunstante? Te rodean, te utilizan… que vuelvan a lo importante, no seas un simple danzante, que bailas en esa danza de la música que tocan y que ahora es chocante, pues lo que antes era vano ahora es..enamorante.

Dios nos quite esos amores, piensa un poco caminante, que estás caminando mal, serás el simple viandante que se asoma al abismo del hedonismo imperante, y caerás si no reculas, retrocedes al amor que es el que llena, el amar a un solo amante.

Déjate de tonterías, no dejes a los que manipulantes, quieren que a la fuerza aceptes lo no es nada importante. Para amar hay que elegir, que elegir es lo importante y que el amor te enriquezca, que lo que has de tú buscar, es un amor que en amar sea un garante.

Parecía imposible

Alfredo Hernández
Alfredo Hernández
martes, 23 de noviembre de 2010, 08:05 h (CET)
Quien podía suponer que el amar era transferible a los bienes materiales. Pues se transfirió , y en los años setenta o aún antes, lo que tienes ya delante, para amar, te lo han cambiado y el amante será el coche, el turrón…o quién sabe si unos guantes. Es decir, el deseo en consumir ahora se ama..y a este amor no hay quien lo aguante.

Este modo de vivir, y el hedonismo imperante hacen ahora del amar, algo poco edificante. Ya no existe, ni es moda lo elegante, ya son formas trasnochadas el comportarse elegante. El amor sólo es viandante, no es aquel que vibrante hacía del detalle un mundo. Ya el mundo es algo cambiante, y el andar es el reflejo de luna al cuarto menguante, que de miel lo era antes.

La pareja requería, en el mundo de un aislante, mantenerse embelesada, que embobado era el amante. Ahora ya se aíslan, quien lo aguante,, en el ocio¡ qué importante!, dime tú si te emociona, si resulta emocionante. Y si en el ocio hay barullo, un barullo atosigante que quita la intimidad, tú seguirás adelante, pero es tirar el amor aunque digas que es flamante.

Pero volviendo al amor, que resulta que es tu coche y, claro tendrá volante, que tenga funda de cuero, o mejor, que sea de ante. Más, si en amor no te guía, te tragarás un rasante. No merece que le quieras, el coche ¿qué va a donarte?, sólo quiere que le cuides, que le pongas carburante, buen aceite que engrasante, le mantenga primoroso.

¿No te asusta , que en amar se ame lo circunstante? Te rodean, te utilizan… que vuelvan a lo importante, no seas un simple danzante, que bailas en esa danza de la música que tocan y que ahora es chocante, pues lo que antes era vano ahora es..enamorante.

Dios nos quite esos amores, piensa un poco caminante, que estás caminando mal, serás el simple viandante que se asoma al abismo del hedonismo imperante, y caerás si no reculas, retrocedes al amor que es el que llena, el amar a un solo amante.

Déjate de tonterías, no dejes a los que manipulantes, quieren que a la fuerza aceptes lo no es nada importante. Para amar hay que elegir, que elegir es lo importante y que el amor te enriquezca, que lo que has de tú buscar, es un amor que en amar sea un garante.

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