| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
|
|
Las palabras de Vidal, ¿recuerdan hace tres semanas?, son constitutivas de delito, con dimisión o sin dimisión, porque de lo contrario serían solo un farol. Y el tema es demasiado grave para andarse con bromas de este calibre. Con las declaraciones de Vidal se destapa la caja de los truenos porque lo que él afirmaba es que la Generalitat, órgano del Estado español, está tejiendo un proceso político con fondos de todos los españoles y con funcionarios que forman parte de la Administración Pública española.
El Ejecutivo de Puigdemont niega cualquier ilegalidad y defiende su transparencia. Y Vidal, tras su dimisión, asegura que se trataba de simples opiniones. Las cosas no deberían quedar así. De momento no sabemos mucho más, aunque las palabras de Vidal no fueron un farol sino que están basadas en la realidad.
En una cultura ética repleta de principios atávicos no superados pareciera que la reprobación moral de la familia no venciese la idea de otredad al entender la primera como un espacio colonizado y externo a cualquier realidad por escatológica que resultase. El tacticismo político usa de forma sombría este tipo de herencias sociales para definir las fronteras entre lo posible y no posible.
El sistema dominante o establishment estadounidense utilizaría la dictadura invisible del consumismo compulsivo de bienes materiales para anular los ideales del individuo primigenio y conformar una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable mediante las técnicas de manipulación de masas.
Nosotros, hombres sencillos, de difícil discurso, sólo tenemos claro varios términos muy simples: TIMO, ENGAÑO, MENTIRA, REALIDAD y VERDAD. Académicamente hay conceptos que se definen de tal forma que parecen lo que no son o son lo que no parecen... SÓLO UNA BUENA EDUCACIÓN ACLARA CADA SIGNIFICADO.
|