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Etiquetas | La tronera | Política | Izquierda Unida
La concejala merece un escrache de escarmiento o una llamada de atención de su partido, su ayuntamiento y su jefe de filas, salvo que acepten todos este tipo de corrupción

Doble moral de la izquierda

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Leo en la prensa sevillana que una concejala de Izquierda Unidad lleva a sus hijas en coche oficial al instituto. ¡Esto ya es el colmo! Y no piensen que es un hecho aislado porque hace unos años un consejero de mi tierra ordenaba a su conductor de coche oficial que llevara a su esposa al médico. No voy a entrar en otros hechos más rocambolescos, como el de aquel consejero y su chofer que acostumbraban a parar en barras americanas cuando regresaban de noche de algún acto oficial: eso se lo contaré a ustedes en otra ocasión, con nombres, apellidos y matrícula del vehículo.

Tales situaciones me llevan a pensar en la situación golfa que se genera entre los cargos políticos, sobre todo cuando confunden lo público con lo privado. ¿Creen ustedes que en esto hay diferencia de colores, credos y formaciones políticas? Pues no. Doy fe.

El acto de la señora concejala es una golfada, sin más, aunque hay muchas otras adjetivaciones. Han tenido que ser los padres del alumnado del instituto quienes denunciaran la tropelía de la concejala de IU en el Ayuntamiento. La tal Eva Oliva es reiterativa; no lo ha hecho una vez ni dos ni tres sino ‘chiquicientas’ veces.

Lo peor de todo es que este tipo de gente presume de poder hacerlo. Y lo hace ante los demás padres que llevan a sus retoños al ‘cole’ o al ‘insti’. Se creen por encima del bien y del mal, al igual que la podemita Bescansa con el postureo de su bebé en el Congreso de los Diputados. Por cierto, Bescansa recibió palos en toda la prensa europea y desde entonces se utiliza su imagen para atizar al partido pro terrorista y pro chavista, ‘Podemos’.

La acción de la concejala de IU no la han negado ni en su partido y, aunque ha sentado muy mal, intentan disculparle porque ha sido “por problemas de conciliación familiar”. ¡Qué conciliación ni que zarandajas! Si son ellos los que critican esas actitudes en todos los demás. ¿Ven ustedes la hipocresía de la izquierda rastrera y cebollona? Ni siquiera nos sirve como justificación lo que dicen desde IU: “Alguna vez, (…), Eva ha usado el coche para llevar a sus hijas al instituto, pero siempre de forma puntual y porque ha habido un conflicto a la hora de conciliar su agenda política con su responsabilidad como madre. Cuando tiene una reunión temprano mete en la ruta el instituto, porque de otra forma o no cumpliría con su responsabilidad política o no cumpliría con su responsabilidad como madre”.

Señora concejala comunista: cuando mis hijos eran pequeños y me sucedía eso, llamaba a un taxi o creaba un puesto de trabajo con una persona que atendía esa necesidad. ¡Y no me vengan con la estupidez de “problemas de conciliación”, como si a los demás nos hubiera caído del cielo la conciliación familiar! Sin duda la concejala merece un escrache de escarmiento o una llamada de atención de su partido, su ayuntamiento y su jefe de filas, salvo que todos ellos acepten como normal este tipo de corrupción.

Por esa regla de tres, me gustaría saber si los demás podemos pedir un coche al Ayuntamiento de nuestra ciudad cuando tengamos el mismo problema que esta señora. ¿Creen que no tenemos esos problemas? ¿Por qué la casta sí puede y la ciudadanía no? ¡Si precisamente la soberanía reside en el pueblo! Hipócritas, corruptos, mentirosos y aprovechados son los apellidos más extendidos entre ese tipo de gente. Y créanme que se lo merecen.

En muchos sitios existe eso que llaman “caminos escolares seguros e itinerarios peatonales” con el fin de que los jóvenes puedan acudir sin problemas a sus centros, incluso en bicicleta. Los hijos de la concejala comunista ya son mayorcitos para ir solos. ¿Piensa acompañarlos hasta cuanto tengan ligue formal o pareja barragana?

¿Cómo reaccionaría un concejal o una concejala si un ciudadano llama a su Ayuntamiento para conocer la ruta de los coches de los concejales para ver si pueden acercar a sus hijos al instituto? Personalmente lo voy a hacer la próxima semana. Va a ser a modo de prueba porque mis niños llevan años volando solos. ¿Apuestan a que en el Ayuntamiento de mi ciudad me mandan a tomar por donde la espalda pierde su digno nombre?

Pues ya lo ven. Quienes más critican la doble moral, se empachan de ella en cuanto pisan alfombra roja, despacho amplio y concejalía/conserjería con mando. ¡Cuánta hipocresía por la izquierda! ¡Cuánta indignidad en ese tipo de ciudadanos! Pero, miren ustedes, esto no es nada si lo comparamos con otras ‘hazañas’ que se están cometiendo a diario en Ayuntamientos y comunidades autónomas donde ha surgido ‘Podemos’ con la complicidad de sus mascotas comunistas de Izquierda ‘Hundida’ con el apellido “(…) tiene la palabra”. Por lo que se está viendo y lo que están haciendo….mejor que no la tenga.

Doble moral de la izquierda

La concejala merece un escrache de escarmiento o una llamada de atención de su partido, su ayuntamiento y su jefe de filas, salvo que acepten todos este tipo de corrupción
Jesús  Salamanca
martes, 14 de febrero de 2017, 00:01 h (CET)
Leo en la prensa sevillana que una concejala de Izquierda Unidad lleva a sus hijas en coche oficial al instituto. ¡Esto ya es el colmo! Y no piensen que es un hecho aislado porque hace unos años un consejero de mi tierra ordenaba a su conductor de coche oficial que llevara a su esposa al médico. No voy a entrar en otros hechos más rocambolescos, como el de aquel consejero y su chofer que acostumbraban a parar en barras americanas cuando regresaban de noche de algún acto oficial: eso se lo contaré a ustedes en otra ocasión, con nombres, apellidos y matrícula del vehículo.

Tales situaciones me llevan a pensar en la situación golfa que se genera entre los cargos políticos, sobre todo cuando confunden lo público con lo privado. ¿Creen ustedes que en esto hay diferencia de colores, credos y formaciones políticas? Pues no. Doy fe.

El acto de la señora concejala es una golfada, sin más, aunque hay muchas otras adjetivaciones. Han tenido que ser los padres del alumnado del instituto quienes denunciaran la tropelía de la concejala de IU en el Ayuntamiento. La tal Eva Oliva es reiterativa; no lo ha hecho una vez ni dos ni tres sino ‘chiquicientas’ veces.

Lo peor de todo es que este tipo de gente presume de poder hacerlo. Y lo hace ante los demás padres que llevan a sus retoños al ‘cole’ o al ‘insti’. Se creen por encima del bien y del mal, al igual que la podemita Bescansa con el postureo de su bebé en el Congreso de los Diputados. Por cierto, Bescansa recibió palos en toda la prensa europea y desde entonces se utiliza su imagen para atizar al partido pro terrorista y pro chavista, ‘Podemos’.

La acción de la concejala de IU no la han negado ni en su partido y, aunque ha sentado muy mal, intentan disculparle porque ha sido “por problemas de conciliación familiar”. ¡Qué conciliación ni que zarandajas! Si son ellos los que critican esas actitudes en todos los demás. ¿Ven ustedes la hipocresía de la izquierda rastrera y cebollona? Ni siquiera nos sirve como justificación lo que dicen desde IU: “Alguna vez, (…), Eva ha usado el coche para llevar a sus hijas al instituto, pero siempre de forma puntual y porque ha habido un conflicto a la hora de conciliar su agenda política con su responsabilidad como madre. Cuando tiene una reunión temprano mete en la ruta el instituto, porque de otra forma o no cumpliría con su responsabilidad política o no cumpliría con su responsabilidad como madre”.

Señora concejala comunista: cuando mis hijos eran pequeños y me sucedía eso, llamaba a un taxi o creaba un puesto de trabajo con una persona que atendía esa necesidad. ¡Y no me vengan con la estupidez de “problemas de conciliación”, como si a los demás nos hubiera caído del cielo la conciliación familiar! Sin duda la concejala merece un escrache de escarmiento o una llamada de atención de su partido, su ayuntamiento y su jefe de filas, salvo que todos ellos acepten como normal este tipo de corrupción.

Por esa regla de tres, me gustaría saber si los demás podemos pedir un coche al Ayuntamiento de nuestra ciudad cuando tengamos el mismo problema que esta señora. ¿Creen que no tenemos esos problemas? ¿Por qué la casta sí puede y la ciudadanía no? ¡Si precisamente la soberanía reside en el pueblo! Hipócritas, corruptos, mentirosos y aprovechados son los apellidos más extendidos entre ese tipo de gente. Y créanme que se lo merecen.

En muchos sitios existe eso que llaman “caminos escolares seguros e itinerarios peatonales” con el fin de que los jóvenes puedan acudir sin problemas a sus centros, incluso en bicicleta. Los hijos de la concejala comunista ya son mayorcitos para ir solos. ¿Piensa acompañarlos hasta cuanto tengan ligue formal o pareja barragana?

¿Cómo reaccionaría un concejal o una concejala si un ciudadano llama a su Ayuntamiento para conocer la ruta de los coches de los concejales para ver si pueden acercar a sus hijos al instituto? Personalmente lo voy a hacer la próxima semana. Va a ser a modo de prueba porque mis niños llevan años volando solos. ¿Apuestan a que en el Ayuntamiento de mi ciudad me mandan a tomar por donde la espalda pierde su digno nombre?

Pues ya lo ven. Quienes más critican la doble moral, se empachan de ella en cuanto pisan alfombra roja, despacho amplio y concejalía/conserjería con mando. ¡Cuánta hipocresía por la izquierda! ¡Cuánta indignidad en ese tipo de ciudadanos! Pero, miren ustedes, esto no es nada si lo comparamos con otras ‘hazañas’ que se están cometiendo a diario en Ayuntamientos y comunidades autónomas donde ha surgido ‘Podemos’ con la complicidad de sus mascotas comunistas de Izquierda ‘Hundida’ con el apellido “(…) tiene la palabra”. Por lo que se está viendo y lo que están haciendo….mejor que no la tenga.

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