Escribo sobre “el gran fraude generacional de las pensiones”... Sí, sobre eso de que el cálculo de la pensión no depende de cuánto has cotizado, sino de cuánto has cobrado (que es bastante menos). Es decir, se obliga a los jóvenes a pagar más por un sistema que no les devolverá lo invertido... El sistema actual no se sostiene, y si seguimos por este camino, no sólamente hipotecamos las pensiones futuras, hipotecamos la libertad, el trabajo y la dignidad de toda una generación. Eso es lo que nos pasa y lo que nos pasará, incluso bastantes años más tarde de que consigamos librarnos del régimen gubernamental de Sánchez con los comunistas, ya que los jóvenes, según el Instituto Nacional de Estadística, son las personas desde los 15 a los 34 años, los que están en ese intervalo de edad que no van a recibir cuando se jubilen, lo que hoy el Gobierno sanchista les quita, es decir, las cotizaciones salariales presuntamente dedicadas a su jubilación. Porque en el fondo y en la forma también nos mienten en los datos del empleo. España, en términos de empleo, es un espejismo entre el triunfalismo y la realidad. España necesita una reforma laboral honesta, que no oculte cifras ni disfrace contratos, y necesita también un Gobierno que afronte los problemas sin vender humo, porque con los parados no se juega, ni se hace propaganda. Lo cierto es que entre el triunfalismo gubernamental sobre el empleo y la realidad española hay un abismo. La mentira es la esencia de este Gobierno sanchista/comunista, y el desastre económico y la pobreza generalizada por ese sistema es la realidad constatada.
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