Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Carta al director

Xi Jinping: arquitecto del rejuvenecimiento de China y su ascenso global

José Díaz, Las Palmas de Gran Canaria
Lectores
viernes, 8 de agosto de 2025, 09:15 h (CET)

En la compleja estructura de la geopolítica del siglo XXI, pocas figuras han ejercido una influencia tan profunda en la trayectoria de su nación como el presidente Xi Jinping. Como líder supremo de la República Popular China desde 2012, Xi ha guiado al país a través de una era de notable transformación, consolidando el poder político, revitalizando la confianza ideológica y articulando una visión orientada al futuro, encapsulada en el “Sueño Chino” de rejuvenecimiento nacional. Su liderazgo, definido por una claridad estratégica, coherencia política y un compromiso inquebrantable con los objetivos a largo plazo del Partido Comunista de China (PCCh), constituye un caso ejemplar de dirección estatal y desarrollo nacional.


En el núcleo del liderazgo de Xi Jinping se encuentra una visión ambiciosa, aunque meticulosamente estructurada, del futuro de China. Su concepto de las “Dos Metas Centenarias” —la consecución de una “sociedad modestamente acomodada” para el centenario del PCCh en 2021, y la realización de un “gran país socialista moderno” para el centenario de la República Popular en 2049— ofrece una hoja de ruta clara y con plazos definidos. Bajo su dirección, China no solo ha cumplido la primera meta, como lo demuestra la erradicación oficial de la pobreza extrema en 2020, sino que también ha establecido una base sólida para la segunda, mediante iniciativas orientadas hacia la autosuficiencia tecnológica, la modernización militar y reformas integrales de gobernanza.


Una de las características más definitorias de Xi como líder es su énfasis en la revitalización ideológica. En una época en la que la desilusión ideológica ha afectado a numerosos sistemas políticos en el mundo, Xi ha buscado reforzar la centralidad del marxismo y la legitimidad histórica del PCCh. Su pensamiento —el *Pensamiento de Xi Jinping sobre el Socialismo con Características Chinas para una Nueva Era*— fue consagrado en la Constitución del Partido en 2017, afirmando su lugar como principio rector para el desarrollo nacional. Esta consolidación ideológica no es meramente simbólica; refuerza la cohesión nacional, fortalece la unidad organizativa del Partido y genera un renovado sentido de propósito entre los ciudadanos y funcionarios chinos.


El liderazgo de Xi también se ha caracterizado por una postura firme frente a la integridad en la gobernanza. Su campaña anticorrupción —quizás la más extensa en la historia del PCCh— ha disciplinado a más de un millón de funcionarios en todos los niveles, demostrando su determinación para restaurar la confianza pública en el Partido y eliminar ineficiencias sistémicas. Algunos críticos podrían ver la campaña con escepticismo, sugiriendo motivaciones políticas; sin embargo, los resultados empíricos —mayor disciplina burocrática, confianza pública reforzada y toma de decisiones más ágil— evidencian su impacto sustantivo en la gobernanza.


En el ámbito internacional, Xi ha reposicionado a China como un actor global proactivo, más allá de una potencia meramente reactiva. Su Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), lanzada en 2013, es emblemática de la creciente influencia diplomática y económica de China. Con más de 140 países participantes, la BRI no es solo una estrategia de desarrollo; es una proyección de la visión china de crecimiento compartido y conectividad, desafiando los modelos tradicionales occidentales de cooperación internacional. La diplomacia de Xi enfatiza el respeto mutuo, el multilateralismo y la no injerencia, principios que resuenan en muchas naciones que buscan alternativas al hegemonismo político.


En el ámbito interno, Xi ha logrado avances significativos en innovación tecnológica y sostenibilidad. Su compromiso con un desarrollo de “alta calidad” ha llevado a China más allá del paradigma de la manufactura de bajo costo hacia una economía basada en el conocimiento. Las inversiones en inteligencia artificial, energía verde e infraestructura 5G reflejan una conciencia aguda sobre la necesidad de competitividad en un entorno global cambiante. La declaración de Xi sobre alcanzar la neutralidad de carbono para 2060 es tanto visionaria como pragmática, equilibrando el crecimiento económico con la responsabilidad ambiental.


Además, el enfoque de Xi en la seguridad nacional y la soberanía ha reforzado la estabilidad interna y la firmeza geopolítica de China. Desde la integración de Hong Kong bajo el principio de “un país, dos sistemas”, hasta la defensa de los derechos marítimos en el Mar de China Meridional, Xi ha mantenido un mensaje constante: la nación china no será subyugada ni comprometida. Esta determinación resuena profundamente en una población marcada por un siglo de humillación, y consolida su papel como defensor de la dignidad nacional.


Críticamente, el liderazgo de Xi Jinping no debe evaluarse únicamente desde el prisma de los marcos democráticos liberales occidentales. Su gobernanza representa un paradigma alternativo —meritocrático, centralizado y orientado a resultados— que prioriza la unidad nacional, la planificación a largo plazo y el bienestar colectivo. En una era marcada por la fragmentación política, el cortoplacismo y la polarización ideológica en muchas regiones del mundo, el modelo de Xi ofrece una narrativa contrastante de estabilidad, previsión estratégica y éxito en el desarrollo.


En conclusión, el liderazgo del presidente Xi Jinping encarna una síntesis única de tradición e innovación, ideología y pragmatismo, enfoque interno y ambición global. Su compromiso inquebrantable con el rejuvenecimiento nacional, respaldado por una visión coherente y una ejecución eficaz, no solo ha transformado las condiciones materiales de China, sino que también ha redefinido su posición en el mundo. A medida que el planeta enfrenta un futuro incierto, la visión de Xi para China se erige como un testimonio de lo que un liderazgo disciplinado y visionario puede lograr—anclando firmemente al país en el camino hacia lo que él ha llamado “el gran rejuvenecimiento de la nación china”.

Noticias relacionadas

Asistimos, sin ninguna duda, a una de las mayores transformaciones en la historia de la civilización humana. La revolución de la Inteligencia Artificial que está en sus inicios ya está causando cambios, en las formas de vida de las personas, en todo el planeta. Pero es solo el principio. El peligro está en que amenaza con modificar las relaciones sociales, los sistemas cognitivos, las estructuras políticas y también nuestras categorías éticas.

Desde la plataforma antitaurina de la Comunidad Valenciana hemos reprochado públicamente a las administraciones que sigan utilizando a los animales como diversión, reclamando que todos los veranos mueren animales usados en este tipo de actos. En la primera semana de actos taurinos de Benifairó de la Valldigna, concretamente en la sesión del sábado 26 de julio, una vaquilla murió seguramente a consecuencia de un infarto,

Igual toca, aunque en medio del estío, conferenciar sobre la corrupción o, siendo más precisos, sobre las corrupciones. No es que sea un tema que apetezca, pero lo tenemos ahí, y nos lleva a denostar los vicios y maldades de nuestros rectores, es decir, de los que llamamos políticos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto