El otro día, en un encuentro informal, hablábamos de Cristóbal Montoro, del que fue ministro de hacienda, de aquel ministro austero, que ordenaba inspecciones fiscales, pues no le gustaban los criticones.
El tema, nos llevó a hablar de otros temas, nos llevó a irnos por las ramas. Del tronco a las ramas. Suele pasar cuando los tertulianos no son especialistas: La corrupción legislativa. La lucha contra la desinformación. Las cortinas de humo. Y la similitud fonética.
El primero: Conocíamos la corrupción de la adjudicación a cambio de una comisión.. Pero no habíamos oído hablar de hacer leyes a medida para favorecer a un cliente. ¡Ostras, esto es gordo!. El segundo: Algunos dicen, que al ministro de hacienda, las críticas, no le gustaban, y contra estas “desinformaciones, ordenaba inspecciones. El tercero: Alguien insinuó que este tema había aparecido para actuar como una cortina de humo. Es decir, para tapar la corrupción del PSOE. Insinuación que provocó una reacción airada: ¡Seamos serios¡. ¡Evitemos las tonterías!. El cuarto: El Montoro y la Montero. El que fue ministro de hacienda, y la que lo es ahora. Similares fonéticamente, desiguales en ideas. Creemos que la que nos fiscaliza ahora, es más demócrata, pues respeta más la libertad de expresión. Y está más con Los de abajo…
|