La Función del Orgasmo (1942) de Wilhelm Reich es un texto pionero que fusiona el psicoanálisis, la biología y la teoría social en una crítica radical a la represión de la sexualidad por parte de la civilización occidental. A menudo desestimado durante su vida e incluso ridiculizado por sus controvertidas afirmaciones sobre la energía orgónica, Reich sigue siendo una figura incomprendida pero fundamental en la historia de la psicología y el pensamiento político. La Función del Orgasmo no es simplemente un tratado provocador sobre la salud sexual; es una valiente reinvención de la vitalidad y la libertad humana. Este ensayo defiende y elogia la obra seminal de Reich por su innovación teórica, audacia política y perdurable relevancia para los discursos contemporáneos sobre la sexualidad, la salud mental y la liberación corporal.
En esencia, La Función del Orgasmo es el intento de Reich de validar científicamente el orgasmo como un mecanismo de descarga biológica crucial para la salud psicológica. Se basa en la teoría freudiana de la libido, pero rompe decisivamente con la ortodoxia freudiana al rechazar la idea de que la libido sea meramente simbólica o sublimada. Para Reich, la energía sexual —lo que posteriormente denominó «orgone»— es real, fisiológica y esencial para el funcionamiento saludable del organismo humano. El orgasmo, por lo tanto, no es un mero acto erótico, sino un proceso psicosomático mediante el cual se libera la tensión bioenergética acumulada. Las alteraciones en este mecanismo de liberación, según Reich, conducen a lo que él llamó «impotencia orgástica», una condición que, según él, sustentaba las neurosis y la disfunción social.
Lo que hace tan poderosa la postura de Reich es su insistencia en la unidad de la psique y el soma. En una época en que la psicología abstraía cada vez más la mente del cuerpo, priorizando lo simbólico sobre lo somático, Reich devolvió el análisis a la experiencia visceral y corporizada del deseo. Vinculó la tensión muscular, o "coraza corporal", con la represión emocional, sentando las bases de lo que posteriormente se convertiría en terapias somáticas. Con ello, Reich anticipó el trabajo de teóricos posteriores como Alexander Lowen, Stanley Keleman e incluso investigadores contemporáneos del trauma como Bessel van der Kolk. Por lo tanto, La Función del Orgasmo se erige como un texto temprano fundamental en el movimiento para reconectar el bienestar psicológico con la experiencia corporal.
Además, la obra de Reich es notable por sus implicaciones políticas. No consideraba la represión sexual una patología individual, sino una piedra angular de la cultura autoritaria. En su análisis, la salud sexual y la libertad política están profundamente entrelazadas. Argumentó que las sociedades dominadas por instituciones rígidas y jerárquicas —ya sean religiosas, fascistas o capitalistas— requieren la supresión de la expresión sexual natural para mantener el control. Esta audaz hipótesis, que vincula la estructura familiar, la educación sexual y el poder estatal, sigue siendo sorprendentemente relevante en la actualidad. Reich sostenía que las personas a quienes se les niega la capacidad de expresar plenamente su sexualidad son más fácilmente manipuladas, obligadas a obedecer y coaccionadas a la conformidad ideológica.
Desde esta perspectiva, La Función del Orgasmo no es un mero texto clínico, sino revolucionario. Reich consideraba la liberación sexual como parte integral del proyecto más amplio de la emancipación humana. Sus escritos políticos posteriores, como La Psicología de Masas del Fascismo, profundizan en esta tesis, pero es en La Función del Orgasmo donde convergen por primera vez las dimensiones biológica y política. La visión de Reich es utópica, pero no ingenua: creía que la represión sexual tenía profundas raíces históricas y estaba arraigada en estructuras institucionales que solo podían revertirse mediante la transformación tanto individual como social.
La obra de Reich también resuena con los movimientos modernos de liberación sexual y de género. El reconocimiento de que la represión sexual no es solo un asunto personal, sino político, se alinea con las críticas feministas, queer y postestructuralistas al poder. Si bien el propio Reich tenía puntos ciegos, en particular en relación con las dinámicas de género, su insistencia en que los cuerpos son espacios tanto de control como de resistencia sigue siendo una perspectiva fundamental. En una época donde la autonomía corporal sigue siendo cuestionada en el ámbito político, La Función del Orgasmo se presenta con renovada urgencia.
En conclusión, La Función del Orgasmo de Wilhelm Reich es una obra pionera que exige una renovada atención académica y clínica. Su síntesis radical de psicología, biología y política nos reta a repensar los límites de la salud mental, el legado de la represión y las posibilidades de la libertad encarnada. Lejos de ser una reliquia del radicalismo de mediados de siglo, las ideas de Reich siguen provocando, inspirando e informando los esfuerzos por imaginar una experiencia humana más liberada e integrada. Leer La Función del Orgasmo hoy es encontrarse con un pensador cuya audacia sigue siendo inigualable, y cuya visión de la plenitud es más necesaria que nunca.
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