La palabra “hyena” deriva de la palabra griega “hyaina” que significa “cerdo”. Y tiene una larga tradición de asociación con la crueldad, la traición y la codicia. “HYAENIDAE”, nombre científico, simboliza la voracidad, la cobardía y la grosería.
En el mundo capitalista abundan manadas de este animal -este “vicho”- inmundo y de repugnante escoria en modo de personas que nos gobiernan a través de sus “sociedades” y sus Consejos de Administración sin haberse presentado nunca a unas Elecciones. Y, claro, las personas (títeres) que están al frente de los gobiernos de la mayoría de los países (quizás no sea el caso de España en la actualidad, aunque yo no pondría la mano en el fuego viendo cómo actúan la Sra. Botín del Banco Santander y ese Sr., Florentino Pérez, de ACS, por citar algunos de los más relevantes “personajes”) no dejan de ser “hienas” al servicio del expoliador capital embustero, hipócrita y falsario. Basta con el mandatario de Israel, Netanyahu, como ejemplo, para entender fácilmente lo que son las “hienas” que pueblan medio mundo y gran parte del otro medio. Sin olvidar a parte de la Justicia, en el caso de España, donde también hay más de una “hiena” en esos llamados Palacios de Justicia, donde se debería luchar contra la verdadera corrupción, contra toda la corrupción, incluida las suya misma, “pero el mundo no es perfecto y las puñetas no son sinónimo de limpieza” como afirma José Antonio Gómez director de Diario 16.
Si digo el mundo capitalista en el título, me estoy refiriendo, prácticamente, al cómputo total de países existentes en este, cada vez, más inhabitable planeta. Y señalo esto, porque no sólo me estoy refiriendo a los países occidentales, sino también a los orientales, pues ya me contarán si, por ejemplo, China, India, Rusia y todos los que forman los BRICS de oriente, contando los últimos que han llegado, no son en realidad países capitalistas en el fondo y las formas ya. Por decir algo que suponga una referencia capitalista, diré que los cuatro Bancos con más activos del mundo son chinos, por delante ya de ese Gran Banco americano, JP Morgan Chase. Además, los chinos tienen otros dos Bancos entre los 20 primeros del mundo.
Pero, verdaderamente (salvo excepciones como la de Netanyahu y algunos más que andan por ahí, mirando bien en Centroamérica y Sudamérica y parte del Este del Este y África), las “hienas” son las Grandes Corporaciones del mundo, Banco incluidos, obviamente. Y muy especialmente esas Grandes Corporaciones que se dedican a la fabricación de armamento. Según tengo entendido, las cinco mayores están, como no podía ser de otra forma, en los Estados Unidos de América (USA), pero también las hay en cualquier sitio, caso de Rusia, Alemania (que va camino de tropezar de nuevo con la misma piedra), e incluso en nuestro propio país. Sin olvidar a los “asesinos de niños y mujeres” israelitas, que, igualmente, están entre los mayores exportadores de armamento del mundo… por si no tenían bastante con el que le proporciona USA para perpetrar sus flagrantes asesinatos de esos “niños y mujeres” en Gaza y Cisjordania. Claro que, nadie que esté en su sano juicio, pondrá en duda que Israel -al completo- es una base americana en Oriente Medio.
Mas, hay otras muchas Corporaciones que no se dedican a la fabricación de armamento, pero que son también Grandes Empresas de los “señoritos” de toda la vida que manejan igualmente muchos de los hilos del mundo actual, por supuesto, con los americanos de USA al frente, y, sin olvidar a las otras grandes potencias económicas como Reino Unido, Francia, Italia, Japón y un largo etc., incluida España.
No voy a entrar -eso es cosa de grandes economistas- en analizar las empresas de esos países antes citados, aparte de que sería demasiado amplio de exponer, pero si tengo que decir que el peso del Estado en la bolsa española se redujo en ocho años del 12,2% a un minúsculo 0,52% por las tan sonadas privatizaciones, primero del Sr. González Márquez y luego del Sr. Aznar (El Muñeco Luciano) y su ministro el Sr. Rato. De tal modo que Grandes Corporaciones como Iberdrola, Telefónica, Endesa, Repsol, Argentaria, AENA (al 50%), Red Eléctrica, Aceralia, Indra, Iberia, Transmediterránea, etc., etc. pasaron a manos de los “señoritos” de siempre por unas cuantas monedas. Y, evidentemente, ahora están gobernadas por auténtica “hienas” que no cejan de imponer sus criterios multicapitalistas opresores a toda una sociedad española, y si no miren lo que cuesta la luz, el agua, y cualesquiera de los servicios que son de primera necesidad. De hecho, de las 130 empresas públicas de hace 30 años, sólo quedan ya 16.
En fin. No soy quién para decir que es lo mejor que hay que hacer para evitar que el Estado siga siendo expoliado por cuatro “hienas” empresariales y por sus secuaces y comisionistas, pero, por decir algo importante en mi opinión, Las Cortes Españolas deberían aprobar -ya sin la mínima pérdida de tiempo- la derogación de esas Leyes que permiten las subcontratas y esa “patada” en los testículos, con perdón por la expresión, de la “Ley de sobrecostos”, que hace que todas las licitaciones (la mayoría fraudulentas) tengan siempre una cantidad superior a la contratada, y que, obviamente, sirve para alimentar a las otras “hienas”, las de la política… que, ciertamente, como estamos viendo cada día, son muy numerosas, demasiado numerosas diría yo en este sufrido país al que se lleva expoliando 300 años y no han podido acabar con él. Por cierto, ¡vaya con la mala suerte que tenemos los españoles con los políticos! No nos sale uno medio decente (reitero, abundan las “hienas”), y si sale alguno, se lo “cepillan” los sicarios de la prensa capitalista y “las cloacas ministeriales”, donde abunda ese animal repugnante y carroñero capaz de disputarle a los leones su presa.
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