No debería hacer falta, ya que, la mayoría de las personas que leen los artículos y los escritos de la prensa independiente conocen de sobra el significado del vocablo “reencarnado”, pero siempre hay algunos a los que hay que definirles ciertos vocablos como el citado para que se enteren de que va el asunto. Sobre todo, si no son muy católicos o muy poco creyentes y no lo han oído nunca; o esos jóvenes de la actual modernidad que ni siquiera saben quién es el presidente del Gobierno de su país, aunque, eso sí, saben quién es el tal Abascal que los va a sacar de su “adormecimiento”, y, en muchos casos, de su parasitismo congénito para llevarlos al nacionalsocialismo escorial de los años 30 en Alemania. ¡Pobres chicos!... ¡y chicas!
Por lo tanto, para los primeros y para los ignorantes, voy a poner la definición de “reencarnado”: significa volver a encarnar o a tomar forma corpórea. En términos filosóficos o religiosos, la reencarnación implica que la esencia no física de un ser vivo (alma o espíritu) comienza una nueva vida en un cuerpo diferente tras la muerte biológica. Dicho sea de paso, algo muy de moda en el cine actual.
Pero, de lo que servidor quiere hablarles hoy es de la cantidad de políticos de la derechona del PP (de Vox, lo haremos en otra ocasión, aunque no hace mucha falta explicar su reencarnación dada la claridad manifiesta) que, según estamos viendo cada día, se han reencarnado del famoso líder del Nacionalsocialismo, Joseph Goebbels. ¡Gritan, amenazan, exigen sin motivo, insultan, intentan acobardar, lanzan todo tipo de infundios (fake news), etc., etc.!, e inventan toda clase de bulos y mentiras asemejándose a Goebbels cuando dijo lo de “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”, como unos vulgares embusteros, hipócritas y falsarios. Sólo hay que ver las intervenciones en esa manifestación (del bocadillo y la cerveza, y viaje pagado) de la Plaza de España de Madrid recientemente celebrada. A la que, por cierto, han asistido “cuatro gatos” mal contados, porque ¿dónde estaba ese millón seiscientos mil votos de la Sra. Ayuso en la Comunidad de Madrid? ¿En la playa ya? ¡Qué cosas!
En fin, aparte de lo de la manifestación de Madrid, cada día escuchamos al Sr. Aznar -El Muñeco Luciano-, que aún no se ha ido a pesar de que se le vislumbran las arrugas que denotan que como el vino malo se ha agriado con el tiempo, y sus sandeces propias para bobos; al Sr. Tellado, que tiene siempre el aspecto como si de un combate de lucha se fuera a celebrar, en tensión total cada vez que ladra algo que deja de manifiesto su ineptitud y su desconocimiento de lo que está tratando; a la Sra. Gamarra, igualmente, con una tensión que cualquier cardiólogo mandaría tomar una pastilla de “lobivon” antes de empezar a hablar, por si acaso le da un “patatús, tras esforzarse sin conseguir articular algo de provecho que no sea una “berrea” más; al Sr. Semper (el moderado), que es una excepción del griterío de sus compañeros, pero que tampoco sirve de mucho lo que expresa dada su quintuplicada banalidad; a la Sra. Ayuso, con poca fuerza en la garganta, pero, al estilo más dormilón, ¡ladrando y ladrando! lo que el tal Miguel Ángel Rodríguez (¡qué víbora!) le ha escrito en un papel, porque de su talante poco o nada se puede aprovechar y de su intelecto bastante menos, amén de que está más que condicionada por las “hazañas” de su compañero de cama, y a la que ya habría que haber hecho dimitir (lo de los 7291 mayores muertos por falta de asistencia en la Pandemia) o expulsar del partido si éste fuera una fuerza democrática y no un partido heredero del franquismo más retorcido; al Sr. Moreno Bonilla, presidente de Andalucía (otro reencarnado de Goebbels), que tiene a una gran parte de alumnos soportando 32 grados de temperatura en las aulas y un hospital, su hospital “estrella”, inaugurado cuatro veces en dos años, con enfermeros no especializados atendiendo a niños con enfermedades mentales y con la UCI cerrada desde abril, ninguna actividad quirúrgica en agosto, cerrada la planta sexta de medicina interna todo el verano al igual que las plantas quinta y cuarta de cirugía y medicina interna y cirugía que ya estuvieron cerradas el pasado verano de 2024, todo un ejemplo de magnífica gestión política para poder “chillar como una rata entallada”.
Y, por último, el Sr. Núñez Feijóo, que se olvida que su partido, el Partido Popular, es -como señala David Torres- la mafia de Vito Genovese. Un personaje que “atesora” tres analfabetismos a saber: Analfabetismo funcional, o sea, la capacidad de una persona para leer y escribir de manera limitada, con una comprensión deficiente de lo leído y dificultad para expresar ideas por escrito, que puede leer y escribir, pero no de forma adecuada o comprensible; analfabetismo moral, algo que se relaciona con la pérdida o ausencia de valores éticos y morales en una persona y analfabetismo cultural, que implica la falta de comprensión o conocimiento de la cultura, tradiciones, costumbres o valores de un grupo social.
Salido de la Galicia profunda como sus antecesores, FF (Franco y Fraga), amigo de un narcotraficante, lo que denota fácilmente sus intenciones públicas, como ya hiciera en su Galicia natal donde recibió numerosas críticas por sus recortes en servicios públicos. Durante su mandato se cerraron 1 de cada 10 escuelas públicas (más de 140 en toda la comunidad autónoma) y se redujo la dotación en educación en más de 100 millones de euros. Las críticas a su gestión de la sanidad pública han sido constantes y numerosas, siendo especialmente criticado el cierre del paritorio de Verín.
Presidente heredero del único partido español condenado por corrupción, con un sinfín de casos que en su mayoría la Justicia “tuerta” (sólo ve por el ojo derecho) ha archivado, aunque algunos andan todavía coleando, y sin contar lo de las “cloacas” del Ministerio del Interior con su compadre Rajoy, y con unos familiares que no dejan de amasar pasta en su Galicia natal a base de contratos divididos, al estilo de Julio César cuando dijo eso de “divide et vinces”. Un personaje que quiere ser presidente del Gobierno lo antes posible -no sea que la Ayuso se lo trague cuando menos lo espere, pues de esa Sra. se puede esperar cualquier cosa relacionada con la indignidad- sin exponer ninguna de sus intenciones relacionadas con la economía, el trabajo, la sanidad y los demás servicios sociales, seguramente, porque lo que piensa es no hacer nada que no beneficie a la Gran Empresa, los Fondos Buitre, la Banca, y demás expoliadores del trabajo, terminando de acabar con los Sindicatos que ya bastante tocados están. Es decir, llegar a ser el mandamás de un país sólo por su cara -jeta- bonita sin prometer nada de nada al pueblo soberano. Muy demócrata este “nacionalsocialista” del siglo XXI emulando a Hitler, y ya veremos si no nos encontramos cualquier día la calle tomada por la fuerza por sus huestes de sicarios, con el Parlamento ardiendo, y con el apoyo (de la Justicia ya lo tienen) de esos que por no dañar su dignidad (la de la mayor parte de ellos) no voy a nombrar… como hiciera en 1933 el Führer.
De modo que, si este “personajillo” fuera capaz de meterse en la cabeza alguna de estas frases famosas que les voy a puntear, al menos habríamos ganado algo si llega a gobernar, que no lo va a tener fácil: “La prueba de nuestro progreso no es si añadimos más a la abundancia de aquellos que tienen mucho; es si proporcionamos suficiente a aquellos que tienen demasiado poco” de Franklin Delano Roosevelt; “No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige” de Séneca; “cada paso que da el zorro le acerca más a la peletería” Proverbio chino; “Un solo plato no basta para dar de comer a dos ladrones” de Aristófanes; “Un hombre puede construirse un trono de bayonetas, pero no puede sentarse en él” de William R. Inge; “Si sonríes, tendrás amigos; si frunces el ceño, tendrás arrugas” de George Eliot; y, por último, un proverbio croata: “Todos los hongos son comestibles; algunos, sólo una vez”.
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