Ayuso, Mazón y Feijóo entre la mentira y el odio

Reunión de pastores ovejas muertas. Éste es el resumen que podemos sacar de la conferencia de Presidentes de las CCAA. que se celebró en el Palau de Pedralbes en Barcelona. Una reunión boicoteada desde el principio por el Partido Popular que, incluso, hizo un intento de chantaje amenazando con no presentarse en Barcelona si no estaban en el orden del día sus propuestas.

Sánchez, consciente que este tipo de aquelarres presididos por el rey tienen poca importancia y consecuencias en el día a día gubernamental, accedió a las presiones del PP, y la reunión, finalmente, tuvo un orden del día tan denso que difícilmente tendrá consecuencias en la rutina diaria de la gobernanza del Estado. Una vez más la realidad nos muestra que en esto de las autonomías no creen la mayoría de los presidentes de las CCAA, sólo vascos y catalanes quieren ir más allá, al resto ya les viene bien tener un lugar donde poder colocar amigos, conocidos y saludados, porque, hasta ahora, es casi para lo único que ha servido aquel invento del “café para todos” que Adolfo Suárez se sacó de la chistera para frenar las aspiraciones independentistas de Cataluña y Euskadi en plena Transición.

Pedro Sánchez tuvo la foto que quería, la plana mayor de los “barones” del PP haciéndose la foto con él y el rey en Barcelona, una demostración que Illa, fiel escudero de Sánchez, ha logrado “pacificar” Catalunya, ahora el Borbón ya puede acudir a la capital catalana sin que acaben entre llamas los contenedores de la Plaza Urquinaona. Así pueden decir que el “procés” ya es historia. Mientras el independentismo está retirado de las calles pensando cómo volver a encender entre la ciudadanía la llama del deseo de independencia que a estas alturas parece estar en stand by, pero no desaparecido como algunos, entre ellos los Gobiernos socialistas de Madrid y Catalunya van pregonando como una buena nueva a todos los que quieran escucharles y creer. Los presidentes de las CCAA bajo el mando del Partido Popular también tenían sus oscuras intenciones puestas en la reunión del Palacio de Pedralbes. Primero amenazaron con no presentarse si Sánchez no aceptaba todas sus propuestas, y cuando éste aceptó eran tantos los temas a tratar y discutir que el aquelarre presidencial de CCAA sirvió para bien poco que se pueda considerar positivo, excepto para cuatro CCAA que aceptaron una de las proposiciones de Sánchez relativa a intentar resolver mínimamente el problema de la vivienda. Ellos, los del PP, siguiendo instrucciones de Feijóo, habían ido a Barcelona a pedir que Sánchez convoque elecciones generales, una forma como otra de calentar la manifestación que bajo el lema “Mafia o democracia” había convocado el PP para el domingo en Madrid.

E, incluso, el más inmoral, indigno y mentiroso de todos los presidentes del PP, Carlos Mazón, tuvo la osadía de pedir la dimisión de Pedro Sánchez y la convocatoria de elecciones generales por considerarlo responsable de la NADA. Mazón, que aún no ha dejado claro dónde estaba la tarde del 29-O, Mazón, a quien miles de valencianos desde hace siete meses vienen pidiendo la dimisión, Mazón, el peor presidente que han tenido la Comunidad Valenciana, era difícil superar la desastrosa gestión de Zaplana y Camps, pero él lo ha hecho con sobresaliente, Mazón, que acabará en la prisión de Picassent por donde ya han pasado muchos dirigentes del PP valenciano, es un indeseable al que, miles de valencianos, esperamos la Justicia juzgue y condene a pasar un tiempo en Picassent por 228 homicidios por omisión.

Al presidente valenciano le acompañó, en esta competición para ver quién decía el disparate más grueso, la presidenta de Madrid, una Isabel Díaz Ayuso desatada como una adolescente enloquecida por hacerse famosa gracias a un programa televisivo, soltando tonterías y desfachateces por la boca, abandonó la reunión al escuchar hablar en euskera al lendakari Imanol Pradales. La presidenta madrileña que, durante la pandemia, mientras que por la aplicación de los protocolos sanitarios aprobados por su Gobierno morían desasistidos en los geriátricos madrileños 7,291 ancianos por no tener contratada una póliza de seguro con la sanidad privada, presumía que en Madrid la divisa era “Cañas (de cerveza) y Libertad” en una más de sus habituales muestras de supremacía españolista e ignorancia.

IDA se comportó como una niña mimada y maleducada, cada uno es como es y ella, además, es un títere en manos de su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, que es quien mueve los hilos y la maneja como le viene en gana. El pobre Feijóo está empujado a hacernos creer que el PP es un partido centrista mientras se agarra con fuerza con una mano de los fascistas de VOX y con la otra de Ayuso que está esperando el momento oportuno para soltarle y dejarle caer en el abismo de los políticos caídos en desgracia. Ayuso con sus desprecios hacia catalanes y vascos está cerrando al PP las puertas de la Moncloa al Partido Popular que necesita al PNV y JUNTS, que, de momento, son indispensables para que Feijóo pueda llegar a la Presidencia del Gobierno de España, a no ser que PP y VOX sumen los 176 escaños que constituyen la mayoría absoluta.

Ayuso, Mazón y Feijóo en estos momentos están atrapados por sus circunstancias. Ayuso comienza a ponerse nerviosa porque comienzan a aparecer por los pasillos de algunos juzgados los trapicheos de su pareja y también el fantasma de los ancianos muertos en los geriátricos madrileños durante la pandemia, y Feijóo ya no sabe a qué mentira encomendarse para echar a Sánchez del banco azul del Gobierno. Hay que tener cuajo para, desde el Partido Popular, convocar una manifestación bajo el lema “Mafia o democracia”, adjudicándose ellos, los aprendices adelantados de la corrupción, la defensa de la democracia, y pedir elecciones generales cuando, como él, se ha sido cobarde ante un Mazón totalmente desprestigiado que para seguir gobernando se ha arrojado en brazos del fascismo con tal de seguir aforado y con la esperanza de alcanzar una bonita pensión de retiro de 75.000 euros anuales durante quince años.