El uso de la inteligencia artificial (IA) para la generación de contenido y traducción se ha extendido rápidamente en el ámbito empresarial. Sin embargo, su implantación sin la supervisión de un lingüista puede derivar en errores graves que afectan a la calidad de la comunicación y a la toma de decisiones.

Nuadda Translations, empresa española pionera en gestión de la comunicación multilingüe, advierte sobre los peligros de delegar las tareas a aquellos sistemas inteligentes que no entienden previamente el contexto, la cultura, ni la responsabilidad ética que conlleva una comunicación profesional.
“La IA no garantiza precisión. La IA es una herramienta poderosa, sí, pero no es neutral, ni plenamente fiable, ni mucho menos consciente. Confiar en ella sin filtros humanos es un riesgo que muchas empresas aún no valoran”, afirma Arancha Caballero, CEO de Nuadda, presidenta de ANETI y miembro activo de los comités técnicos de Servicios de traducción y Lenguaje claro de UNE.
Errores que comprometen la toma de decisiones
Los modelos generativos predicen el texto que espera recibir el usuario, basándose en la solicitud que recibe. A menudo, incurren en “alucinaciones”, es decir, en la invención de datos o cifras que suponen un riesgo inaceptable en sectores como el jurídico, financiero o sanitario. También presentan sesgos, omisiones y variaciones significativas, especialmente en idiomas menos representados, afectando así a la coherencia de los mensajes, el cumplimiento normativo y la reputación de las empresas.
En las tareas de traducciones, la IA puede alterar formatos, introducir errores terminológicos o suprimir información esencial. En un entorno empresarial globalizado, donde la comunicación precisa y la transparencia son fundamentales, estos fallos pueden desencadenar consecuencias legales, financieras o regulatorias. El informe State of Machine Translation 2024 de Intento se hacía eco de que incluso los traductores profesionales deben corregir un 11 % de los textos generados por IA para los idiomas donde se obtienen mejores resultados. Además, el 80 % de los errores graves en documentos multilingües se debe a fallos de traducción.
Integrar a la IA con responsabilidad
La CEO de Nuadda asegura que: “Las empresas no deben delegar ciegamente en la IA. Aunque es una herramienta útil, carece de criterio, ética y conocimiento contextual. En una traducción, esto es especialmente delicado, ya que hablamos de comunicación estratégica, donde la información es relevante”.
En contextos multilingües, la revisión humana no es un lujo, sino una necesidad crítica que garantiza la seguridad jurídica, la responsabilidad reputacional y la coherencia de marca.
Además, Nuadda recuerda que el uso intensivo de sistemas de IA también conlleva un elevado consumo energético (un prompt de ChatGPT consume el equivalente a medio litro de agua). Las empresas comprometidas con criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) deben considerar su huella digital y aplicar criterios éticos en la adopción de nuevas tecnologías.
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