A menudo, al pensar en alimentos con alto contenido de azúcar, vienen a la mente dulces, refrescos o bollería. Sin embargo, numerosos productos cotidianos que cualquier persona mete en la cesta de la compra percibidos como saludables o neutros, esconden grandes cantidades de azúcares añadidos. Este "azúcar oculto" representa un desafío para los consumidores que buscan mantener una dieta equilibrada y provoca que la mayoría de la población lo ingieran sin enterarse.

El consumo excesivo de azúcares añadidos está vinculado a problemas de salud como la obesidad, la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. En España, el 55,8% de la población adulta tiene exceso de peso y el 18,7% sufre obesidad, según la AESAN. Además, la prevalencia de la diabetes ha alcanzado el 14,8%, afectando a uno de cada siete adultos. Sin embargo, los supermercados están llenos de productos que esconden el azúcar de su composición y ponen trabas a rebajar esta tendencia hacia el sobrepeso.
Estos son algunos de los productos que, según los expertos en nutrición de FITstore, encubren más azúcares y la gente no lo sabe:
Salsas
Las salsas que venden en los supermercados son una de las principales fuentes de azúcar oculto. "Muchas salsas comerciales contienen azúcares añadidos para mejorar su sabor y textura, lo que puede pasar desapercibido para el consumidor medio", Luis Cañada, experto en nutrición y fundador de FITstore. Salsas como el kétchup, la mostaza o las vinagretas pueden contener elevadas dosis de azúcar, y en algunas como la salsa de soja, se pueden encontrar en los supermercados marcas donde el azúcar llega a representar hasta cerca del 50% de su composición.
Pan de molde
Aunque no tiene un sabor dulce, el pan de molde suele contener ingredientes impensables. El azúcar, además de para mejorar la textura, se emplea para prolongar la vida útil del pan.
Cereales
Muchos cereales, incluso los etiquetados como "saludables", contienen altos niveles de azúcar, que pueden superar el 25% del total del producto. “Este caso es especialmente grave en el caso de los cereales infantiles donde este exceso de azúcar es disimulado con dibujos animados y colores intensos que ocupan gran parte de los envases. El azúcar se añade para mejorar el sabor y la palatabilidad del producto”, explica Cañada.
Bebidas en cápsulas
Erróneamente el listado de ingredientes de las cápsulas de té y café no suelen revisarse. En algunos casos, el producto puede llegar a suponer hasta un 97% de azúcares. “Damos por sentado que los cafés y tés en cápsulas son 100% naturales y un único ingrediente. No obstante, la realidad es bien distinta y muchas ocasiones estamos comprando azúcar y poco más".
Zumos de fruta envasados
Las versiones comerciales de los zumos comerciales suelen incluir azúcares añadidos. “Una trampa bastante común es el uso de concentrados, a los cuales se les extrae gran parte del agua para conseguir una mayor concentración de azúcares, limitando además sus propiedades. Aunque se perciben como saludables, contienen azúcares añadidos que aumentan significativamente su contenido calórico. Es preferible consumir la fruta entera para aprovechar su fibra y reducir la ingesta de azúcar”, matizan desde FITstore.
Embutidos y fiambres
Productos como jamón cocido, pechuga de pavo o pollo en lonchas, mortadela, salchichón, chorizo, bacon o salchichas (tipo Frankfurt) pueden contener azúcares para mejorar su textura y sabor. ¿El motivo? El azúcar permite una mejor conservación al ayudar a inhibir el crecimiento de bacterias; potencia el sabor equilibrando el sabor salado o ácido de algunos productos; y aporta color y textura.
Pizzas congeladas y sándwiches envasados
Muchas pizzas congeladas contienen azúcar en la masa o en las salsas para mejorar el sabor y la textura. Algo similar pasa con los sándwiches listos para consumir, que suelen contener azúcares ocultos en los panes y salsas utilizadas. Es recomendable revisar las etiquetas y optar por opciones con menos azúcares añadidos.
¿Cómo se camufla el azúcar en el listado de ingredientes?
En el etiquetado, el azúcar se esconde bajo nombres como maltodextrina, jarabe de maíz, dextrosa o fructosa, que suenan técnicos y pasan desapercibidos para quien no conoce la terminología. Estas variantes ofrecen distintos niveles de dulzor y ayudan a ajustar textura y conservación, pero esconden la cantidad real de azúcares añadidos.
Además, separan cada tipo de azúcar para que ninguno figure al principio de la lista de ingredientes (donde va lo más abundante) y así no parezcan predominantes. Un producto puede llevar “jarabe de maíz”, “glucosa” y “maltosa” por separado, ocultando el total de azúcar; por eso conviene revisar el apartado de azúcares en la tabla nutricional.
Consejos para evitar el azúcar oculto
Para reducir la ingesta de azúcares añadidos, FITstore ofrece las siguientes recomendaciones:
Leer las etiquetas: Revisar la lista de ingredientes y la información nutricional para identificar la presencia de azúcares añadidos. Desconfiar de las etiquetas llamativas: Términos como "light", "sin azúcar" o "natural" pueden ser engañosos. Es importante verificar la composición real del producto. Priorizar alimentos frescos: Optar por frutas enteras, verduras, legumbres y cereales integrales, que no contienen azúcares añadidos. Cocinar en casa: Preparar comidas caseras permite controlar los ingredientes y evitar aditivos innecesarios. Limitar el consumo de productos ultraprocesados: Estos alimentos suelen contener altos niveles de azúcares, grasas saturadas y sodio.
"El problema no es solo lo que se compra, sino cómo se decide. No sabemos todavía interpretar una etiqueta, confiando a ciegas en los reclamos publicitarios del frontal cuando casi nunca se ajusta a la realidad", explican desde FITstore.
“El azúcar oculto en productos cotidianos representa un desafío real. La concienciación y la educación nutricional son fundamentales para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas y reducir su ingesta de azúcares añadidos. Adoptar hábitos saludables de forma constante es clave para mejorar la salud y prevenir enfermedades que se puedan ser promovidas por consumo excesivo de azúcar”, reconoce Luis Cañada.
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