Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Paternidad | Padres | Hijos | Tiempo

El tiempo ingastable

Nos venden –al igual que con el amor, el sexo o la felicidad– la imagen de una paternidad que no existe o que yo no he sido capaz de mantener continuamente
Manuel Rebollar Barro
viernes, 11 de abril de 2025, 10:15 h (CET)

"Es que en mi tiempo los segundos son ingastables", le dice un niño de unos 7 años a su padre en el vestuario de la piscina cuando este le recrimina que no colabore para cambiarse y que van a llegar tarde a donde sea. Su tono es bronco, contenido y apurado, porque sabe que no están solos y que el reloj prosigue su ritmo. Me mira, le miro, sonriente y comprensivo, haciéndole ver que sé por lo que está pasando, que no hay nada nuevo bajo el sol y que es una fase que hemos de atravesar todos. Se van a toda prisa y, mientras me visto con calma, recuerdo que yo también me ponía desagradable con mi hijo cuando me sucedían acciones similares, sintiéndome un mal padre, incapaz de sobrellevar la crianza con el optimismo y la paciencia que nos venden en todos los utópicos manuales de vida, porque la realidad no es así.


Me hubiera gustado tanto ver algún capítulo en el que el padre de Caillou explotara alguna vez. Nos venden –al igual que con el amor, el sexo o la felicidad– la imagen de una paternidad que no existe o que yo no he sido capaz de mantener continuamente. Y soy un tío majo, paciente, divertido, exigente..., pero también, como el padre que se marcha, me agotaba cuando había de luchar por cada acción para ajustar mi tiempo (el que es de todos) al suyo (que fue el de todos y acabó engullido por la realidad). Y yo después me sentía mal, por gritar o por apremiarlo, ya que se dejaba llevar por su mundo, rico en creatividad, pero poco práctico en una vida cuyas coordenadas son las agujas de un reloj que martilleaba –y martillea– mi conciencia.


Y miro al chaval que se va a trompicones, ajeno al mundo hostil que le espera, y me reconozco hace 45 años, cuando mis segundos tampoco se gastaban (inquietante emoción la de reconocerte desde fuera en las acciones de los que nos sucederán) y eran mis padres los que me traían de vuelta al universo de los mayores. Y entonces entiendo que ya me he convertido en ellos, en su lucha contra mí, y comprendo que quizá seamos tan solo el eje sobre el que oscila la existencia, un testigo que fluye entre lo que seremos y lo que fuimos (mi hijo será yo mientras yo, ahora, en este instante, en este recuerdo, he sido más él que él mismo), pasado y futuro de la vida.


Tanto Darwin, tanta evolución, tanta IA y descubrir que todo es a la vez desde siempre y para siempre, un aleph en armonía al ritmo que marca el tiempo, que no se desgasta porque pervive en algo tan intangible y eterno como la memoria.

Noticias relacionadas

Tres campos sociales se erigen desde hace tiempo como los nichos o abrevaderos fundamentales de los que se nutren de materia prima los principales medios de comunicación para producir noticias sin parar con el propósito finalista de distorsionar y manipular la realidad creando así un espectáculo permanente de fruslerías que provoquen asombro o escándalo en las personas cautivas de consumo mediático.

"No vamos a romper la estabilidad para ponernos en manos de PP y Vox, la peor oposición que ha tenido nuestro país", dijo el presidente en su comparecencia ante los medios. ¿Se habrá escuchado la barbaridad que ha soltado? ¿Se puede ser más antidemocrático que este nefasto personaje chulesco y engreído? Él puede pactar con proetarras, independentistas y bandoleros golpistas, pero los demás han de pactar sólo con quien él diga.

Frente a los prudentes, los fatuos se envalentonan. Es el problema de los que miden sus actos y contienen sus lenguas. El obispo de Madrid, Enrique Tarancón, lo dijo varias veces: el exceso de prudencia es una imprudencia. ¿Cuál es la imprudencia? Que demos pábulo a toda una serie de cosas que son, hablando “prudentemente”, impresentables.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto