Un terremoto de magnitud 5,4 en la escala de Richter, y una réplica de magnitud 5, han sacudido en la noche de este domingo el centro de Colombia, sin que por el momento haya informaciones sobre víctimas mortales.
El primer seísmo tuvo lugar a las 19.20 horas (hora local), con su hipocentro a 22 kilómetros de profundidad, según el Servicio Geológico Colombiano. Apenas dos horas después, un segundo terremoto ha sacudido la zona.
Los servicios de emergencia han informado de daños menores en viviendas en el departamento de Huila, donde se han situado los epicentros. Los seísmos se han sentido en la capital, Bogotá, y algunos municipios de Cundinamarca.
Por su parte, el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Iván Márquez, ha criticado las informaciones falsas publicadas en redes sociales, que han desatado el pánico entre la población.
"Las únicas informaciones oficiales de prevención, atención y de respuesta son las que salen del UNGRD o de entidades técnicas como el Servicio Geológico", ha dicho, tal y como ha recogido el diario local 'El Colombiano'.
Cada 19 de agosto, el mundo conmemora el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, una fecha establecida por la Asamblea General de Naciones Unidas en 2008 en recuerdo del atentado contra la sede de la ONU en Bagdad en 2003, en el que murieron 22 personas, entre ellas el enviado especial Sérgio Vieira de Mello.
La crisis alimentaria en Sudán se agrava día a día, pero afecta al doble de mujeres y niñas que de hombres en las mismas zonas. Nuevos datos de ONU Mujeres revelan que los hogares encabezados por mujeres (FHH, en inglés) son tres veces más propensos a sufrir inseguridad alimentaria que los encabezados por hombres.
World Vision advierte sobre una emergencia humanitaria prolongada que ha dejado a la infancia haitiana atrapada entre el fuego cruzado de las pandillas, el hambre y la falta de atención global. En Haití, una generación entera está creciendo en medio del miedo. Las niñas y niños ya no juegan, no caminan hacia la escuela, no sueñan con el futuro. En su lugar, se enfrentan al sonido de los disparos, el hambre y el trauma emocional.
