Hay cuestiones que no se pueden pasar por alto porque forman parte de una chulería burlesca y de un insulto que no se debe consentir; máxime cuando se tienen muchas cosas que esconder. Me estoy refiriendo al procurador del PSOE, José Francisco Martín, quien se dirigió a la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, y la presidenta de la Comisión en esta materia de las Cortes regionales, Irene Cortés, en el sentido de que estaban haciendo un uso “fascista” de la institución pública.
El procurador socialista, José Francisco Martín, reprochaba a la consejera que, a petición propia, interviniera para tratar el tema de cuentas de la Comunidad. Parece ser que le molestó porque hay pendientes otras comparecencias y siempre se le adelanta Pilar del Olmo. Y todo por dejadez, vagancia y desidia del PSOE de la comunidad. Ver para creer. Este procurador no suele distinguir entre lo necesario y lo importante; máxime cuando él aún no ha dado explicaciones de esos 141.610 euros que ‘trincó’ en lo que hoy es Banco Ceiss, al menos eso es lo que dice el informe de Auditoría de Caja Duero y Caja España de los años 2006 a 2011. Ya se sabe que no se debe esputar hacia arriba porque acaba uno empapado. Y “este procurador ya huele”, como dicen sus compañeros del PSOE.
En una sociedad desarrollada, y en pleno siglo XXI, no se puede consentir que un procurador de las Cortes acuda a éstas con la boca cargada de insultos, improperios y con mala baba (mala fe). Al menos la consejera tuvo la suficiente educación y solo le espetó que era un “caradura político”. Hoy día, el PSOE no tiene nada que decir ni aportar; en las Cortes de Castilla y León le han comido la tostada tanto Ciudadanos como UPL y Podemos. Lo más sorprendente es que el portavoz de la formación podemita ha dicho en los medios de comunicación que “el PSOE se ha convertido en un partido de vagos”: según Fernández, dicen unas cosas en los medios, pero no trabajan. Puso tantos ejemplos de tantos casos que hoy, en Castilla y León, el partido socialista tiene la imagen de que no trabaja y está más pendiente de lo nacional. Es un partido descolocado y alocado.
A día de hoy, José Francisco Martín no ha retirado el insulto de “fascista”. A ello se une que precisa de un diccionario de la Real Academia porque utiliza un vocabulario obsoleto y pasado en el tiempo. No ha evolucionado. Cuando no se tiene nada que decir hay que buscar calificativos para no decir nada, aunque suponga insulto. Es vergonzoso que gente como este parlamentario aún pulule por el mundo político, aunque sea por un mundo de segunda división. Lo que sí ha hecho la consejera ha sido comparecer cuando era necesario y lo ha hecho con una alta dosis de honradez, cosa que en estos tiempos tiene doble mérito. Además, el día que compareció era el día oportuno para hablar de los presupuestos, puesto que era la fecha límite que establece el Estatuto para su presentación.
Y ya que el procurador socialista pide a los demás que cumplan con sus obligaciones, no estaría de más que lo hiciera él. En primer lugar dejar la política, donde ya ha hecho el ridículo pleno; en segundo lugar, definirse y saber hacia dónde va y a quién apoya, porque siempre está escondido cuando pintan bastos en el PSOE y, en tercer lugar, debería explicar el porqué de su apoyo al plan de Caja España-Duero que tanto daño hizo a miles de familias en Castilla y León: llegó a apoyar la propuesta de arbitraje de la fraudulenta Caja España, a sabiendas de que eso arruinaba a miles de ellas. Su objetivo, al parecer, no era otro que empezar a tapar una decisión en la que él participó como buitre en el consejo de administración de la fraudulenta entidad.
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