Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Apariencia | Imagen | Hipocresía | Mentiras

Apariencia o realidad

En un mundo donde la imagen lo es todo, ser auténtico se convierte en un acto revolucionario
Conchi Basilio
jueves, 2 de enero de 2025, 11:26 h (CET)

La hipocresía, entendida como el acto de fingir virtudes, sentimientos o intenciones que no se tienen, se ha convertido en una herramienta cotidiana. Personas que critican en voz alta lo que en privado practican, quienes predican valores que no aplican o aparentan estar por encima de los demás.


Este fenómeno no es nuevo, pero en la era de la inmediatez y la exposición digital, se ha amplificado. La imagen que se proyecta se ha vuelto más importante que la realidad misma y quienes no participan en este juego de apariencias corren el riesgo de ser etiquetados como “inadecuados o insuficientes”.


A menudo las mentiras no se cuentan para engañar a los demás, sino para encajar en un molde social, “tengo el trabajo ideal”, “mi relación es perfecta”, “mi vida es maravillosa” son frases que, aunque no dichas abiertamente, se sugieren a través de publicaciones y conversaciones cuidadosamente diseñadas.


Sin embargo, las mentiras tienen un coste elevado, por un lado, desgastan emocionalmente a quienes las utilizan, pues mantener una fachada requiere un esfuerzo constante, por otro generan relaciones superficiales basadas en percepciones falsas que tarde o temprano se desmoronan.


El vivir solo de apariencias implica construir un castillo de arena. En la búsqueda de la aprobación, las personas sacrifican lo auténtico, relegan sus verdaderos intereses y emociones y se convierten en prisioneros de las expectativas ajenas. Esto no solo afecta la autoestima, sino que también crea un vacío existencial. Las conexiones humanas pierden profundidad y significado cuando están basadas en lo que se quiere mostrar y no en lo que realmente se es.


Además, quienes se dejan llevar por la hipocresía y las mentiras suelen subestimar la inteligencia de los demás si bien algunas máscaras pueden funcionar a corto plazo, las contradicciones siempre salen a la luz, revelando la fragilidad de esa imagen construida. Romper con ese círculo de hipocresía y apariencias no es fácil, pero es posible. Requiere un acto de valentía, aceptarse a uno mismo, con defectos y virtudes y aprender a valorar las conexiones basadas en la honestidad. La autenticidad significa actuar con coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, significa aprender a vivir sin miedo al juicio de los demás y enfocarse en lo que realmente importa, la paz interna, las relaciones genuinas y la satisfacción personal.


En un mundo donde la imagen lo es todo, ser auténtico se convierte en un acto revolucionario. Es un recordatorio de que la verdad, aunque menos atractiva, siempre tiene un valor más duradero que cualquier mentira o fachada.


Vivir con sinceridad no sólo libera, sino que permite construir una vida que realmente tenga sentido, lejos del peso de las apariencias.

Noticias relacionadas

El último informe de la UCO detalla la actividad delictiva de una «organización criminal» integrada por altos cargos del Gobierno y del Psoe. Los jefes de esta banda no eran segundos espadas. José Luis Ábalos y Santos Cerdán han sido los hombres de confianza de Pedro Sánchez y los número dos en el Gobierno y en el partido durante años. Ellos son los dos que han llevado durante el sanchismo la manija del poder en el Gobierno y en el Psoe.

En las novelas podemos llegar a entender las acciones por las que el más vil de los asesinos cometió sus crímenes, y dejarle abierta una puerta al menos a su, digamos, salvación espiritual, porque hay páginas y tiempo para explicarlo.

Dicen que a las tres humillaciones al hombre (mejor que del hombre) hay que sumarle una cuarta. Las tres primeras son el heliocentrismo, por el cual dejamos de ocupar el centro del universo; que somos una especie animal más, por lo cual dejamos de ocupar el centro de la naturaleza; y que nuestras acciones no siempre están presididas por la razón (sino también por el inconsciente), lo cual es indiscutible.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto