Pienso que es importante tener en cuenta que amor y sexualidad son dos conceptos muy distintos y muy distantes. Y sin embargo el amor y la sexualidad están perfectamente unidos en dos personas que se aman y que deciden unirse para siempre. Y, aún en estos casos, no es gramaticalmente correcto decir que marido y mujer están haciendo el amor. El amor se ha ido “cociendo” con el trato, con el conocimiento, y, en un momento determinado, lleva a un compromiso para siempre. Entonces el acto sexual es lo más natural y lo propio de esas personas que se aman. No “hacen” el amor cuando se relacionan sexualmente.
Uno de los problemas más graves y más extendidos en nuestra sociedad hoy en día es este desorden de ideas y de actitudes. Y es un gran problema porque, ese modo de entender las cosas manifiesta un egoísmo brutal. Hago lo que me apetece, sin ninguna consideración de otro tipo. Cuando la sociedad se maneja a base de egoísmos constantes y generalizados, se produce un desorden difícil de corregir.
Ese desbarajuste, ese estar lejos de lo natural, lejos de lo trascendente, lleva a una sociedad egoísta, egocéntrica. Y de las relaciones antinaturales para buscar placer se pasa a la búsqueda de placeres en las redes sociales, donde muy fácilmente se encuentra pornografía. Es muy triste comprobar que hay muchos jóvenes y mayores, a veces casi niños, inmersos en esas tendencias tan bajas e inmorales.
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