Antes de Cristo y después de Cristo, solo hay un Dios, lo demás con ídolos. Cristo demostró que era Dios con sus palabras y con sus obras, que solo podía hacer Dios. El fundó una Iglesia santa, pues la Iglesia, Cuerpo Místico, lo forman los bautizados que se incorporan a ese Cuerpo Místico, que participan de su misma Vida Divina, que hace personas nuevas. Sin El no hay Vida, solo tinieblas. En el Templo de Jerusalén había un espacio especialmente santo, el “Sanctasanctórum” en el cual se guardaba el Arca de la Alianza con los Diez Mandamientos de la Ley de Dios. En este lugar santísimo solo podía entrar el Sumo Sacerdote de Israel y solo una vez al año, el Día de la Expiación. Este largo preámbulo es para luego dirigirnos a la Divina Eucaristía. Si solo como símbolo era un lugar santísimo, ¿Cómo tendría que ser ahora el sagrario que contiene la Divina Eucaristía? Y vemos tristemente como la Divina Eucaristía está desacralizada, que anda de mano en mano, sometida a muchos sacrílegos y profanaciones. Si Cristo es la Vida del Mundo y le hemos humanizado tanto que ha perdido su condición Divina, ya no e Dios, ¿Cómo puede andar el mudo? A ciegas y en tinieblas. Pues a pesar de las amenazas que se ciernen sobre el mundo, que solo se pueden eliminar con la adoración a Dios, no se ve ningún signo ni se oyen palabras de la Jerarquía eclesiástica de que esto se vaya a enmendar, comisiones y mas comisiones, pero de lo sagrado, lo divino yo no oigo nada o muy poco. Parece que hemo olvidado que nuestra vocación es la santidad, la cual es imposible sin la Gracia de Dios, y tenemos que recordar que el católico tiene que ser santo en el mundo, en el trabajo, en la familia, en la política, esté donde esté, por que no se concibe que si España en 1975 era católica ahora es pagana, lo cual indica con toda claridad, que su formación no fue la adecuada para enfrentarse al mundo que se nos venía encima. Pues por muchas palabras que diga la Jerarquía, por muchas comisiones que se formen, si no se vuelve a sacralizar la Divina Eucaristía, para lo cual lo primero es suprimir la comunión en la mano, todo será inútil. ¿Qué dirían los israelitas si al ”Sanctasanctórum” entrase cualquier persona?