Francia es la primera nación que incluye en su Constitución el aborto. Hace días Putin manifestó que podía suceder una guerra nuclear. Esta decisión francesa es de extrema gravedad. Parece que Occidente se ha olvidado de la Segunda Guerra mundial. Como ya he mencionado en otras ocasiones esta apostasía de Occidente, cada vez empeora más, la perversidad y degradación del ser humano, contra la naturaleza creada por el mismo Dios, solo puede terminar como aquel servidor infiel que nos narra el Evangelio, en el cual Cristo manifiesta que le hará morir de mala manera. 

Cada vez se diluye más, como un azucarillo en un vado de agua, de que esto vaya a cambiar, y a esta perversa y maléfica situación provocada por la apostasía de las naciones que eran cristianas, tenemos que añadir la gravísima mundanidad y desacralización de la Iglesia Católica, situación provocada desde el interior de la Iglesia, que ha sido la causa de que muchos fieles perdiesen la fe y otros se marcharon. 

El mundo es un polvorín y he leído en alguna parte, por supuesto que solo es un comentario, que dos tercios de la humanidad corren el riesgo de desaparecer, pero esta amenaza está condicionada a nuestra conversión. Lo que nadie puede negar por muy optimista que sea, que la gravedad actual del mundo puede terminar en tragedia; solo se salvarán los que han permanecido fieles y han puesto su vida y confianza en el Señor.