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Etiquetas | agua | Sequía | Desertización | Lluvias
Es un hecho incontrovertible que España es el país europeo que más barreras fluviales está desmantelando, siendo el más desertificado y de menor pluviosidad de Europa

El problema del agua

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Constante e incesantemente estamos hartos de oír decir a políticos, periodistas y personas que, por su oficio o dedicación, pueden influir en la sociedad, que no tenemos agua, que esta se acaba, que estamos obligados a aprovecharla, que no se puede despilfarrar y una cadena de admoniciones como las mencionadas, con las que estos “oficiales de todo y maestros de nada”, sabedores de secretos ignotos, pretenden acongojar y meter miedo a las personas que, por su carencia de conocimientos, no pueden dar más de sí, y viven en una continua zozobra, cuando no en un miedo permanente.


Totalmente de acuerdo en que no hay que despilfarrar el agua, pero ningún otro bien que provenga o no de la Naturaleza.

         

Ante esta situación yo hago la pregunta clave y piedra angular de la justicia, cui prodest? ¿Quién se beneficia? ¿A quién le reporta ganancias, no solo económicas sino de otro tipo con las que pueden someter voluntades y obtener privilegios?

         

La Física tiene un principio incontrovertible e inamovible y este es: la materia no se crea ni se destruye, se modifica, es así que el agua es materia, luego no puede destruirse, solo modificarse. Precisamente esta es la que más modificaciones presenta en su estructura y aspecto, puede ser sólida, líquida o gaseosa.


Creo que todos estos propaladores del miedo e inducidores de sustos, lo conocen pero les interesa que otros no lo sepan, y en el caso de que lo desconozcan le digo que esto lo enseñan en los primeros cursos de los colegios. Posiblemente el día que el maestro lo dijo no fueron:

         

Vamos a ver, todos hemos de estar de acuerdo en que España es un península de clima mediterráneo, con los inconvenientes que ello conlleva en cuanto a la pluviosidad, pues los ríos españoles recogen en un año normal de lluvia unos 106.000 Hm³ de los que sólo se podrían utilizar 9.000 si no hubiera embalses. Se ve que la proporción de agua que se puede emplear de forma natural, sin hacer pantanos de almacenamiento, es pequeña, no llega al 10%. Sucede esto porque los ríos españoles tienen grandes diferencias de caudal entre unas estaciones y otras: su régimen es torrencial, y esto hace muy difícil su aprovechamiento.

         

De ello se colige, claramente, que en España es necesario y obligatorio hacer y mantener pantanos. Cosa que el dictador entendió muy bien y prodigó cuantiosos por toda la Península.

         

Al llegar la Democracia, se dejaron de construir, porque, según oí decir a cierto político de izquierdas, no recuerdo su nombre, que hacer pantanos era cosa de franquistas. Bien, que no se hagan más, pero, por lo menos conservemos los que hay.


Se conoce que también el mantenimiento de estos entra dentro de la “memoria histórica” y hay que destruirlos, pues, hasta la fecha, según los últimos datos disponibles, el Gobierno ha demolido últimamente 108 barreras fluviales de un total de 239 desmanteladas en toda Europa, es decir, el 45% de los europeos y, para mayor abundamiento, esto se ha llevado a cabo durante “la peor sequía de los últimos 40 años”. Además, es un hecho incontrovertible que España es el país europeo que más barreras fluviales está desmantelando, siendo el más desertificado y de menor pluviosidad de Europa.


A esto podemos unir el mal aprovechamiento de los recursos hídricos que poseemos, especialmente los de piedemonte, y la inefectiva política de explotación del agua.


El cambio climático está imponiendo su ley. El camino para plantarle cara es cuidar y repartir mejor un recurso exiguo o mal distribuido.


A todo lo largo del valle del Guadalquivir hay capas freáticas de considerable extensión pues son el resultado de la escorrentía de los montes de sierra Morena. Conozco el caso de una empresa, precisamente en este valle, que a unos seis kilómetros de Córdoba inició la excavación de unos cimientos para colocar sobre ellos una obra determinada. Hubo que abandonar el sitio, pues el mando de agua subterránea no permitía que se colocasen ningún tipo de cimientos.


Se sabe que cerca del 60 % del agua que se utiliza en el sureste asiático para la producción de granos proviene de fuentes subterráneas.


En el Sahara se encuentra el mayor acuífero de agua fósil del planeta: el Sistema Acuífero de Piedra Arenisca de Nubia, con 150.000 kilómetros cúbicos de aguase distribuyen por Libia, Chad, Sudán y Egipto.


Si se aprovechase este agua, allá donde la hubiese, podría ser el remedio para muchos habitantes de grandes regiones del Planeta. Solo hace falta voluntad y  propósito de encontrarla.


En España, país seco donde los haya, nuestros políticos están a verlas venir.

El problema del agua

Es un hecho incontrovertible que España es el país europeo que más barreras fluviales está desmantelando, siendo el más desertificado y de menor pluviosidad de Europa
Manuel Villegas
martes, 24 de octubre de 2023, 10:39 h (CET)

Constante e incesantemente estamos hartos de oír decir a políticos, periodistas y personas que, por su oficio o dedicación, pueden influir en la sociedad, que no tenemos agua, que esta se acaba, que estamos obligados a aprovecharla, que no se puede despilfarrar y una cadena de admoniciones como las mencionadas, con las que estos “oficiales de todo y maestros de nada”, sabedores de secretos ignotos, pretenden acongojar y meter miedo a las personas que, por su carencia de conocimientos, no pueden dar más de sí, y viven en una continua zozobra, cuando no en un miedo permanente.


Totalmente de acuerdo en que no hay que despilfarrar el agua, pero ningún otro bien que provenga o no de la Naturaleza.

         

Ante esta situación yo hago la pregunta clave y piedra angular de la justicia, cui prodest? ¿Quién se beneficia? ¿A quién le reporta ganancias, no solo económicas sino de otro tipo con las que pueden someter voluntades y obtener privilegios?

         

La Física tiene un principio incontrovertible e inamovible y este es: la materia no se crea ni se destruye, se modifica, es así que el agua es materia, luego no puede destruirse, solo modificarse. Precisamente esta es la que más modificaciones presenta en su estructura y aspecto, puede ser sólida, líquida o gaseosa.


Creo que todos estos propaladores del miedo e inducidores de sustos, lo conocen pero les interesa que otros no lo sepan, y en el caso de que lo desconozcan le digo que esto lo enseñan en los primeros cursos de los colegios. Posiblemente el día que el maestro lo dijo no fueron:

         

Vamos a ver, todos hemos de estar de acuerdo en que España es un península de clima mediterráneo, con los inconvenientes que ello conlleva en cuanto a la pluviosidad, pues los ríos españoles recogen en un año normal de lluvia unos 106.000 Hm³ de los que sólo se podrían utilizar 9.000 si no hubiera embalses. Se ve que la proporción de agua que se puede emplear de forma natural, sin hacer pantanos de almacenamiento, es pequeña, no llega al 10%. Sucede esto porque los ríos españoles tienen grandes diferencias de caudal entre unas estaciones y otras: su régimen es torrencial, y esto hace muy difícil su aprovechamiento.

         

De ello se colige, claramente, que en España es necesario y obligatorio hacer y mantener pantanos. Cosa que el dictador entendió muy bien y prodigó cuantiosos por toda la Península.

         

Al llegar la Democracia, se dejaron de construir, porque, según oí decir a cierto político de izquierdas, no recuerdo su nombre, que hacer pantanos era cosa de franquistas. Bien, que no se hagan más, pero, por lo menos conservemos los que hay.


Se conoce que también el mantenimiento de estos entra dentro de la “memoria histórica” y hay que destruirlos, pues, hasta la fecha, según los últimos datos disponibles, el Gobierno ha demolido últimamente 108 barreras fluviales de un total de 239 desmanteladas en toda Europa, es decir, el 45% de los europeos y, para mayor abundamiento, esto se ha llevado a cabo durante “la peor sequía de los últimos 40 años”. Además, es un hecho incontrovertible que España es el país europeo que más barreras fluviales está desmantelando, siendo el más desertificado y de menor pluviosidad de Europa.


A esto podemos unir el mal aprovechamiento de los recursos hídricos que poseemos, especialmente los de piedemonte, y la inefectiva política de explotación del agua.


El cambio climático está imponiendo su ley. El camino para plantarle cara es cuidar y repartir mejor un recurso exiguo o mal distribuido.


A todo lo largo del valle del Guadalquivir hay capas freáticas de considerable extensión pues son el resultado de la escorrentía de los montes de sierra Morena. Conozco el caso de una empresa, precisamente en este valle, que a unos seis kilómetros de Córdoba inició la excavación de unos cimientos para colocar sobre ellos una obra determinada. Hubo que abandonar el sitio, pues el mando de agua subterránea no permitía que se colocasen ningún tipo de cimientos.


Se sabe que cerca del 60 % del agua que se utiliza en el sureste asiático para la producción de granos proviene de fuentes subterráneas.


En el Sahara se encuentra el mayor acuífero de agua fósil del planeta: el Sistema Acuífero de Piedra Arenisca de Nubia, con 150.000 kilómetros cúbicos de aguase distribuyen por Libia, Chad, Sudán y Egipto.


Si se aprovechase este agua, allá donde la hubiese, podría ser el remedio para muchos habitantes de grandes regiones del Planeta. Solo hace falta voluntad y  propósito de encontrarla.


En España, país seco donde los haya, nuestros políticos están a verlas venir.

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