Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Ciencia
Etiquetas | AINIA | Alimentos | alternativa | Carne | Pescado | Investigación | Alimentación | Sostenibilidad

AINIA obtiene productos análogos a la carne y al pescado

La necesidad de alimentar a una población mundial en crecimiento exponencial y con recursos limitados, supone un reto para la industria alimentaria
Redacción
jueves, 28 de septiembre de 2023, 12:13 h (CET)

Ainia EXT4VEG


Enmarcado en el proyecto EXT4VEG, respaldado por el IVACE, AINIA ha logrado obtener alimentos análogos a la carne y al pescado en varias presentaciones como: 'pulled pork', bocaditos de pollo, cortezas de pescado, análogos veganos para fajitas, timbal de morcilla y diversos formatos que simulan al pescado. En concreto, se han generado nuevas estructuras alimentarias de base vegetal análogas a la fibra muscular de origen animal, mediante la aplicación de la tecnología de extrusión de alta y de baja humedad.


Proteínas sostenibles, una necesidad mundial


La necesidad de alimentar a una población mundial en crecimiento exponencial y con recursos limitados, supone un reto para la industria alimentaria que, cada vez más, opta por la búsqueda de proteínas alternativas y sostenibles. Esto ha impulsado a la industria y centros de investigación a dedicar muchos esfuerzos y recursos para poder desarrollar nuevos productos análogos a los de origen animal, una alternativa que imite las propiedades nutricionales y sensoriales del producto original.


Nuevas fuentes alternativas de proteínas


Para lograr estos análogos, en primer lugar, se han analizado las propiedades tecno-funcionales y nutricionales de ingredientes proteicos alternativos procedentes de leguminosas de diversa índole como el mungo, la lenteja, el garbanzo y el haba; de cereales, como el arroz, la avena y el girasol; u otras fuentes como las microalgas y la lemna.


Posteriormente se han sometido a procesos de extrusión de alta humedad (HMEC) y de baja humedad (TVP). La extrusión de alta humedad da lugar a productos análogos a la fibra muscular de origen animal, con apariencia fibrosa, estriada, no expandida, homogénea y una humedad entre el 50 y el 70%. La extrusión de baja humedad permite obtener texturizados proteicos vegetales (Texturised Vegetable Protein: TVP) con una apariencia fibrosa, seca, heterogénea, expandida y humedades muy inferiores.


Durante dicho proceso se ha evaluado el comportamiento de diferentes fórmulas proteicas, así como la influencia de las distintas variables de proceso sobre las características de los productos intermedios que se obtienen. Concretamente, se han evaluado sus propiedades físicas, su microestructura, así como su calidad microbiológica, sensorial y nutricional.


Testados sensorialmente


Tras ser sometidos a operaciones de carácter culinario, el panel interno entrenado de AINIA CONSUMER ha evaluado sensorialmente los productos finales elaborados a partir de las estructuras proteicas obtenidas por extrusión, tanto a nivel visual, como olfativo y gustativo, comparándose con el producto original. La valoración obtenida ha sido favorable, destacándose aspectos tales como la fibrosidad del pulled pork, el sabor y olor cárnico propio de las brochetas, y la morcilla, o la textura y sabor propios de pescado de las cortezas.


Ext4veg ha sido apoyado por el IVACE y cofinanciado por Fondos FEDER. Además, ha contado con la colaboración de las empresas: Roquette Laisa, Embutidos Martínez, Cinco Tenedores, Productos Pilarica y Manufacturas Ceylan.

Noticias relacionadas

Es maravilloso oir a los gorriones buscar sitio para pasar la noche en un árbol, es maravilloso oir a los mirlos por las mañanas, es maravilloso oir el arrullo de las palomas, oir a las cotorras, aves tropicales pasacradas, sin tener en cuenta que el cambio climático ha establecido clima tropical donde antes teníamos clima mediterráneo y ahora este es su hogar, si se las extermina, se extingue la especie.

Hace cinco siglos, mientras Europa olía a pólvora por todas partes y también a herejía y a pandemias como la peste, un tipo flaco con barba de profeta se entretenía en sus ratos libres dibujando triángulos y jarras que escupían arena. Se llamaba Leonardo y nació en Vinci, de ahí lo de Leonardo Da Vinci.

Los restos, hallados en una cueva libia, y pertenecen a dos mujeres que vivieron hace unos 7000 años. Están bien conservadas, como si el tiempo hubiese decidido no molestarlas demasiado. Pero lo verdaderamente inquietante no es su estado físico, sino lo que llevaban dentro: una secuencia genética que no encaja ni con Homo sapiens, ni con neandertales, ni con ningún primo lejano oficialmente aceptado.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto