Tengo 8 años y, aunque me esfuerzo, no se me da muy bien escribir. Por eso espero que sepan perdonarme. También confío en que se fijarán más en el contenido de la carta, que en la forma. Pues bien, ahí voy: "Últimamente he oído en la tele y en las redes sociales, que llaman al presidente "Pedro Pinocho”. La verdad es que no me hace mucha gracia. No considero justo que utilicen el nombre de Pinocho como si fuera un trapo sucio. En mi opinión, esto demuestra lo pequeño que somos al poner la lupa en el desliz y pasar por alto la corrección. Es cierto que Pinocho dijo alguna mentirijilla estando en la jaula del carromato del villano, Estrómboli, pero Pinocho corrigió el error enseguida y la nariz volvió a su tamaño natural.
Por otra parte, a Pinocho también le salen las orejas y la cola de un burrito en la Ciudad del Juego, pero más tarde tiene un gesto de lealtad hacia Gepetto y las orejas y la cola desaparecen. Considero que llamar a Sánchez “Pedro Pinocho”, es ensuciar los altos valores que el cuento quiere trasmitir a los niños como yo. En fin, quiero que haya algo positivo en esta historia. Quiero decir que el señalamiento del mal, si se es humilde, te hace ser menos Strómboli y más Pinocho, incluso a mí. Por eso espero que la conciencia triunfe ante la villanía, el perdón ante la dureza de corazón. Confío en que nos dejaréis una mejor sociedad en la que las nuevas generaciones nos podamos sentir orgullosos de haber nacido en este tiempo"... Un cordial saludo
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