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La incapacidad manifiesta de Pedro Sánchez para lograr la sincronía con su socio Podemos, así como para hacer frente a la estrategia diseñada por la fundación FAES basada en el renacimiento de ETA y en la sombra de pucherazo electoral, habría permitido a PP y Vox una victoria arrolladora en las recientes elecciones municipales y autonómicas.
Tras la debacle socialista, Feijóo preparó concienzudamente el debate frente a Pedro Sanchez siguiendo las indicaciones del hacedor de Presidentes, el ínclito Miguel Ángel Rodríguez, y usando las armas de Díaz Ayuso habría conseguido descolocar a Pedro Sánchez.
Así, utilizando el manual ayusiano que consiste en "crear un mundo virtual y paralelo aderezado de mentiras, medias verdades y continuas interrupciones a su oponente", logró su objetivo de impedir un debate sereno al desarbolar cualquier estrategia mínimamente racional de un desconocido Sánchez que terminó el debate descompuesto e irritado , mientras Feijóo habría conseguido superar el estigma de bisoño en la política estatal gracias al impacto mediático de su triunfo en el debate.
Siguiendo los consejos de Miguel Ángel Rodríguez, la propaganda de Feijóo se dirige no al sujeto individual sino al Grupo en el que la personalidad del individuo unidimensional se diluye y queda envuelta en retazos de falsas expectativas creadas y anhelos comunes que lo sustenta ( derrotar al Sanchismo). Así, según Edward L. Bernays en su libro “Cristalizando la opinión pública”, “la mente del grupo no piensa, en el sentido estricto de la palabra. En lugar de pensamientos tiene impulsos, hábitos y emociones y a la hora de decidir, su primer impulso es normalmente seguir el ejemplo de un líder en quien confía".
Asimismo, siguiendo el manual de MAR y en el tramo final de la campaña electoral, Feijóo estaría recurriendo a las armas tradicionales trumpianas de sembrar la desconfianza en el sistema del voto por correo con el objetivo confeso de arrebatar la bandera de Vox y fagocitar a muchos de sus potenciales votantes tras la llamada al "voto util".
El objetivo último de Feijóo sería rondar los 160 escaños el 23J y formar un Gobierno monocolor con apoyo externo de Vox quien se verá en la tesitura de aceptarlo o forzar la convocatoria de nuevas Elecciones en las que el PP podría lograr la mayoría absoluta.
Una hipotética mayoría electoral de PP y Vox en las próximas Elecciones Generales podría traducirse en una ofensiva recentralizadora que supondría la progresiva asunción de las actuales competencias autonómicas (Sanidad, Educación, Policía y Prisiones) por el Estado Central y la posterior implementación de una democracia no liberal que beberá de la fuentes del centralismo bonapartista, del neoliberalismo ayusiano y del paternalismo de las dictaduras blandas, siguiendo la estela de Viktor Orbán.
Utilizar al Rey como actor forzado en la escena final de su opereta y ni siquiera anunciar una moción de confianza prueban que este hombre buscaba - sin mucho éxito - provocar a los malos, al enemigo, a los periodistas y tertulianos que forman parte de ese imaginario contubernio fascista que le quiere desalojar del poder.
En bastantes ocasiones he escrito sobre este pobre hombre que preside, para desgracia de todos, el gobierno de España. Y otras tantas le he tachado de cateto (solo hay que ver cómo se contonea, para exhibir su supuesta guapura), también de plagiador (porque ha plagiado más de una vez) y de embustero (porque ha mentido en innumerables ocasiones).
El 30 de abril de 1935 el embajador mexicano en Río de Janeiro, el conocido escritor Alonso Reyes Ochoa, informaba al gobierno de Lázaro Cárdenas del súbito interés brasileño en la resolución del conflicto entre Paraguay y Bolivia. El gobierno brasileño, invitado en Washington para participar con Argentina y Chile en la conferencia de Buenos Aires para pacificar el Chaco, declinó al principio este ofrecimiento.
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