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Por Michel Fonte
Nadar entre dos aguas
El martes pasado (15 de marzo) Donald Trump derrotó a sus adversarios triunfando en 4 de los 5 estados
donde se celebraron las primarias del partido republicano, en Illinois con el 39% de los votos, en Florida con
el 46%, en Missouri con el 40.9% y en Carolina del Norte con el 40.2%. De esa manera pudo adicionarle a
sus 465 delegados otros 215, inclusos los de las Islas Marianas del Norte, llegando a la cifra de 680
delegados, el 54.9% de los 1.237 necesarios para ganar la nominación republicana y el 47.8% de los 1.422
que hasta ahora fueron asignados. Los resultados refrendan el ascenso de su porcentaje total, y siguiendo así,
el diseño embustero de Mitt Romney de acudir a la convención de julio sin un vencedor, va a encallar. El
magnate ganó por muy poco en Missouri y perdió con gran diferencia, 11.2 puntos porcentuales en Ohio,
donde pero Kasich como gobernador tiene su fortín electoral, asimismo derribo a Rubio en su reino de
Florida con casi 19 puntos de ventaja y conquistó con tranquilidad Illinois y Carolina del Norte,
respectivamente con 8.5 y 3.4 puntos porcentuales por delante de Cruz. El dato es sorprendente si se piensa
que arrasó en tres estados, Illinois, Florida y Carolina del Norte, en que la presencia de la minoría latina tiene
su peso (respectivamente 16.7%, 24.1% y 9% del total de la población), que no pudo por las protestas tener
su discurso en Chicago y que tanto Mitt Romney como muchos exponentes demócratas y republicanos
utilizaron los alborotos para desencadenar una polémica instrumental. En particular, Romney, después de
pedir votos para todos los opositores de Trump, escogió sostener abiertamente a Kasich durante su arenga en
Ohio, demostrando que en el partido republicano el equilibrio se rompió, tal vez su desprecio hacia Trump
no encuentra el favor de todos los representantes republicanos, Rubio, después de la humillante derrota en
Florida, decidió abandonar la competición enviándole un mensaje de felicitación a Trump por su aplastante
victoria, pero lo que aparece raro es que Jeb Bush sigue quedándose en un inexplicable y atronador silencio,
aunque uno de sus hermanos, Neil, se sumó junto a su esposa María a la campaña de Ted Cruz, lo hizo a
título personal, entonces, su posición no enreda al ex gobernador de Florida ni tampoco a la familia Bush. El
endoso de Romney a Kasich, un candidato que tiene muy pocas posibilidades de ganar, dado que, excepto
Ohio donde se salió con la suya, se posicionó segundo sólo en 4 estados (Nuevo Hampshire, Massachusetts ,
Vermont, Washington Distrito de Columbia) de los 31 en que se votó, no tiene sentido, tampoco un posible
respaldo de Rubio podría cambiar su suerte electoral, pero, a pesar de eso, la mayoría de los periódicos
conservadores han magnificado su victoria en Ohio empañando el éxito de Trump, con una postura que es
una clara falta de reconocimiento del liderazgo del multimillonario.
La crónica política cuenta que Romney comparte con Kasich un destino de renuncia, el empresario fundador y director del fondo de cobertura Bain, no se presentó a las primarias republicanas cuando se enteró que los donadores más ricos no apoyaban su candidatura sino la de Jeb Bush, entre ellos el magnate de los casinos Sheldon Adelson, Woody Johnson, presidente de Johnson Company Inc. y propietario de los New York Jets, y Paul Singer (éste sucesivamente se alejó de el ex gobernador de Florida para respaldar a Marco Rubio), dueño del fondo de alto riesgo Elliott Management Corporation, que fue apodado “fondo buitre” por la compra barata, a través de su asociada NML Capital, de los bonos impagados de la crisis argentina de 2001; también Kasich, en 1999, tuvo que desistir de la candidatura presidencial cuando otro miembro de los Bush, George W. Bush, anunció su participación en la contienda electoral. Puesto que eso le quitaba cualquier perspectiva de lograr el objetivo, prefirió retirarse apoyando al mismo Bush hijo con la promesa, no mantenida, de ocupar el cargo de vicepresidente de EE. UU. o ser nombrado ministro en caso de victoria. Los dos tienen motivos para remarcar su distancia de Jeb Bush y su dinastía. Mientras tanto sigue en pié el dilema Trump, definirle “un fraude, un mal hombre de negocios, un individuo que se mofa de un periodista discapacitado y que atribuye las preguntas de una reportera a su ciclo menstrual”, palabras de Mitt Romney, no ha obstaculizado su campaña, que está tiranizando a pesar de que los medias de información toman partido por la cúpula republicana y a la vez ya le confieren a Hillary Clinton el título de nueva presidenta de la Old Glory. La ex secretaria de estado que está combatiendo contra nadie, ya que Sanders no compensa la ausencia de la competición de John Bide – circunstancia que le abrió una autopista hacia la nominación – cuenta con el respaldo financiero de las principales empresas de los medios de comunicación (Bad Robot Production, DreamWorks Animation, Saban Entertainment, Legendary Pictures), de los fondos de cobertura y capital de inversión (Evercore Partners, The Carlyle Group, Medley Partners, Pretium Partners, Pritzker Group, Soros Fund Management, Paloma Partners LLC y JP Morgan Chase) y de otras mega-impresas tapadas por la caritativa fachada de organizaciones sin ánimo de lucro, como CAPA21, cuyo presidente Glen S. Fukushima es ex vicepresidente de AT&T Japan Ltd., ex presidente de Arthur D. Little Japan, ex presidente y ex director ejecutivo de Cadence Design Systems Japan, NCR Japan y Airbus Japan; Citizens United Super PAC LLC, que recibe donaciones de las fundaciones Ford, The Rockefeller Brothers Fund, Sandpiper Fund y Open Society Foundations de George Soros; Human Rights Campaign, a su vez amparada por una lista de agresivas corporaciones como American Airlines, Accenture, Apple, Microsoft, Coca Cola, Diageo, Nationwide, Northrop Grumman, Chevron, Deloitte, Citigroup, Lexus, Google, Nike, Cox Enterprise, Hyatt, Dell, Goldman Sachs, IBM, Dell, Pfizer, Pepsico, Shell, Symantec, Whirlpool, Starbucks, Hershey's, Morgan Stanley y Macy's Inc.; League of Conservation Voters Inc., que incluye entre sus miembros directivos Carol Browner, consejera delegada de Albright Stonebridge Group, empresa dirigida por Madeleine Albright, la ex secretaria de estado durante el segundo mandato de Bill Clinton, y otros administradores ligados a las compañías Barclays Capital, Great Atlantic & Pacific Tea Company y Credo Mobile. Una cascada de dinero cae en la campaña de Clinton que difícilmente puede contrabandear su figura como paladina del populacho, sin embargo lo intenta llamando a la unidad de los americanos para luchar contra Donald Trump y su plan aislacionista. El folclórico millonario conoce muy bien al matrimonio Clinton, dado que hizo donaciones a la campaña demócrata para el Senado por Nueva York en la época de Hillary Clinton y a su Fundación (The Clinton Foundation), encima, la pareja demócrata asistió, en 2005, a su tercera boda con la modelo eslovena Melania Knauss. Ya en pasado, Trump subrayó que fue un gran error darles dinero a todos los políticos profesionales, tanto a Hillary Clinton como a la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, porque son la evidencia de un sistema roto en el que muchos de ellos sólo atienden a los que les financian, incluso sabe, por experiencia, que es fundamental nadar entre dos aguas, por eso él y sus entidades tenían la costumbre de financiar a la vez los demócratas y republicanos de Nueva York, 584.850 dólares a los primeros y 961.140 a los segundos (datos de la Comisión Electoral Federal, FEC por su sigla en inglés), a partir de 1980, para alentar los candidatos al gobierno estatal y municipal. No falta en su álbum de recuerdos, una foto con Rudolph Giuliani, ex alcalde de la Gran Manzana, también invitado a su casamiento, y otra en que recibe el premio Liberty Award en la Algemeiner Jewish 100 Gala por su contribución a las relaciones entre Israel y EE. UU., probablemente debido al vídeo en que declaró su apoyo incondicional al primer ministro Benjamín Netanyahu durante las elecciones parlamentarias de 2013. Es el mismo Trump, tachado por sus acusadores como antisemita, que un día patrocina la causa sionista y al otro día quiere ser un mediator imparcial entre Israel y Palestina, eso no deja dudas que él entendió muy bien el lenguaje político y como manejar las contradicciones con la capacidad para generar y mantener contactos.
A lo mejor a las comunidades afroamericanas no les importa la negrofobia de Trump si promete brindarles lo que necesitan, más protección, más trabajo, más oportunidades, logros que la economía estadounidense continuando en su contradicciones no les ha dado durante décadas en que Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama, no llegaron a conciliar los intereses de las corporaciones y los del pueblo, las primeras se lo fagocitaron todo aun con fraude y corrupción, hoy en día “el negro” como estigmatiza con eficacia en su libro (“Who Needs the Negro?”) Sidney Willhelm: “ha pasado de un estado histórico de opresión a uno de inutilidad... y, cada vez más, no es que esté económicamente explotado, es que se ha convertido en irrelevante... los blancos dominantes ya no necesitan seguir explotando a la minoría negra... en consecuencia, (han terminado) por transformar al hombre trabajador negro de explotado en descastado.” Si Willhelm y el economista Rifkin culpan exclusivamente a la informática y a los procesos de automatización la nueva marginación de los negros, Trump y quienes lo sostienen, la atribuyen no sólo a la evolución tecnológica sino también a las crecientes emigraciones, especialmente las de los países latinoamericanos, y a todo lo que desde fuera quiere entrar en Estados Unidos, y lo hacen apuntando el dedo, no sin razón en este caso, contra el exceso de libre mercado y la total apertura de los confines americanos a las exportaciones, en particular, chinas.
El tratado que sigue en vigor con todas sus complicadas consecuencias para los mexicanos, fue el primero de un gran número de acuerdos de libre comercio, alrededor de 270, que fueron sellados por el consorte de Hillary durante su largo mandato (1993-2001), aseverando la tendencia hacia un liberalismo desenfrenado. Bill Clinton reveló una clara cercanía con su predecesor Bush padre y su entorno republicano, elemento que es necesario tener en cuenta, visto que revisando el documento “Estrategias de Seguridad Nacional de los Estados Unidos” se detecta un conexión muy estrecha entre asuntos domésticos e internacionales, podría parecer nada nuevo en la historia norteamericana, pero no es así, porque hay una disconformidad en la consideración de que el imperio se interesa tanto por asuntos que lo conciernen directamente y de manera inmediata hasta pre-judicar su caudillaje político-económico, como por acontecimientos lejanos e indirectos que por lo menos aparentemente no le corresponden ni le aquejan, y lo hace esencialmente para propagar y afirmar de manera preventiva su metafísica del mundo, antes de que pueda ser cuestionada y atacada por otras ideologías, entonces, evapora el confín entre política exterior e interna, y todo lo que puede de manera directa o mediata, presente o futura, destruir la prosperidad y el dominio político estadounidense, definidos bajo el genérico nombre de “seguridad”, debe ser detenido y aniquilado. La expresión no deja lugar a dudas, terrorismo, criminalidad organizada, narcotráfico, conflictos étnicos, proliferación de armas de destrucción masiva y estados canallas, se ponen en la mira de lo servicios de seguridad, ampliando el espectro de su acción diplomática, económica y militar, convencidos de que la frontera nacional siendo permeable y penetrable de manera peligrosa, solicita un mayor esfuerzo para reafirmar la soberanía global de Estados Unidos. En este sentido, la abertura de mercados foráneos es funcional al poder norteamericano, lo que hizo Clinton durante su presidencia, determinando que los latinos y, en particular, los mexicanos, pagaran el precio de esta diplomacia agresiva dos veces, en Estados Unidos como trabajadores explotados sin derechos, y en México, donde el TLCNA ha acarreado y continua acarreando pobreza y desigualdades. El aumento desmesurado de las exportaciones mexicanas estimadas en 2015 en 380.172 millones de dólares, disfraza que desde 1994 el saldo de su balanza comercial ha sido, excepto en tres años (1995, 1996, 1997), constantemente negativo, llegando en este mismo año a 14.460 millones de dolares, el déficit peor desde 2008. Las exportaciones que en 2014 fueron el 30,72% del PIB, tienen su destino fundamental a EE. UU., representando el 71% sobre el total y concerniendo esencialmente petróleo crudo, coches, pantallas, móviles, computadoras, camiones de reparto y plata, como se puede entender son materias primas que necesitan una trasformación (petróleo refinado) o productos realizados en el lugar por las principales corporaciones estadounidenses y extranjeras, convirtiendo México en el paraíso de las maquiladoras que aprovechan costos asequibles, trabajadores baratos e importaciones de materiales sin aranceles. Analizando el PIB de México y tomando como base el de 2008, se descubre que desde 1994 hasta 2015 el país ha promediado el 2,3% en crecimiento anual, otros países latinoamericanos han logrado tasas superiores, pero dato más importante, es que comparándolo con el PIB de los 22 años antecedentes la entrada en vigor del TLCNA (1972-1993) se registra una tasa promedia anual de 3.75%, que es superior en 1.45 puntos porcentuales, aun teniendo en cuenta el sexenio anterior al tratado de libre comercio (1988-1993) se logra un incremento promedio anual de 3.1%, y el dato se desinfla, pero poco, si se incluyen los anos '80 en que el sexenio 1982-1987 fue uno de los periodos más desfavorables de la economía mexicana, porque se consigue durante 14 años (1980-1993) una tasa promedia anual de 2% que refleja una diferencia negativa de 0.3 puntos porcentuales. Tomando como PIB base el año 2003 o el año 1993, los resultados muestran mínimas diferencias (tasa promedia anual de 2.3%, periodo 1994-2013, respecto a la tasa promedia anual de 3.5%, periodo 1974-1993, con PIB base 2003; tasa promedia anual de 2.1%, periodo 1994-2013, respecto a la tasa promedia anual de 3%, periodo 1974-1993, con PIB base 1993) y, asimismo, el crecimiento de la propia economía mexicana fue muy superior entre 1940 y 1980.
Los otros indicadores económicos proporcionan un panorama desolador, ya que la balanzas de pagos mexicana ha acumulado desde 1994 todos saldos negativos, el numero de pobres se ha acrecentado alcanzando en 2014 los 55.3 millones con una tasa del 46.2% sobre el total de la población mexicana (datos CONEVAL), y la deuda estatal es en su máximo histórico ascendiendo a 425.523 millones de dólares (160.295 de deuda externa y 265.228 de deuda interior), o sea, el 47,8% del PIB (datos de la Secretaría de hacienda).
Los hogares de todos los continentes desperdiciaron más de mil millones de comidas al día en 2022, mientras que 783 millones de personas se vieron afectadas por el hambre, según se expone en un nuevo informe el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma). Del total de alimentos desperdiciados en 2022, un 60 % se produjo en los hogares, el 28 % en los servicios de alimentación y el 12 % en los comercios minoristas.
Las tensiones relacionadas con el agua exacerban los conflictos a escala mundial y, para preservar la paz, los Estados deben fortalecer la cooperación y los acuerdos transfronterizos, según se señala en un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Los gobiernos de América Latina y el Caribe acordaron sostener la lucha contra el hambre y mejorar la gestión agrícola con base en cuatro guías de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al cierre de la 38 conferencia regional de la entidad en esta capital guyanesa.
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