La ministra Irene Montero reconoce que por indicación del Presidente del Gobierno la Ley del “Sí es Sí” sufrirá cambios, pero ella no está dispuesta a reconocer los fallos de la norma. Montero sigue sosteniendo que el problema no está en la Ley sino en su aplicación.
Mientras tanto, la parte socialista del gobierno de coalición defiende que la necesaria reforma debiera centrarse en el aumento de las penas cuando se den violencia e intimidación. Unidas Podemos rechaza esta reforma porque entiende que daña la figura del consentimiento. Para explicarlo, dado que quizás no consiguen hacerse oír en el Consejo de ministros, decidieron convocar una manifestación el siguiente domingo a la que acudirían las principales ministras Montero, Belarra y Rosell.
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