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El Congreso de los Estados Unidos de América recibío con un largo y sentido aplauso al Presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski unos días antes de la navidad. Republicanos y Demócratas, en sesión conjunta, expresaron su más firme apoyo a un pueblo que ha hecho del coraje su seña de identidad.
Llama la atención que un mundo aparentemente descreído como es el de los países desarrollados, ensalce y valore el heroísmo del pueblo ucraniano. Hay voces que desprestigian la resistencia de este pueblo y otras que, incapaces de denunciar al agresor, prefieren la equidistancia. A pesar de ello, Ucrania resiste, no solo para sí sino también para todo el mundo libre. Vuestro dinero, les dijo Zelenski, ante las miradas fijas de Kamala Harris y Nancy Pelosi, es una inversión en seguridad global que nosotros manejamos de manera responsable. Y así lo entiende la Administración Biden, que ha aprobó una ayuda militar de 1.850 millones de dólares, 374 millones de ayuda humanitaria y el envío de misiles Patriot.
Nuestra situación actual es el resultado del desarrollo histórico de las múltiples culturas sociales universales: Antiguo Egipto, Grecia, Los incas, Los mayas, Mesopotamia, Judaísmo y cristianismo, Los aztecas, Íberos, celtas y pueblos germánicos, Roma, El islam, India, China. En todas ellas el hombre ha ocupado un lugar “señalado” por los siempre poderes fácticos.
No sé si Ana Obregón era consciente del terremoto informativo que ha originado, además de ensombrecer durante unos días, los graves problemas económicos, políticos o sociales que hoy nos agobian a los españoles. El aluvión de opiniones que se han vertido sobre su tardía maternidad subrogada, ha servido para dividir una vez más a los españoles.
Quizás cuando usted lea el presente documento el expresidente Donald Trump haya sido acusado, instruido e imputado de una larga lista de cargos confidenciales hasta el presente. Será el primer expresidente en la historia de los Estados Unidos en enfrentar cargos criminales o penales lo que demostraría que nadie está por encima de la ley.
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