Redacción |
miércoles, 24 de febrero de 2016, 08:53
La adolescente sueca recientemente liberada por las fuerzas especiales kurdas de manos del grupo yihadista Estado Islámico ha asegurado en una entrevista que la vida en los territorios controlados por la formación extremista es "muy dura".
En una entrevista concedida a la cadena de televisión Kurdistán 24, la adolescente ha relatado que conoció a su novio a mediados de 2014 y que viajó a Irak junto a él después de que éste decidiera unirse al grupo.
"Al principio estábamos bien juntos, pero luego empezó a ver vídeos del Estado Islámico, a hablar de ellos y cosas así. Después dijo que quería ir con ellos, y yo dije que no tenía problema, porque no sabía lo que era el Estado Islámico, el Islam... nada", ha apuntado.
Así, ha relatado que ambos iniciaron un periplo hasta llegar a Siria tras atravesar Dinamarca, Alemania, Eslovaquia, Hungría, Serbia, Bulgaria y Turquía. La adolescente ha afirmado que entró a Siria a través de la localidad fronteriza turca de Gaziantep.
"Cuando llegamos a Siria el Estado Islámico nos metió en autobuses junto a otros hombres y mujeres y nos trasladaron a Mosul, donde nos dieron una casa", ha manifestado.
"No teníamos electricidad, agua, nada. Era totalmente diferente a lo que tenía en Suecia, donde hay de todo. No teníamos dinero. Era una vida realmente dura", ha asegurado.
En la entrevista, la adolescente ha indicado que fue en ese momento cuando logró un teléfono y contactó con su madre para decirle que quería volver a casa, tras lo que su madre habló con las autoridades suecas sobre su situación.
"Quiero dar las gracias al Consejo de Seguridad de la Región del Kurdistán por enviarme otra vez a Suecia para reunirme con mi familia y tener una vida feliz", ha remachado.
El rescate, que tuvo lugar cerca de Mosul el 17 de febrero y del que por ahora no hay más detalles, fue llevado a cabo por el departamento antiterrorista kurdo, según un comunicado de las autoridades kurdas.
La menor rescatada procedía de la localidad sueca Boras y permanece en la región semiautónoma iraquí del Kurdistán hasta su próximo traslado a su país natal.
La adolescente sueca recientemente liberada por las fuerzas especiales kurdas de manos del grupo yihadista Estado Islámico ha asegurado en una entrevista que la vida en los territorios controlados por la formación extremista es "muy dura".
En una entrevista concedida a la cadena de televisión Kurdistán 24, la adolescente ha relatado que conoció a su novio a mediados de 2014 y que viajó a Irak junto a él después de que éste decidiera unirse al grupo.
"Al principio estábamos bien juntos, pero luego empezó a ver vídeos del Estado Islámico, a hablar de ellos y cosas así. Después dijo que quería ir con ellos, y yo dije que no tenía problema, porque no sabía lo que era el Estado Islámico, el Islam... nada", ha apuntado.
Así, ha relatado que ambos iniciaron un periplo hasta llegar a Siria tras atravesar Dinamarca, Alemania, Eslovaquia, Hungría, Serbia, Bulgaria y Turquía. La adolescente ha afirmado que entró a Siria a través de la localidad fronteriza turca de Gaziantep.
"Cuando llegamos a Siria el Estado Islámico nos metió en autobuses junto a otros hombres y mujeres y nos trasladaron a Mosul, donde nos dieron una casa", ha manifestado.
"No teníamos electricidad, agua, nada. Era totalmente diferente a lo que tenía en Suecia, donde hay de todo. No teníamos dinero. Era una vida realmente dura", ha asegurado.
En la entrevista, la adolescente ha indicado que fue en ese momento cuando logró un teléfono y contactó con su madre para decirle que quería volver a casa, tras lo que su madre habló con las autoridades suecas sobre su situación.
"Quiero dar las gracias al Consejo de Seguridad de la Región del Kurdistán por enviarme otra vez a Suecia para reunirme con mi familia y tener una vida feliz", ha remachado.
El rescate, que tuvo lugar cerca de Mosul el 17 de febrero y del que por ahora no hay más detalles, fue llevado a cabo por el departamento antiterrorista kurdo, según un comunicado de las autoridades kurdas.
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