Los empresarios están muy enfadados. En los presupuestos que han llegado al Congreso hay un error: el Gobierno estima que va a conseguir con las cotizaciones sociales más recaudación de lo que es razonable. Parte de esta estimación al alza se debe a una subida de las cotizaciones que tienen que pagar los empresarios. No sabían que el Gobierno les subía las cotizaciones sociales, no les habían avisado de que las bases máximas de cotización subían más de un ocho por ciento.
Esto hace más costoso crear y mantener el empleo. Y afecta especialmente a los jóvenes. Después de que los empresarios hayan hecho públicas sus críticas, la ministra Calviño ha respondido asegurando que no se pueden rasgar las vestiduras porque hay que elevar el sistema de pensiones. No ha habido ningún tipo de diálogo.
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