Gracias por sus recientes correos electrónicos sobre el Mes de la Historia Ibérica y Latinoamericana, o como lo han bautizado, Mes Amigo.
Estoy encantado de apoyar esta celebración de la rica cultura, historia e idiomas de una comunidad increíblemente importante. El Reino Unido tiene una larga historia de asociación con esta región del mundo, con nuestros países compartiendo valores importantes, sobre todo compromiso con la democracia y las libertades fundamentales.
El Mes Amigo de este año comienza marcando dos aniversarios muy importantes: 500 años desde la primera circunnavegación del mundo y el bicentenario de la independencia de Brasil. Esperemos que esto comience una serie de celebraciones muy emocionantes, con suerte tan jubilosas como el reciente Festival Latinoamericano en Finsbury Park.
Cuando era alcalde de Londres, supervisé las celebraciones de los bicentenarios de la independencia de Bolivia, Ecuador, Argentina, Colombia, México, Chile, Venezuela, Paraguay y América Central, celebrando la primera recepción para cientos de líderes y embajadores de la comunidad española y portuguesa para conmemorar esas fechas. Como Primer Ministro, estoy muy orgulloso de ver vibrantes comunidades latinas, ibéricas, hispanas, lusófonas y nativas americanas en el Reino Unido, donde son totalmente bienvenidas.
Les deseo la mejor de las suertes con todas las próximas celebraciones del Mes del Amigo. Gracias, una vez más, por escribir.
Estamos entrando en tiempos en los que la palabra paz se pronuncia con más facilidad que se practica. No faltan quienes, antes de llegar al poder, aseguran que no iniciarán nuevas guerras, que pondrán fin a las ya existentes, que tenderán puentes en lugar de cavar trincheras. Promesas que, una vez alcanzadas las altas esferas, se diluyen entre intereses y el deseo, a menudo mal disimulado, de dejar una huella de fuerza en el tablero internacional.
Oímos hablar en los medios de los aforamientos y de sus beneficiados, los aforados. Pero con frecuencia nos liamos la manta a la cabeza y creemos que solo son aforados los políticos, o que ningún aforado puede ser juzgado. Con lo que bien está que sean aclaradas ciertas cosas básicas sobre tan esencial asunto.
El 23 de junio de 1936, un documento oficial norteamericano revela la inquietud que embarga a los delegados de Estados Unidos para lograr un acuerdo territorial relacionado con el Chaco, a un año de haberse logrado el cese de hostilidades entre Paraguay y Bolivia.