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No. Los españoles, viviendo en un país extraordinariamente rico en plantas y flores, somos profundamente ignorantes de la botánica; cosa en la que los británicos, con una floresta mucho menos agraciada que la nuestra, nos dan cien mil vueltas. No es lo que tenemos, sino lo que de ello comprendemos. Yo viví en Cambridge y sé lo que sé y por eso digo lo que digo. Antonio Machado, en sus Campos de Soria, nos envenenó de álamos del río, Lorca, verde que te quiero verde. No. Nuestro pasado, desde 1978 hasta hoy y a diferencia de tantos otros (tan queridos y, cruelmente, desestimados), han sembrado una mies. Si queremos construir un futuro, como el que parece alumbrarse en el horizonte cercano, hemos de bendecir el régimen del 78 y, sobre todo, el sacrificio que nos supuso. Si vamos a asistir al nacimiento de un nuevo régimen, tendrá que ser con esta convicción y fidelidad: hemos hecho lo que pudimos y en ese empeño seguiremos trabajando.
España fue un imperio (hasta 1898), nunca un país. Hoy tenemos la oportunidad de hacer un país. No nos olvidemos de paisanos nuestros tan relevantes, generosos, inteligentes, valientes, como fueron Cea Bermúdez, Joaquín Costa, Juan Negrín, Buenaventura Durruti, Giner de los Ríos, Indalecio Prieto, Francisco Ferrer, Adolfo Suárez, Miguel Maura, Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, y tantos otros que intentaron, honestamente, aportar un grano de arena para hacer de este país un luga mejor donde vivir, con sus muchas divergencias pero, sobre todo, con la prioridad de igualar a cada uno de nosotros en derechos y opciones.
Por supuesto, cuando murió Franco yo tenía 19 años (asistí, a un tiempo, a la muerte del dictador y a la de mi adolescencia), fuí consciente de las enormes dificultades que afrontábamos. El 78 fue la mies. Hoy, nuestros hijos la van a hacer retoñar con el espíritu libre que tanto tiempo nos ha costado cultivar. Salud al 78, bienvenido sea el 2016, Si no me muero antes, volveré a Cambridge, sé que me mirarán con otros ojos.
En un interesante trabajo realizado por varios profesores de universidades de la UE se señalaba que “hay que desarrollar alternativas; los jóvenes con actitudes antidemocráticas probablemente no necesiten sermones morales”. No es útil una descalificación moral generalizada de aquellas partes de la población que eluden las directrices políticas democráticas de la UE.
No estaría demás que el Gobierno se preocupara por el problema social de la vivienda con planes de consenso, en un momento en el que tener un piso se está convirtiendo para las nuevas generaciones en un bien de lujo. Si la vivienda es el quinto pilar del Estado de bienestar, Sánchez con su Gobierno deberían afrontar el problema más allá de la vigente ley de vivienda.
Una tenue luz bosteza, se estira y salta de la cama por oriente y la noche se esfuma desapareciendo entre la rendija de levante. En el río Veral se asoma un resplandor amarillento mientras que éste se peina sus ensortijados cabellos. El sonoro cauce recita sus eternas estrofas y salpicando versos el valle de Ansó (Huesca). Desde el mirador de Eslinaderas se puede divisar un horizonte que estalla de verdor de diversas tonalidades.
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