La elección humana es imposible sin el conocimiento, y la elección adecuada es posible allí donde el conocimiento es completo y está científicamente organizado. Eso es lo que nos diferencia de las bestias. Frase tomada de Phily Dick.
Pero también es cierto de que todo el mundo esperaba más de lo que ha recibido, frente a la firme creencia de haber optado por la mejor lección. Y hasta puede ser cierto que grandes grupos de ciudadanos sospechen de la honradez de los políticos en general; que otros solo sospechen de la mitad; y aquellos, los más crédulos, solamente de algunos. Ya en este puesto, hasta pueden creerse que solo son bellas las cosas que se convierten en arte. Y la verdad es que, en la vida, la mayoría de los hombres puede que tengan una alta carga de certeza o, acaso, de verdad. Pero, por otra parte, conviene no olvidar que la verdad universal no existe; no existe como algo único y ampliamente extendido. Un pensamiento tan obvio que quizá fuese dicho ya antes del neolítico. Solo que yo lo recuerdo por si se nos olvida.
Sinceramente, la verdad es escasa, muy escasa; casi tan escasa como escasos son los buenos políticos. Y algo más: debemos admirar a ese gran grupo de mujeres y hombres que, además de incansables trabajadores, son los humanos más expuestos al permanente ‘tiro al blanco’, al constante ataque (verbal o físico). Sí, sus vidas siempre están en permanente riesgo. En fin, a qué seguir, el buen político forma parte de esa raza, digna de admiración y respeto.
Y ya que hoy toca hablar de los políticos, es bueno pensar en que ya estamos a las puertas de las tan esperadas elecciones del 20M, y que, como consecuencia de ello, vivimos en tiempos de debates. Y sobre este punto –el debate- decir que, aunque ignoro que esto mismo ocurra en otros países más o menos próximos al nuestro, es cierto que los españoles hemos pasado de celebrar tímidos debates, la mayoría de los cuales creo que se han puesto en escena sin preparar lo suficientemente como para hacerlos dignos. Ahora, en vísperas de unas elecciones generales, hay debates para dar y regalar. Bienvenidos sean en siglo de las luces. Ya solo nos falta sacar la reválida del saber debatir.