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La trifulca en las redes sociales está servida

Los nervios del diputado

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Hace dos semanas en los estudios de TV3 se produjo un hecho que, como mínimo, es reprobable. El diputado Dalmases, Vicepresidente del Parlament de Catalunya, abroncó a una periodista del programa FAQS el trato que se había dado en una entrevista a la Presidenta del Parlament, Laura Borrás. Los testigos afirman que se encerró, junto con la Presidenta del Parlament, con la periodista, a la que llevó hasta el recinto cogida de la muñeca, y algunos miembros más del equipo que acompañó a Laura Borrás a TV3 para, a gritos e insultos, que se llegaron a escuchar en el plato, recriminarle el trato que se había dado durante la entrevista a la Presidenta del Parlament. 


El diputado Dalmases, que a veces parece el tribuno de la guardia pretoriana de la Presidenta del Parlament, con su actuación hizo un flaco favor a Laura Borrás que está a punto de ser imputada por haber fraccionado unos contratos, cuando dirigia la Institució de les Lletres Catalanes, y para quien el fiscal, de manera exagerada pide una pena de seis años de cárcel y 21 de inhabilitación.


Digamos que Laura Borrás es una pieza de caza mayor para el nacionalismo españolista, van a por ella igual que el fascismo en el País Valencià va a por Mónica Oltra. Los hechos de los que se acusa a la señora Borrás no tienen nada que ver con la ideología independentista, simplemente son unas pequeñas trampas para saltarse la legalidad, trampas que se han utilizado, se utilizan y se utilizaran en la mayoría de las entidades públicas. Y que la mayoría de veces han quedado impunes ya que los encargados de llevarlas ante los tribunales, los fiscales, han mirado hacia otro sitio o no han considerado oportuno presentar la pertinente acusación. Yo dudo que, en caso de que se demostraran como ciertas las acusaciones contra la Presidenta del Parlament, la señora Borrás hay incurrido en corrupción, por cierto figura jurídica que no está definida en nuestro cuerpo legal. Ahora bien, se trata de una figura del independentismo y hay que ir a por ella aprovechando este supuesto hecho delictivo.


Desde siempre he defendido, para los políticos de todos los colores, la presunción de inocencia, para mí todo el mundo es inocente mientras no se demuestre lo contrario. Pero una parte del mundo político ha venido defendiendo que cualquier imputado debe dimitir y dejar el escaño y todas sus responsabilidades políticas. Era fácil demandar dimisiones cuando la inmensa mayoría de los políticos que ocupaban el banquillo de los acusados eran de los de enfrente, pero cuando se cambian los aires acusadores y es “uno de los nuestros” el que puede acabar sentado como acusado frente a los jueces se olvida la vieja canción y se vuelve a defender, al menos para “los nuestros” la presunción de inocencia. Y no, señorías, mantengan lo que firmaron pensando que nunca les salpicaría lo que legislaron creyendo que tan solo se aplicaría a los adversarios.


El partido de la Presidenta del Parlament y el Vicepresidente Dalmases aprobó un “Codi de conducta dels membres del Parlament de Catalunya” que en su artículo 8 titulado “Relacions amb els mitjans de comunicació” dice que la colaboración entre los diputados y los medios de comunicación se ha de orientar a favor del derecho a la información y del derecho de los ciudadanos a poder tener una opinión informada. Queda claro que el diputado Dalmases incumplió, por las informaciones publicadas , esta parte del citado código de conducta. Tal vez le quedan viejas reminiscencias de cuando en Convergencia era costumbre y norma enviar a la prensa las entrevistas con el Presidente Pujol redactadas desde el Palau de la Generalitat, y pobre del periodista que se negará a publicarlas o retocarlas. Su futuro estaba en entredicho. Creía que estas prácticas, poco dignas, habían pasado a la historia, pero parece que quien tuvo retuvo y en Junts hay quienes quieren repetir la historia.


Recuerden que Marx ya lo dijo “La historia se repite dos veces: la primera como tragedia, la segunda como comedia”, aunque dudo que el señor Marx sea uno de los autores de cabecera del diputado Dalmases.


También en otro texto legal aprobado por los partidos independentistas de Catalunya, su Reglamento, en el artículo 25 se dice que el Parlament podrá dejar en suspenso la condición de diputado cuando se abra el juicio oral y el Pleno del Parlamento lo apruebe por mayoría. La verdad es que la institución no queda bien parada con su Presidenta sentada en el banquillo por una causa que nada tiene que ver con la independencia de Catalunya, recordemos que la acusación es por haber fraccionado diversos contratos para favorecer a un amigo.


La trifulca en las redes sociales está servida, donde el comando hooligan del independentismo mágico apunta y tira sobre ERC, porque desde que estos les ganaron las elecciones son el objeto sobre el que hay que lanzar todas las miradas, muchas veces preñadas de odio, olvidando que los republicanos ya estaban en el independentismo y la república cuando ellos todavía andaban de la mano de Pujol, Duran Lleida y Roca Junyent pactando en el Majestic con el PP de Aznar. Hoy una lucha de egos, en la que subyace una forma distinta de entender Catalunya: a favor de los que más tienen o a favor de una más justa de redistribución de la renta, tiene paralizado el país. Hay, o había, una mayoría independentista, hay un Govern independentista, pero una parte del mismo lo único que está haciendo es poner palos a las ruedas. El caso Borrás ha destapado la caja de Pandora, algunos en Junts lo quieren utilizar para romper el Govern, pero otros no quieren dejar el trampolín que supone para las municipales que están tocando a la puerta.


Y mientras todo esto pasa y ERC, PSC, CUP y COMUNS envían una carta a Laura Borrás para que emprenda acciones por el caso Dalmases, no podemos olvidar que la Justicia española continua en sus ataques al independentismo, después que los cinco “sindics” del 1-O fueran absueltos ahora la Justicia les vuelve a citar para repetir el juicio, todo esto mientras el independentismo se pelea sobre si son galgos o podencos. 


Y mientras seguimos discutiendo si con el independentismo mágico mañana, un mañana cercano, llegará, sin saber como, la independencia o bien hemos de seguir creyendo en una Mesa de Negociación en la que, según parece, no podremos negociar sobre amnistia, retirada del codigo de la sedición, o el retorno a Catalunya del excedente fiscal que se queda en Madrid, fuera, lejos de casa y familia, sigue habiendo exiliados políticos simplemente por el democrático hecho de haber puesto las urnas para que el pueblo decidiera su futuro.


Una mica de seny, si us plau. I a treballar junts per poder tornar-lo a fer, no se quan, peró tornarem. 

Los nervios del diputado

La trifulca en las redes sociales está servida
Rafa Esteve-Casanova
viernes, 22 de julio de 2022, 09:18 h (CET)

Hace dos semanas en los estudios de TV3 se produjo un hecho que, como mínimo, es reprobable. El diputado Dalmases, Vicepresidente del Parlament de Catalunya, abroncó a una periodista del programa FAQS el trato que se había dado en una entrevista a la Presidenta del Parlament, Laura Borrás. Los testigos afirman que se encerró, junto con la Presidenta del Parlament, con la periodista, a la que llevó hasta el recinto cogida de la muñeca, y algunos miembros más del equipo que acompañó a Laura Borrás a TV3 para, a gritos e insultos, que se llegaron a escuchar en el plato, recriminarle el trato que se había dado durante la entrevista a la Presidenta del Parlament. 


El diputado Dalmases, que a veces parece el tribuno de la guardia pretoriana de la Presidenta del Parlament, con su actuación hizo un flaco favor a Laura Borrás que está a punto de ser imputada por haber fraccionado unos contratos, cuando dirigia la Institució de les Lletres Catalanes, y para quien el fiscal, de manera exagerada pide una pena de seis años de cárcel y 21 de inhabilitación.


Digamos que Laura Borrás es una pieza de caza mayor para el nacionalismo españolista, van a por ella igual que el fascismo en el País Valencià va a por Mónica Oltra. Los hechos de los que se acusa a la señora Borrás no tienen nada que ver con la ideología independentista, simplemente son unas pequeñas trampas para saltarse la legalidad, trampas que se han utilizado, se utilizan y se utilizaran en la mayoría de las entidades públicas. Y que la mayoría de veces han quedado impunes ya que los encargados de llevarlas ante los tribunales, los fiscales, han mirado hacia otro sitio o no han considerado oportuno presentar la pertinente acusación. Yo dudo que, en caso de que se demostraran como ciertas las acusaciones contra la Presidenta del Parlament, la señora Borrás hay incurrido en corrupción, por cierto figura jurídica que no está definida en nuestro cuerpo legal. Ahora bien, se trata de una figura del independentismo y hay que ir a por ella aprovechando este supuesto hecho delictivo.


Desde siempre he defendido, para los políticos de todos los colores, la presunción de inocencia, para mí todo el mundo es inocente mientras no se demuestre lo contrario. Pero una parte del mundo político ha venido defendiendo que cualquier imputado debe dimitir y dejar el escaño y todas sus responsabilidades políticas. Era fácil demandar dimisiones cuando la inmensa mayoría de los políticos que ocupaban el banquillo de los acusados eran de los de enfrente, pero cuando se cambian los aires acusadores y es “uno de los nuestros” el que puede acabar sentado como acusado frente a los jueces se olvida la vieja canción y se vuelve a defender, al menos para “los nuestros” la presunción de inocencia. Y no, señorías, mantengan lo que firmaron pensando que nunca les salpicaría lo que legislaron creyendo que tan solo se aplicaría a los adversarios.


El partido de la Presidenta del Parlament y el Vicepresidente Dalmases aprobó un “Codi de conducta dels membres del Parlament de Catalunya” que en su artículo 8 titulado “Relacions amb els mitjans de comunicació” dice que la colaboración entre los diputados y los medios de comunicación se ha de orientar a favor del derecho a la información y del derecho de los ciudadanos a poder tener una opinión informada. Queda claro que el diputado Dalmases incumplió, por las informaciones publicadas , esta parte del citado código de conducta. Tal vez le quedan viejas reminiscencias de cuando en Convergencia era costumbre y norma enviar a la prensa las entrevistas con el Presidente Pujol redactadas desde el Palau de la Generalitat, y pobre del periodista que se negará a publicarlas o retocarlas. Su futuro estaba en entredicho. Creía que estas prácticas, poco dignas, habían pasado a la historia, pero parece que quien tuvo retuvo y en Junts hay quienes quieren repetir la historia.


Recuerden que Marx ya lo dijo “La historia se repite dos veces: la primera como tragedia, la segunda como comedia”, aunque dudo que el señor Marx sea uno de los autores de cabecera del diputado Dalmases.


También en otro texto legal aprobado por los partidos independentistas de Catalunya, su Reglamento, en el artículo 25 se dice que el Parlament podrá dejar en suspenso la condición de diputado cuando se abra el juicio oral y el Pleno del Parlamento lo apruebe por mayoría. La verdad es que la institución no queda bien parada con su Presidenta sentada en el banquillo por una causa que nada tiene que ver con la independencia de Catalunya, recordemos que la acusación es por haber fraccionado diversos contratos para favorecer a un amigo.


La trifulca en las redes sociales está servida, donde el comando hooligan del independentismo mágico apunta y tira sobre ERC, porque desde que estos les ganaron las elecciones son el objeto sobre el que hay que lanzar todas las miradas, muchas veces preñadas de odio, olvidando que los republicanos ya estaban en el independentismo y la república cuando ellos todavía andaban de la mano de Pujol, Duran Lleida y Roca Junyent pactando en el Majestic con el PP de Aznar. Hoy una lucha de egos, en la que subyace una forma distinta de entender Catalunya: a favor de los que más tienen o a favor de una más justa de redistribución de la renta, tiene paralizado el país. Hay, o había, una mayoría independentista, hay un Govern independentista, pero una parte del mismo lo único que está haciendo es poner palos a las ruedas. El caso Borrás ha destapado la caja de Pandora, algunos en Junts lo quieren utilizar para romper el Govern, pero otros no quieren dejar el trampolín que supone para las municipales que están tocando a la puerta.


Y mientras todo esto pasa y ERC, PSC, CUP y COMUNS envían una carta a Laura Borrás para que emprenda acciones por el caso Dalmases, no podemos olvidar que la Justicia española continua en sus ataques al independentismo, después que los cinco “sindics” del 1-O fueran absueltos ahora la Justicia les vuelve a citar para repetir el juicio, todo esto mientras el independentismo se pelea sobre si son galgos o podencos. 


Y mientras seguimos discutiendo si con el independentismo mágico mañana, un mañana cercano, llegará, sin saber como, la independencia o bien hemos de seguir creyendo en una Mesa de Negociación en la que, según parece, no podremos negociar sobre amnistia, retirada del codigo de la sedición, o el retorno a Catalunya del excedente fiscal que se queda en Madrid, fuera, lejos de casa y familia, sigue habiendo exiliados políticos simplemente por el democrático hecho de haber puesto las urnas para que el pueblo decidiera su futuro.


Una mica de seny, si us plau. I a treballar junts per poder tornar-lo a fer, no se quan, peró tornarem. 

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