El portugués Nuno Espírito Santo declaró este martes en su despedida como entrenador del Valencia que su problema con el club "no era deportivo" sino que era "social", además de agradecer la confianza depositada en él y desearle suerte al próximo técnico que ocupe el banquillo de Mestalla.
"Desde el primer día de la temporada me propuse un desafío, que fue lograr la clasificación para la 'Champions'. Veníamos de hacer la mejor clasificación de la historia del club con 77 puntos y es lógico que esté sorprendido. El problema no era deportivo, sino que era social." manifestó el entrenador portugués en rueda de prensa.
El luso reconoció que su relación con la afición de Mestalla no fue lo suficientemente buena. "Nosotros en casa llevamos un año sin perder, por lo tanto creo que cada partido debe ser un partido de fiesta y de reconocimiento a los jugadores, no de cánticos a su entrenador", manifestó.
"No han sido sólo los cánticos de Mestalla. Cuando sientes que no puedes revertir la situación, y que después de un partido como el del Levante que ganamos 3-0, cantan tu nombre al final del partido... Es evidente que hay algo que va más allá de la victoria y del entusiasmo que es ganar un gran partido", señaló Nuno.
El técnico portugués asumió que la responsabilidad de que los jugadores jóvenes de su equipo no hayan explotado antes es suya. "Creo que la plantilla es un reflejo del proyecto que tiene el Valencia, un proyecto de presente y esencialmente de futuro. Es la plantilla más joven de la Liga y sólo nos puede dar ilusión. La obligación de sacar su máximo rendimiento es mía", comentó.
"Creo que en más de 500 días habré cometido muchísimos errores, cuando me doy cuenta de ellos intento que no se vuelvan a repetir. Pero creo que en rueda de prensa nunca he faltado el respeto a nadie, nunca he tenido un problema personal con ningún jugador, siempre he sido un entrenador dialogante y comunicativo, y he intentado siempre entender al jugador para sacar su mejor rendimiento y mejorarlo", confesó..
En este sentido, sobre su supuesta mala relación con Álvaro Negredo, apartado del equipo durante varias semanas, Nuno afirmó que el de Vallecas es su "amigo". "El año pasado, Álvaro tuvo problemas en el inicio de la temporada y su rendimiento no ha sido el que esperábamos que fuera. Este año empezó bien la temporada, pero tuvo un bajón claramente en su rendimiento, no fue nada personal", sentenció.
Además, el portugués se deshizo en elogios hacia el dueño y la presidenta del club, Peter Lim y Layhoon Chan. "El Valencia está en muy buenas manos. Peter Lim es una persona de los mejores hombres que he conocido en mi vida. El Valencia le tiene que estar muy agradecido a él y a Layhoon Chan. Le deseo al futuro entrenador lo mejor, va tener en sus manos una gran plantilla y grandes jugadores", remarcó.
Nuno Espírito Santo reconoció ser "muy autocrítico" y afirmó haber vivido grandes momentos durante su etapa en Valencia. "Me salen muchas más cosas positivas que negativas. Me llevaré en la memoria los grandes partidos que hemos tenido, los momentos en los que Mestalla ha celebrado con nosotros las victorias. ¿El peor momento? todas las derrotas son malas, no voy a detectar una como la peor", dijo.
El de Santo Tomé también alabó la figura de Jorge Mendes. "El año pasado escuché decir que era un privilegio trabajar con Mendes, no se por qué ha cambiado eso, sigue siendo el mejor agente del mundo. Ha ayudado muchísimo al Valencia, ha traído muchos jugadores que muy pronto serán los mejores del mundo, hay que reconocer su labor", apuntó el exportero.
Por último, Nuno agradeció al club valenciano la confianza depositada en él. "Seguiré siendo valencianista para siempre. Estaré eternamente agradecido. Ha sido un privilegio y un honor entrenar aquí. El Valencia es uno de los mejores clubes de mundo. Amunt Valencia", concluyó.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.