Aunque en teoría quedan casi dos años para las elecciones, es evidente el nerviosismo del Gobierno ante las disfunciones económicas y el hartazgo social creciente. Un reflejo de ese nerviosismo es la espiral de críticas al PP y a su nuevo líder, Núñez Feijóo, a medida que se recupera de su reciente crisis y las encuestas lo sitúan ya en primer lugar de las preferencias electorales.
A pesar de la disposición al diálogo y a los grandes pactos de Estado, mostrada por el líder popular, el gran pretexto ha sido el acuerdo del Partido Popular y Vox para formar el Gobierno de Castilla-León, así como el temor a que ese pacto pueda aplicarse en otras Comunidades Autónomas, en los ayuntamientos y también a nivel nacional.
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