Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Afganistán | Talibán | Extremismo | Terrorismo

El mito del pragmatismo en los talibanes; ¿realidad o engaño?

La exclusión de las mujeres de la sociedad, el gobierno basado en el emirato y la supresión de las libertades civiles siguen siendo sus líneas rojas
Abdul Naser Noorzad
martes, 15 de julio de 2025, 11:08 h (CET)

La percepción pública suele dividir a los talibanes en dos campos: la facción dura e ideológica con base en Kandahar bajo el liderazgo de Hibatullah, y la llamada red pragmática y operativa liderada por los Haqqani en Kabul. Esta narrativa ha alimentado expectativas, impulsadas por servicios de inteligencia, de que la aparición del pragmatismo dentro de los talibanes podría conducir a cambios fundamentales en su comportamiento y políticas. Pero, ¿es realmente así?


A nivel regional, la disposición de algunos países a interactuar con el círculo de Kandahar, el reconocimiento de los talibanes por parte de Rusia, la concesión de una embajada por parte de China y la cooperación asesora de Irán con el grupo, se basan en esta suposición. Sin embargo, la pregunta clave es si los talibanes están realmente preparados para reemplazar su extremismo ideológico rígido por un verdadero pragmatismo en respuesta a las realidades globales actuales.


En opinión del autor, lo que se presenta como pragmatismo en el comportamiento de los talibanes no es más que una táctica temporal para sobrevivir y engañar a la comunidad internacional, no un cambio estratégico o fundamental en la naturaleza del grupo. Los talibanes utilizan este pragmatismo performativo como una herramienta para ganar tiempo, obtener concesiones y mantener el poder, no como una señal de transformación ideológica.


El compromiso de la red Haqqani con Occidente y los países vecinos nunca ha cuestionado los principios fundamentales de los talibanes. La exclusión de las mujeres de la sociedad, el gobierno basado en el emirato y la supresión de las libertades civiles siguen siendo sus líneas rojas. El pragmatismo de los talibanes es selectivo y superficial, y solo sirve para crear una imagen positiva engañosa sin ningún cambio real en sus políticas y comportamientos fundamentales.


En política, economía, cultura y relaciones exteriores, los talibanes utilizan hábilmente el engaño para proyectar una imagen diferente. Si bien estas maniobras han hecho que algunos países reconsidere su interpretación de las acciones de los talibanes, la realidad es que no existe una diferencia esencial entre la red Haqqani y el grupo de Kandahar. Ambos son etnocéntricos, promotores del terrorismo, anti-civilización y contrarios a la diversidad cultural y lingüística.


La red Haqqani, sin ningún cambio real en su naturaleza, se ha convertido en un monstruo de terror, intimidación y extorsión, operando como un estado en la sombra y un vehículo para el terrorismo de Estado. Mientras brinda refugio a líderes de Al Qaeda y apoya a grupos terroristas, convierte la lucha contra ISIS en un espectáculo mediático. La lealtad ideológica de los talibanes al terrorismo transnacional es una herramienta para negociar y obtener ventajas con actores regionales e internacionales.


El término “pragmatismo” en el léxico talibán no es una realidad, sino una estratagema de inteligencia y una cobertura para una legitimidad falsa. Mientras buscan el reconocimiento internacional, los talibanes nunca han roto sus lazos con grupos terroristas, ya que estas conexiones siguen siendo una fuente de poder y presión.


El compromiso táctico de los talibanes con el mundo es un intento de gestionar crisis y asegurar la supervivencia política. Si las circunstancias amenazan su permanencia en el poder, la red Haqqani, con su imagen previamente “blanqueada”, dará un paso adelante para evitar el colapso total. Sin embargo, esta flexibilidad nunca significa abandonar el núcleo ideológico duro de los talibanes.


En última instancia, no hay diferencia entre la red Haqqani y el grupo de Kandahar en sus puntos de vista etnocéntricos, terroristas, anti-civilización y persófobos. Ambos utilizan el término “pragmatismo” solo para engañar a la opinión pública y ganar tiempo. Este doble juego continuará mientras la comunidad internacional ignore las realidades detrás del terrorismo y el apartheid de género de los talibanes, una negligencia que tendrá graves consecuencias para la región y el mundo.


El grupo Haqqani no es reformista ni liberal; solo se pone la máscara del pragmatismo para sobrevivir, apoyar el terrorismo y encubrir su oscuro historial. Saben bien que solo el extremismo y la lealtad a la esencia talibán pueden garantizar su supervivencia.

Noticias relacionadas

Los países se forman, como las plantas, en primavera, cuando el sol, el viento y el agua hacen un componente que ayuda a GENERAR VIDA EQUILIBRADA. ¿Quién destroza el equilibrio?: el hombre... absorbido por el poder, por la riqueza y ambas cosas coronadas con la soberbia.

Los padres de la Constitución de 1978 han dejado huella en la historia parlamentaria española por sus ideas, por su amor a España, por el respeto a la palabra y al ideario político que representaban. En cambio, muchos líderes políticos que nos gobiernan están muy lejos hoy de esos padres de la Constitución española, porque en la actualidad se pueden contar con la mano cuáles están en política por vocación.

Existe una parábola, un cuento, que está inspirado en el estilo de las parábolas espirituales de la tradición oriental, especialmente dentro del contexto de las culturas hindú o budista. El uso de términos como "asceta", "renunciante" y la presencia de un rey en busca de sabiduría espiritual, son muy característicos de la India antigua.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto