Recuerdo que cuando era pequeño, en ocasiones pe peleaba con algún compañero del cole. Si la profesora nos pillaba en aquel momento, nos regañaba y nos castigaba de rodillas en la clase. Después nos decía que teníamos que ser buenos y hacer las paces dándonos la mano. Y yo me decía:” Cómo se van a arreglar las cosas si la profesora no soluciona lo que originó la pelea”.
Esto mismo pienso que sucede con el viaje del presidente Macron a Rusia para hablar con Putin: el presidente francés, durante 6 horas intentó mediante el dialogo que la situación entre EE.UU. y Rusia se calme. En mi opinión, Macron tiene el mismo problema que mi profesora: aunque tiene buena voluntad, no emboca el problema de raíz y no puede haber acuerdo si uno sale perdiendo.
Y el problema es que Estados Unidos está empeñado en que Ucrania pertenezca a la Otan con todo lo que ello conlleva, y eso Rusia no lo puede consentir porque tendría a su enemigo en las puertas. En mi opinión, ante la chulería de EE.UU. España tendría que abstenerse de entrar en el conflicto con Rusia. Y en último extremo, desapuntarnos de la Otan como ya hizo otro. De lo contrario, nos veremos arrastrados a una guerra que no queremos y de la que con seguridad saldríamos mal parados.
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