Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Carta al director

El independentismo en la UE

Mario López Sellés (Madrid)
Mario López
sábado, 31 de mayo de 2008, 07:10 h (CET)
El ser humano es placer de casa ajena. Sólo en la guerra la proximidad geográfica acrecienta la cordialidad y por motivos obvios –véase el caso de los rifeños y los españoles en tiempos de Abd el Krim-. En la paz, en cambio, cuanto mayor es la cercanía mayor es la animadversión. Todos los países que integran la UE están encantados de ello, sin embargo la mayoría se quiere atomizar de puertas adentro. Bélgica es un proyecto fallido de convivencia entre flamencos y valones. España sigue sin convencer a vascos y catalanes. Austria ha llevado a cabo un “genocidio estadístico” con sus minorías eslovenas, húngaras y croatas, con lo que niega la realidad a través del dato. Alsacia-Lorena, Bretaña, Cataluña del Norte, Córcega, Niza, Normandía, Occitania y País Vasco francés, sueñan con ser países independientes dentro de la UE. Lo mismo ocurre con Baviera en Alemania; con Flandres, Valonia y Bruselas en Bélgica; con Islas Feroe y Groenlandia en Dinamarca; con Aland y Laponia en Finlandia; con Padania, Sicilia, Tirol del Sur y Ausonia, en Italia; con Laponia, en Noruega; con Firsia en Holanda; con Silesia, en Polonia; con Algarbe, Azores e Madeira y Terra de Miranda, en Portugal; con Escocia, Gales, Isla de Man e Irlanda del Norte, en Gran Bretaña; con Moravia, en la República Checa; con Escania y Laponia, en Suecia. En fin, con todo el mundo.

Digo yo. Aprovechando la ocasión de que todavía no tenemos Constitución europea: ¿no se podría estudiar la posibilidad de hacer de Europa un Estado conformado por todas y cada una de las comunidades que la integran en el régimen que a cada una de ellas les de la real gana?

Noticias relacionadas

“Caracol, caracol, saca tus cuernos y verás el sol”, eso le decía hoy yo a un caracol que decidí salvar de una muerte segura y llevármelo a casa para mi entretenimiento; pero ahí está, metido en su cueva como los niños, sin asomar un cuerno siquiera.

La verdad es muy clara, pero todos tenemos el derecho a la duda, eso se conoce con el nombre de libertad personal. Dudar, no es condenable, al contrario, es elogiable, aunque sólo sea por el interés que la persona tiene sobre cualquier tema. Tenemos una realidad, que si no se expande en el tiempo, simplemente será un “cuadro costumbrista”, nunca será “historia de nuestra realidad”.

Sin crecimiento, las ganancias o mejoras de cualquier grupo social únicamente se pueden conseguir a costa de otros que empeoren su situación, y la austeridad privada, además, permite la abundancia de lo público, lo cual se necesita para crear una nueva élite de sumos sacerdotes que articulen y prediquen el necesario control de los individuos que evite las desviaciones características de los librepensadores. 

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto