| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
Mini, mi gata de ojos azules…
cual terciopelo tu textura,
de acero inoxidable, del bueno…
cual recuerdo en la distancia,
Minini beige de pelo,
Minia dorada del sol
Minia de dioses lejanos, encantada,
Minia, muñequita de flores frescas armada,
embrujada de la noche,
acaramelada y triste en su soledad,
sin nada en su seno,
en la sombra del trueno, del llanto y el lamento del mismo ser que no fue...
Trinidad Fuentes ha sido apodada como la escritora justiciera desde que, con su novela 'La revelación', se alzó como una escritora de novela negra que, a través de las páginas de sus libros, repartía la justicia que, al mundo, a veces, le falta. Sobre todo, en crímenes contra las mujeres. Ahora vuelve a publicar une novela del género con 'Cuando la niebla duerme', poniendo el foco de nuevo en unas cuantas injusticias a resolver.
Anarquismo no fundacional (Gedisa, 2024), de Tomás Ibáñez, se me antojó, nada más acabar de leerlo del tirón (pues su autor propicia que sea susceptible de ser transitado su luminoso escrito de tal modo), un libro llamado a ser de referencia cuando de acudir a lo que conocemos como anarquismo se trate, pues, no en vano, en poco más de cien páginas Ibáñez logra un tratado que a la vez lo es de teoría y crítica política, de historiografía, de filosofía…
Quedan dos folios y quiero acabar, de letras llenar este universo muerto, quedan sólo dos por escribir, ojalá llegue a algo en mi interior de gata loca. Quiero curar mi dolor agudo en este pecho de golondrina. Deseo lo peor a todos los que me desean lo peor, yo soy del ojo por ojo, yo soy del diente por diente...
|