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Dejarse llevar o fluir

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En muchas ocasiones cuando hablamos de cambio preferimos dejarlo correr, sentimos que es más cómodo y sano que la vida actúe sobre nosotros, esta actitud de dejarnos llevar parece reflejar en muchas personas esa sensación de que de que tiene el control en sus vidas y que simplemente viven y se sienten relajados, parecen flexibles y felices.

Claro está estamos hablando de qué forma de vivir tomamos en nuestra vida, simplemente te dejas llevar o actuas sobre ella tomando decisiones, diseñando tus metas, planificando tu entorno. En muchas ocasiones bajo la filosofía del dejarse llevar aparece el no actuar, y eso a la larga no nos ayuda, debemos de producir cambios en nuestra vida, poner cosas, actividades y formas de vivir en las que nosotros juguemos un papel central.

Sin duda alguna las experiencias óptimas, el vivir una vida entregada implica actuar en tu vida, si estoy hablando del concepto de Flow o de Fluir de Mihály Csíkszentmihályi. Cuando hablamos de Fluir en la vida hablamos de ese estado donde parece que nos perdemos a nosotros mismos cuando realizamos una actividad, donde la noción del tiempo desaparece y las horas parecen minutos. Es decir caemos dentro de la experiencia, somos parte de ella.

Sin duda alguna estar en flow no es dejarse llevar, implica más bien fijarnos metas para aumentar la cantidad de tiempo y de oportunidades en nuestra vida en las que entramos en estado de flujo, estado que está altamente relacionado con nuestra sensación de felicidad, con lo cual somos más felices y aumenta nuestra felicidad personal.

Sin lugar a dudas para entrar en flow debemos de estar más pendientes de nuestra realidad que nunca, de nosotros y de nuestro mundo buscando esas oportunidades que nos conecten con la tarea, por ello es importante nuestra percepción, nuestra observación vital, lo que nos ayudará a trazarnos estrategias y planes que irán orientados a potenciar esa sensación de flujo, a experimentar esas experiencias óptimas.

El vivir bajo las experiencias óptimas implica que conozcas tus limitaciones personales y situacionales que te alejen del objetivo, ya que así podrás enfrentarlas y contrarrestarlos, con el tiempo sabrás que es necesario cierto nivel de ejecución y conocimiento en lo que haces en tu vida, con lo cual el aprendizaje cobrá una importancia crucial en tu vida, y te prepararás para diseñar metas ajustadas a cada momento de tu vida, en función de cada objetivo, lo que te hará sentirte al mismo tiempo más hábil y te permitirá conectar en mayores momentos contigo mismo.

Y como no, tus emociones y sentimientos hacia la meta, hacia el ansiado tesoro, lo que afectará a tu actitud, potenciando tu optimismo y tus ganas de experimentar en cada momento nuevas situaciones que te permitan sentir te vivo. Por tanto, no te dejes llevar, actuar y diseña lo que te permita ser tu mismo con tu vida. Se feliz.

Dejarse llevar o fluir

José J. Rivero
lunes, 31 de agosto de 2015, 05:55 h (CET)
En muchas ocasiones cuando hablamos de cambio preferimos dejarlo correr, sentimos que es más cómodo y sano que la vida actúe sobre nosotros, esta actitud de dejarnos llevar parece reflejar en muchas personas esa sensación de que de que tiene el control en sus vidas y que simplemente viven y se sienten relajados, parecen flexibles y felices.

Claro está estamos hablando de qué forma de vivir tomamos en nuestra vida, simplemente te dejas llevar o actuas sobre ella tomando decisiones, diseñando tus metas, planificando tu entorno. En muchas ocasiones bajo la filosofía del dejarse llevar aparece el no actuar, y eso a la larga no nos ayuda, debemos de producir cambios en nuestra vida, poner cosas, actividades y formas de vivir en las que nosotros juguemos un papel central.

Sin duda alguna las experiencias óptimas, el vivir una vida entregada implica actuar en tu vida, si estoy hablando del concepto de Flow o de Fluir de Mihály Csíkszentmihályi. Cuando hablamos de Fluir en la vida hablamos de ese estado donde parece que nos perdemos a nosotros mismos cuando realizamos una actividad, donde la noción del tiempo desaparece y las horas parecen minutos. Es decir caemos dentro de la experiencia, somos parte de ella.

Sin duda alguna estar en flow no es dejarse llevar, implica más bien fijarnos metas para aumentar la cantidad de tiempo y de oportunidades en nuestra vida en las que entramos en estado de flujo, estado que está altamente relacionado con nuestra sensación de felicidad, con lo cual somos más felices y aumenta nuestra felicidad personal.

Sin lugar a dudas para entrar en flow debemos de estar más pendientes de nuestra realidad que nunca, de nosotros y de nuestro mundo buscando esas oportunidades que nos conecten con la tarea, por ello es importante nuestra percepción, nuestra observación vital, lo que nos ayudará a trazarnos estrategias y planes que irán orientados a potenciar esa sensación de flujo, a experimentar esas experiencias óptimas.

El vivir bajo las experiencias óptimas implica que conozcas tus limitaciones personales y situacionales que te alejen del objetivo, ya que así podrás enfrentarlas y contrarrestarlos, con el tiempo sabrás que es necesario cierto nivel de ejecución y conocimiento en lo que haces en tu vida, con lo cual el aprendizaje cobrá una importancia crucial en tu vida, y te prepararás para diseñar metas ajustadas a cada momento de tu vida, en función de cada objetivo, lo que te hará sentirte al mismo tiempo más hábil y te permitirá conectar en mayores momentos contigo mismo.

Y como no, tus emociones y sentimientos hacia la meta, hacia el ansiado tesoro, lo que afectará a tu actitud, potenciando tu optimismo y tus ganas de experimentar en cada momento nuevas situaciones que te permitan sentir te vivo. Por tanto, no te dejes llevar, actuar y diseña lo que te permita ser tu mismo con tu vida. Se feliz.

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