Un total de catorce mausoleos han sido reconstruidos en la localidad maliense de
Tombuctú tras ser destruidos en 2012 después de la llegada a la ciudad de milicianos
yihadistas que aprovecharon el caos en el norte del país tras el levantamiento
independentista tuareg.
La directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Cultura, Ciencia y
la Educación (UNESCO), Irina Bokova, que ha visitado la ciudad para conmemorar la
reapertura de los mausoleos, ha asegurado que los responsables de su destrucción
serán llevados ante el Tribunal Penal Internacional (TPI).
Durante su visita, Bokova ha aplaudido a las comunidades locales por su trabajo para
llevar a cabo la reconstrucción de los mausoleos, señalando que "su trabajo es una
lección de tolerancia, diálogo y paz".
"Es una respuesta a todos los extremistas cuyo eco se puede escuchar más allá de
las fronteras de Malí. Vuestro comportamiento para salvaguardar los elementos
esenciales de vuestra historia es una prueba de la recuperación de Malí", ha agregado.
Por su parte, el alcalde de la ciudad ha expresado su agradecimiento a la UNESCO
por su colaboración en los trabajos de reconstrucción. "Lo que más importa no es no
caer, sino levantarse, y eso es lo que representa esta reconstrucción", ha remachado el
ministro de Cultura, Ramatoulaye N'Diaye Diallo.
La ciudad, considerada como una de las capitales intelectuales y espirituales del
Islam durante los siglos XV y XVI, está declarada en su totalidad como Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO.
Entre los edificios más relevantes destruidos estaban la mezquita de Djingareyber,
una de las tres madrasas de la universidad de Sankoré, construida alrededor del año
1327 con tierra y materiales orgánicos tales como fibras, paja y madera. Asimismo, el
emblemático monumento de El Faruk, ubicado a la entrada de Tombuctú, fue
totalmente destruido.
Los yihadistas destruyeron mezquitas y mausoleos e incendiaron decenas de miles
de manuscritos durante los meses en los que controlaron la ciudad antes de ser
expulsados por las fuerzas francesas en enero de 2013.