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Opinión
Etiquetas | Semana Santa | Religión | Moral
La evolución de nuestra sociedad ha sido, más bien, una involución social

Dios evoluciona... Nosotros (¿?)

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Crecen los agnósticos, está de moda.

Hoy, cuando uno piensa, se resquebraja el espejo. Las cosas ya no son lo que parecían.

La moda es creerse “autosuficiente”: Yo soy YO y mi pequeño mundo.

Mi YO, con su mundo a cuestas, café, copa y puro, comienza a colocar tras el espejo la visión de la sociedad, la que asume y le permite vivir con “su libertad”.

Nace el nuevo creyente, rectificador de diccionarios: “auto creyente”, persona que palpa, analiza y toma posición… Ese proceso, paso a paso, le convence y decide, entonces, mejorar su calificativo; a partir de ahora se postulará como “agnóstico”.

Estos días, miro a esa persona que conocemos como “Jesús”. Contemplo, también, a esa madre, María, que, hace más de dos mil años, no necesito de ministerios para ser íntegramente mujer. Ellos dos no han cambiado porque sus principios siempre serán la base de “un mundo de convivencia, paz, amor y perdón.

Hablo con ellos, aprovechando la Semana Santa de los cristianos, acompañado de Amparo, mi esposa; les pregunto por qué mi espejo también comienza a resquebrajarse, por qué necesito palpar para seguir sus principios.

Me miran y me susurran: “¿Has hablado con tu amigo el Hermano Rafael, San Rafael Arnaiz?” (El Hermano Rafael, monje trapense, vivió y murió confirmando que DIOS, su CRUZ y su AMOR llenaban todo lo que cualquier ser necesitaba, “Sólo Dios basta”, luego estaré un rato con él).

Les contesto: “Señor, Madre… No… Estoy un poco despreocupado… Creo que es problema de la dichosa pandemia… Pero, todos los días, paseando con Canela, mi perrita, miro hacia arriba y le comento: “Hermano Rafael, no me olvides”, creo que se sonríe.

Ahora, Semana de Pasión y Resurrección, quiero hablaros de muchas cosas que nublan mi mente:

La novedosa e hipócrita libertad, acordonada con grilletes.

Los “mercadillos informativos, bien pagados”.

El miedo de los ancianos a morir por ser viejos.

La cobardía que ataca la “pequeñez infantil, indefensa”, con un simple cuestionario.

La variedad de lenguas que nos separa.

Lo mal que está entendiendo el mundo religioso eso que llaman “modernizarse y adaptarse”.

La utilización de la “necesidad vital”, para comprar votos.

La educación “teledirigida” conceptualmente.

La miseria interior, por querer dejar de lado la “enseñanza especial”.

Utilizar la “Ley del Péndulo” sin corregirla y adaptarla y, como consecuencia, volver a los años de enfrentamiento, a los años de buenos y malos.

El arrinconamiento de las creencias religiosas, menos aquellas a las que evitan por miedo.

El temor a vivir en un país sin puertas, mejor dicho con puertas abiertas, sin derecho a defender la propia intimidad histórica de cada cultura.

La compra sistemática de los “códigos éticos” de cada cátedra, Ciencias Políticas, Filosofía, Historia, Medios Audiovisuales y, sobre todo, la Cátedra de INFORMACIÓN.

El observar que la sociedad está siendo manipulada de forma tal que parece más bien un “rebaño trashumante”, al son del viento que más interese.

Y, por último, ¿Qué soy yo?, ¿Seré aquello de, “yo soy yo y mis circunstancias” ?, o ¿más bien me irán “difuminando” de forma que mi individualidad desaparezca y sólo cuente “el pintor”?

Quizás sea un poco pesado, pero quiero aprovechar este tiempo de Semana Santa, vivida de cerca junto Amparo y otros amigos en el convento de las Madres Carmelitas Descalzas del Cerro de los Ángeles de Madrid, para desgranar todo el fruto, ya deteriorado, y separar el grano.

Todo esto, en la sentida e íntima espiritualidad del Carmelo, de la mano de un sacerdote lleno de serenidad, alegría interior y paz (¡Gracias!), facilita la obra de limpiar la mente y hacer que el espejo personal vuelva a reflejar mejor la VERDAD, la que se basa en la FE y se mantiene en la Comunidad con Cristo.

Guardo silencio. He comulgado. Después…, he escuchado:

“Ángel, creo que te equivocas. El MENSAJE, lleva escrito más de dos mil años. Ese MENSAJE es MI PALABRA, es la VERDAD, esa que os hará LIBRES. Debes volver a leerlo “.

“Quizás tengas razón en que muchos, que me siguen, están interpretando la PALABRA, que publiqué y rubriqué con mi Pasión y Muerte, de forma muy acomodaticia para una errónea adaptación. Creo que se han generado muchos grupos aislados y que aíslan. Creo que los sitios de oración están cerrados sin rigurosa justificación. Creo que el servicio a los demás se hace con vistas al público, sin guardar el respeto a la intimidad de los que piden comida.”

“Me hablas de la eutanasia, del aborto…, sólo te diré una cosa: El misterio de la vida, del sufrimiento y de la muerte sólo es entendible con la FE. Lo que SÍ puedo confirmarte es que los que firman y realizan esos actos, llevarán siempre en su interior la imagen de la inocencia, mirando curiosamente y la otra imagen de unos ojos ancianos mudos y llorosos por la impotencia de una libertad denegada. “


“Sobre las LENGUAS…, ya sabes que muchos conflictos, desde Babel, los han originado las lenguas. El motivo siempre es el mismo, la utilización de las mismas como elemento de confrontación y no de entendimiento. Las lenguas también se deben adaptar. Unas deberán ser CULTURA, como el arte histórico lleno de vida, digno de cuidarlo y mantenerlo. Otras deben mantenerse como instrumentos de COMUNICACIÓN entre las personas y sociedades. Todas las herramientas son necesarias pero cada cual en su función.”

En voz baja, comento:

¡Hermano Rafael!, ¿has escuchado?... He visto un reflejo de todo aquello que tú fuiste sembrando en el corto espacio de vida entre nosotros. ¡Cuántas reflexiones tuyas han superado la famosa Ley del Péndulo!... Esa que hace que el devenir de la historia se repita, para bien o para mal.

TU VIDA y TU SIEMBRA han llegado a nuestros días llenas de colores modernos pero sin cambiar ni un ápice el mensaje!

Hermano Rafael, puede que haya “agnósticos”, puede que muchos necesitemos PALPAR para creer… Lo peor es declararse “agnóstico”, simplemente, porque está de moda decir que no ven claro nada y deciden palpar y palpar en los “seriales grabados teledirigidos”.

Bueno, como ha dicho el sacerdote, parece que me estoy pasando un poco.

Ahora, ya terminada la Vigilia Pascual, más bien tengo sueño, pero voy a procurar terminar desembuchando muchas de las cosas que estos días han venido a mi mente, como esa “corona de espinas”, recordatorio de lo que muchas personas viven, igual que yo, pero que no pueden o no saben expresarlo.


Estamos ante un "barbecho" social, silencio cobarde, que llaman prudencia.


Todos debemos madrugar, trabajar el campo y recoger el fruto.


Eso no se consigue pensando que el tiempo lo cura todo. NO, el tiempo, casi siempre, llora la desgana y la poltrona… Después de llorar, el tiempo castiga la pereza indiferente.


Me gustaría gritar y ser escuchado. Devolver todo lo que he recibido de mis padres, de mi tiempo, de mi Dios…

Es muy difícil, porque la evolución de nuestra sociedad ha sido, más bien, una involución social. Nos hemos enroscado y sólo vemos nuestro ombligo, sólo oímos lo que otros graban y solo tocamos lo que nos apetece… ¡NADA DE AVENTURAS!...


Tú, señor, parece ser, según dicen, pides mucho: PENSAR, SER LIBRES, VIVIR CADA UNO SU PROYECTO, ELEGIR CON LA MENTE Y MIRAR SIEMPRE ALREDEDOR PARA ENTENDER AL HOMBRE

¡Señor, qué barbaridad! … pero, ¡QUÉ GRANDIOSO PROYECTO!

Dios evoluciona... Nosotros (¿?)

La evolución de nuestra sociedad ha sido, más bien, una involución social
Ángel Alonso Pachón
martes, 6 de abril de 2021, 03:18 h (CET)

Crecen los agnósticos, está de moda.

Hoy, cuando uno piensa, se resquebraja el espejo. Las cosas ya no son lo que parecían.

La moda es creerse “autosuficiente”: Yo soy YO y mi pequeño mundo.

Mi YO, con su mundo a cuestas, café, copa y puro, comienza a colocar tras el espejo la visión de la sociedad, la que asume y le permite vivir con “su libertad”.

Nace el nuevo creyente, rectificador de diccionarios: “auto creyente”, persona que palpa, analiza y toma posición… Ese proceso, paso a paso, le convence y decide, entonces, mejorar su calificativo; a partir de ahora se postulará como “agnóstico”.

Estos días, miro a esa persona que conocemos como “Jesús”. Contemplo, también, a esa madre, María, que, hace más de dos mil años, no necesito de ministerios para ser íntegramente mujer. Ellos dos no han cambiado porque sus principios siempre serán la base de “un mundo de convivencia, paz, amor y perdón.

Hablo con ellos, aprovechando la Semana Santa de los cristianos, acompañado de Amparo, mi esposa; les pregunto por qué mi espejo también comienza a resquebrajarse, por qué necesito palpar para seguir sus principios.

Me miran y me susurran: “¿Has hablado con tu amigo el Hermano Rafael, San Rafael Arnaiz?” (El Hermano Rafael, monje trapense, vivió y murió confirmando que DIOS, su CRUZ y su AMOR llenaban todo lo que cualquier ser necesitaba, “Sólo Dios basta”, luego estaré un rato con él).

Les contesto: “Señor, Madre… No… Estoy un poco despreocupado… Creo que es problema de la dichosa pandemia… Pero, todos los días, paseando con Canela, mi perrita, miro hacia arriba y le comento: “Hermano Rafael, no me olvides”, creo que se sonríe.

Ahora, Semana de Pasión y Resurrección, quiero hablaros de muchas cosas que nublan mi mente:

La novedosa e hipócrita libertad, acordonada con grilletes.

Los “mercadillos informativos, bien pagados”.

El miedo de los ancianos a morir por ser viejos.

La cobardía que ataca la “pequeñez infantil, indefensa”, con un simple cuestionario.

La variedad de lenguas que nos separa.

Lo mal que está entendiendo el mundo religioso eso que llaman “modernizarse y adaptarse”.

La utilización de la “necesidad vital”, para comprar votos.

La educación “teledirigida” conceptualmente.

La miseria interior, por querer dejar de lado la “enseñanza especial”.

Utilizar la “Ley del Péndulo” sin corregirla y adaptarla y, como consecuencia, volver a los años de enfrentamiento, a los años de buenos y malos.

El arrinconamiento de las creencias religiosas, menos aquellas a las que evitan por miedo.

El temor a vivir en un país sin puertas, mejor dicho con puertas abiertas, sin derecho a defender la propia intimidad histórica de cada cultura.

La compra sistemática de los “códigos éticos” de cada cátedra, Ciencias Políticas, Filosofía, Historia, Medios Audiovisuales y, sobre todo, la Cátedra de INFORMACIÓN.

El observar que la sociedad está siendo manipulada de forma tal que parece más bien un “rebaño trashumante”, al son del viento que más interese.

Y, por último, ¿Qué soy yo?, ¿Seré aquello de, “yo soy yo y mis circunstancias” ?, o ¿más bien me irán “difuminando” de forma que mi individualidad desaparezca y sólo cuente “el pintor”?

Quizás sea un poco pesado, pero quiero aprovechar este tiempo de Semana Santa, vivida de cerca junto Amparo y otros amigos en el convento de las Madres Carmelitas Descalzas del Cerro de los Ángeles de Madrid, para desgranar todo el fruto, ya deteriorado, y separar el grano.

Todo esto, en la sentida e íntima espiritualidad del Carmelo, de la mano de un sacerdote lleno de serenidad, alegría interior y paz (¡Gracias!), facilita la obra de limpiar la mente y hacer que el espejo personal vuelva a reflejar mejor la VERDAD, la que se basa en la FE y se mantiene en la Comunidad con Cristo.

Guardo silencio. He comulgado. Después…, he escuchado:

“Ángel, creo que te equivocas. El MENSAJE, lleva escrito más de dos mil años. Ese MENSAJE es MI PALABRA, es la VERDAD, esa que os hará LIBRES. Debes volver a leerlo “.

“Quizás tengas razón en que muchos, que me siguen, están interpretando la PALABRA, que publiqué y rubriqué con mi Pasión y Muerte, de forma muy acomodaticia para una errónea adaptación. Creo que se han generado muchos grupos aislados y que aíslan. Creo que los sitios de oración están cerrados sin rigurosa justificación. Creo que el servicio a los demás se hace con vistas al público, sin guardar el respeto a la intimidad de los que piden comida.”

“Me hablas de la eutanasia, del aborto…, sólo te diré una cosa: El misterio de la vida, del sufrimiento y de la muerte sólo es entendible con la FE. Lo que SÍ puedo confirmarte es que los que firman y realizan esos actos, llevarán siempre en su interior la imagen de la inocencia, mirando curiosamente y la otra imagen de unos ojos ancianos mudos y llorosos por la impotencia de una libertad denegada. “


“Sobre las LENGUAS…, ya sabes que muchos conflictos, desde Babel, los han originado las lenguas. El motivo siempre es el mismo, la utilización de las mismas como elemento de confrontación y no de entendimiento. Las lenguas también se deben adaptar. Unas deberán ser CULTURA, como el arte histórico lleno de vida, digno de cuidarlo y mantenerlo. Otras deben mantenerse como instrumentos de COMUNICACIÓN entre las personas y sociedades. Todas las herramientas son necesarias pero cada cual en su función.”

En voz baja, comento:

¡Hermano Rafael!, ¿has escuchado?... He visto un reflejo de todo aquello que tú fuiste sembrando en el corto espacio de vida entre nosotros. ¡Cuántas reflexiones tuyas han superado la famosa Ley del Péndulo!... Esa que hace que el devenir de la historia se repita, para bien o para mal.

TU VIDA y TU SIEMBRA han llegado a nuestros días llenas de colores modernos pero sin cambiar ni un ápice el mensaje!

Hermano Rafael, puede que haya “agnósticos”, puede que muchos necesitemos PALPAR para creer… Lo peor es declararse “agnóstico”, simplemente, porque está de moda decir que no ven claro nada y deciden palpar y palpar en los “seriales grabados teledirigidos”.

Bueno, como ha dicho el sacerdote, parece que me estoy pasando un poco.

Ahora, ya terminada la Vigilia Pascual, más bien tengo sueño, pero voy a procurar terminar desembuchando muchas de las cosas que estos días han venido a mi mente, como esa “corona de espinas”, recordatorio de lo que muchas personas viven, igual que yo, pero que no pueden o no saben expresarlo.


Estamos ante un "barbecho" social, silencio cobarde, que llaman prudencia.


Todos debemos madrugar, trabajar el campo y recoger el fruto.


Eso no se consigue pensando que el tiempo lo cura todo. NO, el tiempo, casi siempre, llora la desgana y la poltrona… Después de llorar, el tiempo castiga la pereza indiferente.


Me gustaría gritar y ser escuchado. Devolver todo lo que he recibido de mis padres, de mi tiempo, de mi Dios…

Es muy difícil, porque la evolución de nuestra sociedad ha sido, más bien, una involución social. Nos hemos enroscado y sólo vemos nuestro ombligo, sólo oímos lo que otros graban y solo tocamos lo que nos apetece… ¡NADA DE AVENTURAS!...


Tú, señor, parece ser, según dicen, pides mucho: PENSAR, SER LIBRES, VIVIR CADA UNO SU PROYECTO, ELEGIR CON LA MENTE Y MIRAR SIEMPRE ALREDEDOR PARA ENTENDER AL HOMBRE

¡Señor, qué barbaridad! … pero, ¡QUÉ GRANDIOSO PROYECTO!

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