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Creo que todos, menos lo que siguen apoyando a Rajoy, nos hemos
quedado bastante decepcionados en lo que respecta al desarrollo del debate
del Estado de la Nación. En absoluto se nos ha podido convencer por parte de
Rajoy de que España está en estado de buena esperanza sino todo lo contrario:
en estado de mala esperanza.
Todos nos pudimos percatar de lo mal que está la cosa y no había más que
ver a un desnortado, nervioso y crispado Rajoy ante un oponente que debutaba
en esas lides parlamentarias de altos vuelos y esos estados de ánimo solo se
manifiestan cuando la situación no es ya solamente grave sino que además es
desesperada. Rajoy sabía que no estaba convenciendo a nadie. No hay salida.
Quería convencernos de que sus medidas de austeridad estaban dando
buenos resultados cuando es verdad eso que de forma reiterativa se dice que
la austeridad nos ha llevado al austericidio que rima con suicidio pero que no
es tal la situación, ni tiene nada ver una cosa con la otra, el suicidio es un acto
muy personal que lleva a un efecto un individuo y el austericidio es más bien
sinónimo de asesinato ya que las medidas de austeridad que han llevado a
millones de españoles a padecer una situación desesperada con resultados
letales han sido impuestas por otros que siguen muy vivos como es el caso de
las trabas para suministrar el Sovaldi a los enfermos de hepatitis C, 95.000
infectados, y cuya medida restrictiva ha llevado a muchos afectados a la
muerte. En el reciente debate del Estado de la Nación ese mentiroso
desvergonzado llamado Mariano Rajoy, ha tenido la desfachatez de anunciar
barra libre para todos los que padecen esta dolencia ¡Sovaldi para todos! Como
si de una gran juerga se tratara. Fuera las comisiones de control para
dictaminar a quien sí y a quien no se le da el medicamento ¡Whisky para todos!
Para todos, claro está, que no hayan muerto esperando que les dieran el tan
necesario fármaco. No, aquí no tiene nada que ver la austeridad, tiene que ver
y mucho, la solidaridad y los sentimientos humanos, los buenos,
evidentemente, algo de lo que Rajoy carece. Estas son las claves de su nefasta
gestión al frente del Gobierno.
Estoy de acuerdo con lo que afirmó de que “no solicitar rescate ha sido la
gran medida social de la legislatura”. No solicitó rescate a la UE para salvar a
los españoles, a las personas, pero si lo solicitó, 100.000 millones de euros al
Banco Central Europeo, para salvar a los bancos. Unos millones que vamos a
tener que pagar los españoles, los que verdaderamente estamos con el agua
al cuello. No, Rajoy, no salvó a las personas pero sí a algunos banqueros. De
todos modos debo reconocer que estoy siendo un tanto alarmista ya que no
tengo en cuenta el mensaje de tranquilidad que desde el sillón de la presidencia
del Congreso nos transmitió la vicepresidenta, Celia Villalobos, cuando mientras
Rajoy intervenía en el debate ella fue sorprendida por las cámaras de televisión
jugando a los “marcianitos” con su tablet. Mejor muestra de tranquilidad, de
que todo está normal, no se puede dar. No, la vicepresidenta del Congreso
no ha dimitido ni nadie de la oposición se lo ha exigido. Todo normal, como
siempre.
Hay otra frase de Rajoy dicha en ese debate, esta es la siguiente: “Si no
hacemos las cosas bien en pocos meses podemos perder todo lo que hemos
ganado en estos tres últimos años”. No creo que se refiera a la pérdida de
la condición de clase media de la cual gozaban millones de ciudadanos, ni
a los que han perdido su trabajo, ni a los que no ingresan en sus hogares
un solo céntimo, no, no creo, en cambio sí creo que se refería a los que se
han enriquecido y han aumentado su patrimonio en estos años de crisis,
seguramente era un toque de advertencia para estos últimos, porque lo que
es los demás ¿qué más podemos perder? No, no se olvidó Rajoy de lo de la
dación en pago, a buena hora mangas verdes, cuando cientos de miles de
personas se han quedado sin techo y tienen que seguir pagando a los bancos
después de ser desahuciados, dice que la va a implantar ahora, y ¿qué va a
ocurrir con los que se han quedado por el camino? ¿Va a ir la cosa, caso de que
esto sea verdad, con carácter retroactivo? Creo que no. Santa Rita, Rita, Rita, lo
que se da ya no se quita. ¡Que espectáculo tan bochornoso como ridículo el del
pasado día 24 de febrero en el Congreso de los Diputados!
Llegó el lunes 29 de abril de 2024. Y, como “todo pasa y todo queda”, pasaron los cinco días de la ignominia sanchista y nos quedó Sánchez al desnudo, el Puto Amo (Puente dixit), pero más cateto y dictador que nunca. Me baso, naturalmente, en sus propias manifestaciones de corte tan populista, como las de Maduro, López Obrador y compañía.
En este día dedicado a san José obrero, podemos ver que es modelo para nosotros… ¿como reacciona ante la “duda” de que su esposa María esperaba un hijo? Nos dice escuetamente el Evangelio: “María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto".
El presidente Sánchez ha fundamentado su decisión de continuar al frente del gobierno afirmando que “no supone un punto y seguido, es un punto y aparte, se lo garantizo”. Desde luego, deseamos profundamente que -al expresar la necesidad de un “punto y aparte”- acepta que es necesario, de manera urgente, un cambio que no se limite a reformas cosméticas. ¿Pero qué es punto y aparte para nosotros -para la inmensa mayoría- ante el galopante empobrecimiento que sufrimos?
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